•CAPÍTULO 10•

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Mis hombres y yo nos encontrabamos observabando al ejército Japonés aproximarse, ya todo estaba listo, solo esperábamos el momento de empezar a atacar.

Pero de un momento a otro, me distraje al ver pasar un murciélago frente a nosotros quien se dirigía a la cima de la torre de mi palacio.

Rápidamente me dirigí al lugar, ya estando en la cima de la torre, me di cuenta que no sólo era un murciélago el que se encontraba oculto, si no eran varios.

Eleve mi mano un poco hacia ellos y como si nada estos obedecieron de la misma forma elevandose hacia arriba.

Sonreí de lado ya que su obediencia de estos iba a ser muy útil.

De manera espontánea empezaron a llegar cientos de murciélagos al mismo lugar donde yo me encontraba, estos empezaron a dar vueltas por toda la torre, formando así, una especie de nube negra.

Sin más rodeos, eleve toda mi mano y todos los murciélagos empezaron a elevarse de igual manera.

A lo lejos observe a los soldados Japoneses que marchaban hacia mi palacio, una vez teniendo a mi mando a los murciélagos hice que estos fueran rápidamente a atacarlos

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A lo lejos observe a los soldados Japoneses que marchaban hacia mi palacio, una vez teniendo a mi mando a los murciélagos hice que estos fueran rápidamente a atacarlos.

Nuevamente hice mi mano hacia arriba para elevarlos, así formando una enorme nube. De inmediato golpeé mi puño contra el suelo, haciendo que la manada de murciélagos caiga de golpe hacia los soldados, provocando que estos empiecen a escapar y dejando de lado el plan japonés.

Mis hombre aprovecharon la situación y desde el palacio empezaron a lanzar cañones y flechas con fuego, ante el gran enfrentamiento una gran parte de los soldados japoneses empezaron a morir.

Empecé a sentirme más tranquilo, estaba funcionando nuestro ataque.

Estaba decidido en quedarme en este lugar para poder proteger a mi familia, pero me distrajo una persona quien peleaba en medio de la guerra, el único soldado con traje dorado, al darme cuenta de quien era, rápidamente salte de la torre y me dirigí hacia hasta donde estaba él, abandonando mi lugar .

Mi enojo me cegó, no pense las cosas, solo quería matarlo y acabar con esto.

-- ¡¡Hanazono!! -- lo tome por su traje, estaba a punto de matarlo con mi espada, hasta que este se sacó el casco, para mostrarme su rostro y darme cuenta que este no era a quien buscaba, si no un hombre cualquiera -- ¿Que? ¡¿Donde esta Hanazono?! - le hable al hombre, pero este no decía nada.

° Narradora Omnisciente

Jeon no se percato que cayó en la trampa del emperador Go-Hanazono II.

Mientras este bajo hasta donde creía que estaba su contrincante, Ronin y sus hombres aprovecharon la situación e ingresaron al palacio sin ser vistos, para que estos al instante empiecen a atacar a los guardias quienes protegían a la esposa e hijo de Jungkook.

D R A C U L A  [Jeon Jungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora