Mi Luna

° ⁹ °

Se supone que la revelación llega un día antes de que se cumplan los seis años, pero tres días antes Son vio a su hijo retorcerse de dolor.

-¿Qué pasa, Yun? - el niño lloraba de dolor y su cuerpo empezó a arder.

-Me duele, me duele mucho.

-Tranquilo, pequeño, todo estará bien.

El dolor y la fiebre duraron unas horas, al omega le dolía ver así a su pequeño. Martha había ido a ayudar, Son le agradeció eso y le pidió a la beta que llame al trabajo para informar que faltaría.

Poco a poco los síntomas bajaron, cada que disminuían Son empezaba a oler un toque de naranja en el aire pero no era un aroma débil, era fuerte, el olor era fuerte.

Cuando ya no hubo rastro de fiebre, el dormitorio del niño olía a naranja, el olor era intenso, su pequeño, su pequeño era un alfa. Son lloró de felicidad y miedo.
El niño aún estaba dormido.

-¿Por qué llora, señor? ¿Qué pasó?

-Martha, mi pequeño... él es un alfa - Martha lo vio y sonrió.

-Me alegro, señor. Será un buen alfa.

Cuando Yun despertó Son lo llenó de mimos y le explicó lo de su segundo género. El pequeño estaba feliz, sería un alfa grande y fuerte así como su papi.

-Mami, ¿yo también huelo rico así como papi? - Yun se refería a Cuti.

-Por supuesto que sí, cariño. Hueles muy bien.

-Tengo el mismo olor que papi, le mostraré cuando venga.

-No, cariño - El niño entendió que su aroma era igual al del alfa argentino - No huelen igual, tú hueles a una fruta muy rica, una que te gusta mucho.

-¿naranja? - Son asintió - pero ¿por qué no huelo como papi?

-Escucha, cariño. El olor es influenciado por muchos factores, tal vez tu papi estaba cerca de la menta o le gusta mucho la menta, puede ser por otras razones también. En tu caso tu fruta favorita es la naranja, por eso adoptaste ese olor.

El pequeño alfa entendió, estaba un poco triste por lo del olor pero comprendió a la perfección lo que Son le dijo.

-¿cómo? - Cristian apenas y entendía lo que le decía el omega por teléfono, solo recordaba palabras como "naranja" , "alfa" y "Revelación"

-Tienes que venir, por favor.

Cuti no necesitó que se lo digan dos veces, salió del departamento y subió a su auto, manejó rápido hacia la casa del omega.

Cuando llegó fue recibido por Martha, la beta se veía feliz así que Cuti supuso que todo estaba bien.

-Buen día, Martha. ¿Sabes dónde está Son?

-Buen día, señor. Él está arriba, dijo que suba directamente a la habitación del pequeño.

Cristian ya conocía esa casa de memoria, antes había pasado 1 semana entera con ellos.

Al llegar al segundo piso pudo oler un toque de naranja, el olor se volvía intenso cada que se acercaba al cuarto de Yun.
Abrió la puerta y vio al pequeño en cama y a Son a su lado.

-¿Sonny, está todo bien? - Son se percató del alfa y le sonrió.

-Mi pequeño es un alfa.

Esa oración hizo muy feliz a Cuti, su niño era un alfa como él. Estaba orgulloso.

-¡Eso es genial, Sonny! - Cristian se acercó de manera lenta pues no quería que Yun pensaba que estaba invadiendo su territorio, al contrario de eso, el pequeño se sintió más cómodo con la compañía del alfa mayor - ¿cómo estás, cachorro? Mi pequeño alfa, estoy orgulloso.