Parte 4: El Avatar: parte 1

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Aang estaba pasando por un momento bastante malo, el haber escapado del templo aire del oeste viéndose obligados a regresar al reino tierra para esconderse había sido un paso atrás en sus planes. Faltaban ya pocas semanas para que el cometa Sozin regresara y debían regresar lo mas pronto posible a la nación del fuego, puesto que Zuko había contado algo devastador.

Aang pensaba que tenia tiempo, pensaba que podría entrenar mas tranquilamente ya que el quería enfrentar al señor del fuego luego de que el cometa pasase, pero Zuko les advirtió a todos  que los planes de Ozai eran terribles. El pretendía dar el golpe final al reino tierra el día que el cometa pasase. Seria un golpe devastador al mundo, Aang no podía permitir que Ozai cumpliera sus planes, de lo contrario todo estaría perdido, ese era su deber como Avatar, tenia que entrenar lo mas pronto posible para derrotar al señor del fuego. Pero aquí se cierne otra cuestión ¿Cómo derrotar al señor del fuego? Se supone que Aang lo vencería, ¿Pero como? El bien sabe que Ozai no se rendirá bajo ningún concepto, parece ser que la única alternativa era asesinarlo. Pero eso estaba mal, matar iba en contra de todo en lo que Aang creía, el sabia que quizás podría encontrar otra forma, pero sus amigos estaban presionándolo.

_Aang, no creo que exista ninguna alternativa, mi padre no es del tipo que cambia de opinión, no cederá jamás, por mas que me duela decirlo, tu deber es derrotarlo definitivamente_ Dijo Zuko mirando a Aang.

Sokka respondió rápidamente _Aang el señor del fuego es malvado, ha arrebatado muchas vidas, es necesario que acabemos con el, sino jamás existirá paz en el mundo

Aang se sentía muy abrumado por las palabras que sus amigos le estaban diciendo, sabia que tenían razón pero no podía quitar una vida, el sabia que debía existir otra forma, simplemente debía encontrar cual.

_Pies ligeros, no estarás solo, te ayudaremos a derrotar a ese tonto señor del fuego cueste lo que cueste, se que es difícil para ti, pero es por lo que hemos trabajado tan duro, recuerda como es, ir siempre contra la roca_ Dijo Toph en un intento fútil de animar a su amigo.

Katara increpo rápidamente _Se que te duele ir en contra de tus principios Aang, pero esto es algo que se debe hacer, la Nación del fuego es malvada, Ozai es malvado, no todas las personas merecen redención, si no detenemos a Ozai esta guerra será eterna

 Aang se sintió vacío y triste, como si no tuviese opciones, estaba atrapado en una lucha interna que lo superaba, incluso Katara que siempre lo apoyaba estaba en su contra en esta ocasión. Aang se sentía capturado y abrumado, tanto que dejo a sus amigos en el bosque y salió volando junto a su planeador. El no pensaba en abandonarlos bajo ninguna circunstancia y ellos bien lo sabían, Aang solo quería alejarse durante un rato para poder pensar libremente, para aclarar toda la tormenta de pensamientos que estaban siendo abrumadoramente turbulentos.

Aang salió del bosque mientras volaba en su planeador, llego a un enorme acantilado que colindaba con el mar, voló sobre de el ya que el sonido de las olas chocando contra las rocas le proporcionaba una calma que ayudaba a su atormentada mente. Fue ahí, mientras aún volaba por encima del acantilado cuando vislumbro una figura de pie en el filo de este, no alcanzaba a reconocer de quien se trataba ya que tenia una capucha, pero le dio curiosidad, ya que en esa zona no había nadie y el pueblo mas cercano estaba a varias horas a pie de ese lugar. Aang se acercó cuidadosamente y observo que aquella persona levanto una pierna y dio un paso hacia el vacío, el no entendía del todo la situación pero si se dio cuenta de que aquella persona estaba pretendiendo lanzarse al vacío. Fue casi por instinto que Aang lanzo un soplido de aire que envió a aquella persona encapuchada hacia atrás, evitando que culminara el acto que estaba intentando realizar. 

Aang aterrizo rápidamente sobre el suelo frente a la persona que acababa de salvar, su sorpresa fue monumental cuando se percató que la persona que hace unos segundos había intentado lanzarse por el acantilado era la mismísima princesa Azula.

El camino de la redención (AzulaXAang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora