~Running to a dream~

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 1

A veces la vida puede tratarte bien, a otros los trata mal, muchos nacen en cuna de oro sin preocupaciones sobre su futuro, otros caen en desgracia experimentando el dolor trabajando desde muy temprana edad para sobrevivir.

La parte negatide la vida, se le fué concedido a cierto chico llamado Denji.

Denji es un adolescente de pelo rubio y desaliñado. Tiene ojos de color marrón amarillento y bolsas debajo, lo que da como resultado una expresión aturdida y cansada. Sus dientes son notablemente afilados y angulares. Debido a la desnutrición en su infancia, tiene una constitución flacucha con costillas sobresalientes, y debido al estrés de lo que hizo para ganarse la vida, a menudo se lo confunde con ser mayor de lo que realmente es.

Llevaba un parche en su ojo derecho seguido de otros órganos no esenciales, incluidos un testículo y un riñón.

Se cubrió el ojo que le faltaba con un parche. También usa una camiseta sin mangas blanca suelta, una chaqueta verde y pantalones negros durante este tiempo.

Aquél chico era acompañado por su fiel amigo demonio, aunque no tan "peligroso" a cierta vista para muchos, un perro con una motosierra en la cabeza, más bien, es el demonio motosierra en su forma de debilidad.

Los sucesos vividos durante todo ese tiempo no fueron para nada agradable para el chico, matar demonios a una temprana edad también beneficioso, pero el dinero iba directamente para sus gastos o la yakuza.

Aún así, el vivió hasta cierto día...

La noche era lo único que se daba mostrar en aquél lugar de la casa, no parecía tan casa, pero algo es algo, teniendo agua y luz, si lo era para denji.

El chico estaba afuera un poco alejado con su fiel amigo mientras ambos comían una rebanada de pan, teniendo que soportar la gran desnutrición que vivían cada día y noche.

Denji: - viendo las estrellas - ¿sabes pochita?, siempre te lo eh dicho pero aún así, no me canso de decirte mis grandes sueños, soy muy soñador y que quiero cumplir todo esos sueños, pero en esta situación, solo es mierda

Pochita: - alegre - ¡woof!

Denji: - abrazando a su amigo mientras acorrucaba su cara en el pelaje del demonio - quiero poder comer 3 comidas diarias, tener un lugar que llamar hogar, tener una sexy novia, tocar unos pechos, tener sexo desenfrenado sin parar, y que alguien me diga "te quiero mucho denji, me alegro que aparecieras en mi vida"

Pochita: - tristemente le lame la mejilla a su amigo - ...

Denji: - se deja querer por su amigo - jajaja, está bien pochita, no es culpa tuya, es más bien la culpa del bastardo de mi padre - mencionó con odio -

El perro sabía lo bien que denji odiaba a su familia, el iba a morir por una enfermedad que le heredó su madre, una deuda millonaria con los delincuentes más peligrosos, aún así, el corazón de denji solo guarda rencor y rabia.

Gracias a la ayuda de el, el rubio pudo abrirse más con él y poder ser mejor persona.

Ambos se levantaron del tronco de madera, empezando su leve aventura hacia su casa, le divertía la idea de poder hacer algo por su vida al chico, aún así, nunca pudo hacer algo.

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—Al día siguiente...

El día había empezado relativamente mierda para el chico, hacer la rutina de siempre, matar demonios, trabajar como condenado, no fué así hasta que se encontró con el jefe de la yakuza, un anciano que parecía idiota.