ᴇʟ ᴅɪᴀʀɪᴏ ᴅᴇ ᴛɪᴀɴᴀ [✓]

[𝚌𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟺]

(🍃) Tiana Ámber Jolie Thermopólis Renaldi

Este día hacía frío y lo que no sabía Tiana es que su abuela iría a la casa de Mia, estaba con su uniforme puesto junto a una bufanda blanca, guantes negros, polainas negras al igual que su blaiser largo del mismo color. Junto a un gorro de lana que se lo había regalado su madre.

Estaba viajando en su limusina cuando llega, nota otra limusina dónde baja su hermana con ayuda de Joe quien le abría la puerta.

–Sebastian, podemos bajar allí?–pregunta apuntando dónde se encontraba Joe y las amigas–
–enseguida–responde su chófer–

Estaciona cerca de la otra limusina y baja para abrirle la puerta a Tiana, quien baja agradeciendo mientras acomoda su mochila. Mía suelta un gritito de emoción para correr hacia su hermana y pedirle disculpas por irse ayer de allí pero que hicieron un trato con el abuela.

Lily comenzaba a exagerar sobre las limusinas y la ropa cara que usaba Tiana para llamar la atención, haciendo sentir mal a Tiana porque no se callaba.

–ire a la escuela, nos vemos más tarde–excuso saludando a Sebastián y Joe para caminar incómoda–

No sabía que era lo que le molestaba Lily de Tiana o sus cosas, aunque ella nunca le hizo nada. Llegó a la escuela pasando de largo de todos y llegó a los casilleros para guardar su mochila y sacar lo que necesitaba en la clase pensando que hacer para no llamar la atención o esas cosas.

Se sacó sus guantes y gorro arrojandolos en el interior de su casillero.

–ey Tiana!–escucho a su lado y se sobresalto golpeando su cabeza– lo siento–escucho la disculpa y se fijó en quien se trataba–
–Hola Jeremiah–saludo un poco triste y él dejo de sonreír un poco por como dijo su nombre–

Siempre le ha llamado Jeremy, no por su nombre. Se sintió un poco mal pensando que estaba molesta con él o algo. Pero la noto triste.

–Sucedio algo?–se atreve a preguntar y ella suspira sin mostrar su rostro, porque lo tapaba la puerta de su casillero–
–tu crees que llamo la atención con mi ropa extravagante?–le pregunto sacando su libro de su primer clase y útiles –
–claro que no, ¿Por qué preguntas?–la observa confundido–

Ella cierra su casillero y le muestra una sonrisa, cosa que lo hace confundir más. Ya que, hace unos segundos estaba triste y ahora le dedica una sonrisa. Abraza Tiana su libro sonriéndole como de costumbre.

–por nada, vamos a clases?–le pregunta y él asiente–

Cada vez que se acercaba a ella se ponía nervioso y no sabía el porque. Pero le agradaba el sentimiento de estar a su lado y verla sonreír.