Parte 3: La copa por fin se derramó

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Azula abandonó el campamento y se dispuso en dirección de vuelta a la nación del fuego. Los dirigibles habían sido severamente dañados durante el enfrentamiento del templo del aire del oeste y aun no habían sido reparados, por lo que Azula no podía disponer de ellos para volver a la Nación del fuego, así que tuvo que esperar un día mas para que llegara su barco real a una costa cercana y poder regresar a su hogar por agua. Azula ordeno al capitán que pusieran rumbo a la nación del fuego a la mayor velocidad posible, ya que deseaba con ansias saber que planes tenia su padre para el final de la guerra. Ella se sentía muy emocionada al pensar en que solo en unas pocas semanas el conflicto que su nación ha pasado por tantas décadas por fin iba a terminar, y sentía orgullo de que ella iba a ser pieza clave en el desenlace del porvenir.

Claro esta que las atribulaciones de su mente aun pesaban en su persona, dormir por las noches se le dificultaba pero todos esos pesares los reemplazaba con la idea de que asestarían el golpe final al reino tierra y después de eso nada ni nadie detendrían en paso de la imponente nación del fuego, de la cual ella eventualmente se convertiría en el señor del fuego. « El señor del fuego Azula, eso... no suena muy bien» Pensó Azula mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro y sus ojos brillaban con una gran emoción y orgullo.

Los días pasaron con rapidez, Azula entrenaba en la cubierta de su barco y luchaba por calmar los pensamientos y conflictos de su mente. Durante el día le era relativamente sencillo enfocar su mente distrayéndose con el entrenamiento de batalla, analizando mapas y estrategias de combate o pensando en su brillante futuro que tanto anhelaba. Pero durante las noches la cosa se complicaba mas, sus sueños en los que veía a sus ex amigas, a su hermano y a su madre se volvían cada vez mas y mas angustiantes y vividos, hasta el punto que la ultima noche en el barco prefirió pasarla en vela para no tener que lidiar con esos sueños.

Azula se la paso entrenando su fuego control hasta el amanecer, notaba el nivel de su poder como siempre, pero sabia que algo andaba mal con sus llamas, realizar los movimientos de siempre se sentía un poco mas pesado, como si le costara mas trabajo controlar su fuego, y ni hablar de sus rayos, estos eran mucho mas difíciles de hacer surgir y casi imposibles de canalizar correctamente, estos eran los estragos que lo que sea que tenga mal con su mente últimamente han provocado, cosa que si le preocupaba genuinamente, porque sabia que para liberar su máximo potencial otra vez necesitaba volver a la normalidad.

POV AZULA

El sol de la mañana se alza y puedo vislumbrar las costas de la capital de la nación del fuego, la ciudad se ve imponente con la luz del alba, y una multitud de personas se reúnen cerca de los muelles mientras el barco real se acerca a atracar.

Mis cargadores me estaban esperando junto con mi palanquín para llevarme directo al palacio, baje rápidamente del barco para subirme, ya que deseaba ver a mi padre cuanto antes, me sentía sumamente ansiosa y emocionada por tener mi reunión con el.

Ya dentro del palacio tenia que esperar un rato antes de poder ver a mi padre, estaba en una reunión con los generales en la cámara de guerra y a pesar de que por lo general yo asistía a esas reuniones, en esta ocasión no tenia ningún interés en formar parte de ella, estaba mucho mas ansiosa por saber lo que mi padre quería decirme solo a mi.

Mientras el tiempo pasaba mi ansiedad empezaba a aumentar, la emoción seguía ahí, pero estaba super ansiosa por tener la reunión con el señor del fuego, y los pensamientos en mi mente comenzaban a brotar como si de una fuga incontrolable se tratase, yo trataba de respirar para calmar mi mente, pero sentía que por momentos mis pensamientos me ganarían, la angustia, el miedo y la tristeza comenzaban a formarse. Yo estaba luchando contra mi mente, no iba a dejar que esos pensamientos me vencieran, no el día de hoy, hoy iba a ser un día muy especial y mi mente no me lo iba a arruinar.

El camino de la redención (AzulaXAang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora