ᴇʟ ᴅɪᴀʀɪᴏ ᴅᴇ ᴛɪᴀɴᴀ [✓]

|𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸|

(🍃) Tiana Ámber Jolie Thermopólis Renaldi

La puerta de la habitación se abre mientras Tiana intenta seguir durmiendo pero es en vano, abren sus cortinas mostrando y dejando entrar el día tan soleado, los rayos del sol entran por la gran ventana y chocan contra el rostro de Tiana quién se queja tapando todo su rostro sin querer levantarse. Pero siente como la huelen su nariz intentando despertarla su hurón.

–Buenos días majestad–saluda animadamente la rubia abriendo el armario y alistando el uniforme de Ámber–
–Buenos días Charlotte –saluda con voz un poco ronca y arrastrando las palabras por el sueño–
–el desayuno estará en 30 minutos, su abuela la espera allí–informo dejando el uniforme en la silla–
–muchas gracias Charlotte, enseguida me levantaré–responde aún bajo las sábanas y Charlotte niega con una sonrisa para cerrar la puerta detrás suyo–

Tiana no tiene ganas de levantarse pero su mascota la sigue oliendo y está vez la lame un poco sacándole risas por las cosquillas que le causaba en sus mejillas.

–esta bien, me levantaré –dice quitándose las sábanas de encima y mira a su mascota– se me acaba de ocurrir dos nombres para ti –acaricia a su hurón quien está olfateandola– chispitas–dice pero este la ignora y ella cambia de opinión– ya sé!–exclama feliz tomando a su hurón levantándolo en el aire mirándolo con una sonrisa– príncipe!–dice con emoción acercándolo a ella y éste intenta soltarse–

Lo baja dejándolo en su cama y se dirige al baño, para darse un baño de burbujas y flores, cosa que es muy relajante y bueno para comenzar el día. Se baño y salió del baño con la bata y una toalla secando su cabello.

Comenzó a cambiarse para luego cepillar su cabello y colocarle ebillas de perlas en forma de mariposa, después se coloco sus zapatos que su abuela le compro y fue directo a su escritorio por su mochila que estaba arriba de la silla y se la llevó abajo con ella. Por último se puso perfume, esta vez fue con su falda, camisa sin mangas y su buzo azul del colegio atado en su espalda.

Abrió la puerta y vio a su mascota llamándola, príncipe le hizo caso para seguirla y bajar juntos.  El hurón comenzó a bajar los escalones rápidamente mientras que Tiana bajo algunos pero le dio la idea de subirse al barandal y deslizarse por el. Sería peligroso pero lo intentaría y sería divertido.

Ojalá no la viera su abuela o era capaz de desmayarse del susto y modales de su nieta.

Cuando bajó se sostuvo del barandal para bajar y luego miro a su hurón que recién estaba bajando y sonrió.

–Te gané!–le dijo mirándolo y escucho que alguien se aclaraba la garganta – oh, Hola Joe –saluda con nervios por que la halla visto–
–no se preocupe, no le diré a su abuela–le dice y ella se tranquiliza– su abuela la espera en el comedor para desayunar, ha llegado 10 minutos tardes–le informa y ella sonríe nerviosa por la tardanza–
–Gracias Joe, enseguida voy