° ¹³ °

659 78 21
                                    

Son despertó sintiéndose cálido, no era para menos pues estaba encerrado en los brazos del alfa. Recordó la noche anterior, el día anterior, a pesar de la situación problemática en la que estaban, el alfa le hizo pasar una de las mejores noches de su vida. Ahora se pertenecían uno al otro, en cuerpo y alma. Se removió un poco para acomodarse, lo asustó un gruñido que salió del alfa, quien lo abrazó más fuerte.

-Alfa - Son lo removió un poco - Despierta.

-Duerme un poco más - Cristian lo abrazó aún más si es posible.

-Eso quisiera, alfa pero debo fijarme cómo está Yun - Cuti lo soltó un poco, solo un poco - Vamos, ayer pasó por mucho, necesito ver que está bien.

-Bien - ahora sí lo soltó - pero lo traes aquí.

-No puedo, alfa. ¿Qué pensaría mi hijo si te encuentra así desnudo? - entonces Son se dio cuenta que él también estaba desnudo, se cubrió con una sábana.

-Es cierto, me cambiaré ahora y lo traes - el alfa aún medio dormido se levantó y fue hacia su armario.
Son no sabía si el alfa lo hacía a propósito o solo era por el sueño. ¡Dios! Ese hombre tenía un gran cuerpo. Su piel morocha, sus piernas largas, su trasero bien formado y su "amiguito". Pasar saliva no era suficiente, Son era un Omega recién enlazado, el cuerpo del alfa era una tentación.

Él se dijo, dos podemos jugar a ese juego, así que se levantó y se quitó la sábana.

Cuando Cristian volteó para darle una de sus camisetas quedó boquiabierto. Son podía torturarlo con su cuerpo y Cristian pediría más. Avanzó hacia el omega, quería tocar cada parte de su cuerpo, besar, lamer y saborear.
Estaba a punto de llegar cuando el omega pasó por su lado y le quitó la camiseta.

-Creo que me pondré esta - el alfa quedó estático, vio al omega ponerse su camiseta y se excitó completamente - Ahora, ¿dónde están mis calzoncillos? - encontró su prenda interior y se la puso.

-Sonny.

-Iré a ver a nuestro hijo, alfa. Espérame aquí - Bueno, Cristian retiraba lo dicho, no quería que Son lo torture.

El omega llegó al cuarto de su hijo, el pequeño estaba durmiendo pero al oír la puerta despertó.

-¡Mami! - salió de la cama y fue a abrazar al omega - ¿ya estás mejor?

-Lo estoy, cariño. ¿Cómo estás? Pasaste por mucho.

-Ya estoy bien, ayer papá nos ayudó.

-Lo siento, cariño. No quise faltarte.

-Está bien, mami, pero - se acercó y olfateó a Son - Hueles mucho a papá.

-¿Eso te molesta?

-No, papi huele rico.

Después de desayunar, ambos padres explicaron a Yun que no iba a poder regresar a la escuela por unos días, estarían en casa los tres. Cristian le comentó a Son lo que le había dicho Dele, el omega estaba agradecido con su club. Ahora el pequeño estaba jugando en la zona de juegos del patio mientras Son lo observaba.

-¿Dices que es raro?

-Sí, alfa. Ese día solo yo iba a recoger a Yun, Ha Joon iría a un viaje al día siguiente y la señora Park no era cercana a Yun.

-¿La señora que estaba cuidando a Yun no te mencionó nada cuando lo fuiste a recoger?

-No, la verdad también creo que en ese momento lo pudo haber olvidado, unas horas antes se había enterado de la muerte de Joon, así que supongo que eso pasó.

Mi Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora