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Un beso tras otro.

Mordidas en su cuello y las manos de Jon debajo de la ropa.

Entre risas y suspiros, ambos tocándose y tratando de desaparecer la ropa contraria en un juego mientras Jon la hacía retroceder cada tanto hasta recostarla sobre el sillón, subirse sobre ella, quitarse la camiseta, tirarlo donde sea y volvía a sus labios en besos más largos y ansiosos. Los gemidos y jadeos no tardaron en hacerse oír por los besos más profundos sobre la piel ajena y las mordidas para dejar marcas.

Los toqueteos aumentaron a pesar de seguir con la ropa. Los suspiros en el oído del otro los incitaba a seguir con el calor entre ellos, creciendo nada más.

Algunas risas entre ellos, riendo solo del momento y del éxtasis que experimentaban en su sala. Jon desabotonaba su blusa entre risas y besos junto a palabras suaves, coqueteándole enfocándose en su cuello mientras sus dedos pasaban a desabrochar el sujetador negro ajeno.

Su mente colmada de la oxitocina ante el placer que sentía bastando solo las manos de Jon a pesar de apenas empezar. Los besos y jadeos propios se vieron sofocados ante algo que había llamado su atención al tenerlo más cerca. Algo que totalmente la había sacado de su éxtasis en un segundo.

- espera- pidió volviendo a la realidad y aspirar de nuevo ese aroma. Su estómago se contrajo sintiéndose ahogada por el olor cítrico de esa fragancia de bergamota. Jon pareció no escucharla al principio hasta que notó que ella se había detenido sintiéndola extraña.

- ¿Qué pasa?- preguntó confundido, estando agitado a la vez, hablando con una voz entrecortada con su cabello revuelto.

- ¿Estás usando loción?- preguntó haciendo una mueca al reconocer que el aroma venía de Jon. Y apenas lo había notado. O apenas lo encontraba molesto.

- gracias por notarlo- Jon suspiró peinando su cabello con sus dedos hacia atrás, dando una sonrisa orgullosa. - ¿te gusta?, es nueva y caro además, pero veo que vale la pena sí...

- no- negó asqueada al notar el pomelo en la fragancia - agh. No, Jon, huele horrible. Nunca más lo uses. - se cubrió la boca con el dorso de la mano tratando de calmarse, pero el olor se había impregnado tanto que la irritó por haber molestado y arruinar ese momento.

- ¿Qué?, pero que dices - ofendido, Jon pensó luego que estaba jugándole una broma e intentó seguirle la corriente - si te acercas más te gustará, te lo aseguro - sonrió recostándola por completo al sillón de nuevo.

- es en serio- lo detuvo molesta- ¿Puedes ducharte?- su irritabilidad había salido a flote y se estaba desquitando con la persona equivocada, lo sabía, pero ahora solo pensaba en ese olor que le estaba dando dolor de cabeza - apestas.

Jon esta vez notó que estaba de mal humor.

Trató de saber el porqué.

- oye...

- ya no quiero seguir. - molesta lo empujó un poco más para sentarse y abanicarse con una revista que estaba sobre la mesita a su lado.

- ¿Sabes qué?, tampoco yo- un molesto Jon recogía su camiseta y se marchaba molesto a su habitación. - avísame cuando se te quite lo irascible.

El golpe de la puerta fue lo único que se escuchó después.

...

Bien.

Exageró.

Había actuado como una idiota.

Estaba más relajada y veía que se había pasado de la raya.

Lo aceptaba. Sabía cuándo hacía algo mal y esta vez había sido ella quien lo había ofendido y lastimado al escuchar el sonido de la ducha tras la puerta del cuarto.

De verdad le había hecho caso y lo conocía perfectamente para saber que ahora mismo debe estar molesto con ella.

Después de un rato tocó la puerta. Escuchó el "pasa" tan crudo por parte de él que se sintió aún peor.

Al entrar lo vio acostado en la cama con su celular en mano, ignorándolo.

- te escucho Wayne.

Bien, ese lado engreído de Jon era totalmente su influencia y pagaba precio por ello cuando metía la pata.

Antes de decir lo siento volvió a sentirse mareada y se sujetó del marco de la puerta al notar que su equilibrio casi se veía afectado.

Frunció el ceño y la incomodidad de su cuerpo se presentó de nuevo.

Se mordió el labio aumentando su ritmo cardiaco ante la idea de nuevo formándose en su cabeza, aunque no sé completaba en formar esa posible respuesta.

- no esperaré toda la noche, ¿Si?- la voz sería de Jon la trajo de vuelta.

- Jon. . .

Empezó, pero su voz tembló y su boca no supo qué decir o que hacer.

- si, te escucho. - seguía sin mirarla y notar el caos en la que ella estaba.

Aún seguía apoyándose en la puerta.

- creo que estoy embarazada.

Lo dijo incrédula, apenas procesando de por fin contemplar la idea completa en voz alta.

Tragó saliva al volver a escuchar su propia voz en su cabeza de lo que había dicho.






































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La loción de Jon es ACQUA DI PARMA un revitalizante aroma cí­trico. Esta fragancia se caracteriza por sus notas afrutadas de bergamota, limón, pomelo y madera de cedro.

Cosa de padres (Jondami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora