ᴇʟ ᴅɪᴀʀɪᴏ ᴅᴇ ᴛɪᴀɴᴀ [✓]

|𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷|

(🍃) TIANA ÁMBER THERMOPÓLIS RENALDI.

Tiana se encontraba emocionada, estaba camino hacia el colegio donde su hermana va también, había dejado sus estudios por unos cuantos meses allí por temas importantes con su abuela sobre como prepararse para reinar, aunque a Tiana no le agradaba esa idea, prefería darle ese gran privilegio a Mia.

Estaba dentro del auto donde su chófer manejaba con tranquilidad, detrás suyo también había autos escoltandola. No le gustaba mucho llamar la atención y tener guardias cuidándola en todo momento pero era cosa de su abuela por protección, aunque, ellos la escoltaban en una cuadra antes del colegio.

Mia no sabía que su hermana era una princesa como ella aún, pero si sería una gran sorpresa cuando se entere de toda esta gran aventura loca.

Tiana estaba muy emocionada de ver a cierto chico que la traía locamente enamorada desde hace mucho, era una chica callada y de pocos amigos, le costaba sociabilizar pero como cualquiera, cuando tomaba confianza. Era muy dulce y linda.

–Sebastian–llamo la atención de su chófer quien la vio por el espejo retrovisor –  podrías venirme a buscar más tarde en la casa de Mía?–pregunto acariciando su mascota–

Cualquiera pensaría que está loca o algo así, pero la diferencia de mía es que Tiana tenía de mascota un hurón albino muy hermoso, se lo habían regalado hace un par de días y ella se lo llevaba a todos lados, no conseguía aún un nombre pero sabía que pronto la tendría.

–Claro princesa, no se olvide que después del colegio tiene práctica de piano con su abuela–recordo amable su chófer mientras manejaba –
–gracias, se me había olvidado –le dice con una sonrisa tímida por haberlo olvidarlo y Sebastián le sonrió para que no se preocupara–
–desea su merienda después de recogerla de la casa de su hermana?–pregunta y estaciona el auto–
–no gracias, seguro comeré algo allí –deja a su hurón en su lado una vez la saco con cuidado de sus piernas–

Bajo del auto acomodando su mochila y cabello, estaba nerviosa y emocionada. Su chófer le sonrió para que se calmara, ella estaba agradecida de tenerlo y ayudarla en todo. No solo era un chófer, ella lo consideraba un amigo.

–deje a mí hurón en el asiente, espero no lo olviden–le dijo a un guardia y éste asintió– iré al colegio, gracias por traerme–agradece a todos y ellos le sonríen dejando por un segundo su seriedad –
–fue un honor
–nos vemos más tarde!–dice saludando con su mano y caminando hacia la veredad y el colegio –
–buena suerte princesa –le dijeron y ella gritó un "gracias"

Antes de irse al colegio volvió y le pidió a los guardias de avisarle a su abuela que la clase de piano será más tarde.
Caminaba tranquila hacía el colegio viendo que otros estudiantes iban en la misma dirección, no era popular o eso creía, por juntarse con su hermana y grupo, no era tan malo.