Escarmiento

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Saludó a Alfred y a su padre, algunas palabras más, hasta que terminaron sentados en la sala con tazas de té. 

- ¿Viniste por algo en específico?

Bruce no podía quedarse con incógnitas.

- ¿Tan extraño es que quiera verlos? - usó el mismo toque ácido que él cuando quería empujar respuestas. 

- sí. 

Daniela se había adaptado bastante bien el vivir sola con Jon como para visitar la mansión en las tardes, pues solo lo hacía en las noches y en la cueva para resolver en conjunto y usar la computadora central para avanzar con los casos de Gotham. 

Antes de que ambos se envuelvan en una discusión, Alfred intervino agradeciendo la visita y golpeó el hombro de Bruce mirándole mal. El hombre hizo una mueca y suspiró. Tendía arruinar los momentos.

- pero me alegra que estés... - se corrigió un poco molesto viendo a Jon- estén aquí. 

- sí, pero solo porque...

- cálmate. - Jon codeo a Dick molesto con este que iba a arruinar la conversación tranquila. 

Claro que la fuerza de Jon se vio influenciada, sin querer, por el rencor guardado de muchos años. 

- ¿A quién crees que le hablas chiquillo? - Ni tardo ni perezoso Dick le regresó el golpe. 

- ¿Chiquillo? - Jon le respondió y este otro esquivó. Ambos se miraron airados queriendo desquitarse desde que se vieron en el hospital. En pocos segundos se lanzaron el uno al otro con golpes y sobre el suelo, forcejeando. - !tengo 23¡

Bruce alzó una ceja. Todos sabían de la relación tensa que Dick y Jon tenían. 
Las ganas de golpearse entre ambos siempre estuvieron, pero nunca llegaron a ese punto, por respeto y cariño a la misma persona. 

Al parecer ya no había respeto por ahí. 

Tenía que admitir que Dick, quién se había hecho más cargo de Daniela que él mismo, había creado ese lazo parental donde la veía a ella como su propia hija, desarrollando en el proceso los celos parentales que él como padre biológico también los tenía, pero Dick era más exagerado hasta punto de llegar al dramatismo. Y a la violencia, al parecer. 

Algo había hecho explotar la tensión de ambos y se debía relacionar todo a su hija. 

Redirigió su mirada hacia ella que incómoda y avergonzada frotaba las sienes de su cabeza. 

- ¿Y bien? - presionó su padre.

- ¡eres un hipócrita!, !tú ya tienes una hija¡

- !eres un mocoso hormonal¡- Dick, tomó un jarrón que estrelló cerca de su rostro. 

Ambos tomando objetos que no lastimarían al otro seriamente.

- ¡claro¡- Jon tomó un cojín de los sillones. -  lo dice el que lleva de apodo literalmente su p...

Alfred se levantó reprendiendo a ambos que seguían forcejeando en el suelo el uno sobre el otro. 

Ante la presión de la mirada molesta de su padre, sabiendo que él sabía que todo lo relacionaba a ella, prefirió ser directa y rápida para este punto ya. 

Tomó un poco de aire y cerrando los ojos suspiró despacio, sonriendo primero avergonzada de la pelea y griterío que seguía llevándose detrás de ella donde estaban los chicos. 

Miró su propia mano derecha donde suavemente lo puso sobre su abdomen, deslizando suavemente hasta su vientre. No podía mirarlos, así que sabía que bastaba un gesto para que entendieran. Sonrió aún más para ella misma al pensar que en unos pocos meses habría bastantes cambios con su cuerpo. 

Bruce miró en silencio cuando puso su mano en su abdomen hasta su vientre. 

Su mente quedó en blanco sin respuesta. 

A su lado, Alfred exhalaba de sorpresa. 

Le carcomió ver que Alfred había entendido de lo que su mente bloqueaba por entender. O querer entender. 

La sonrisa pequeña en los labios de su hija y como miraba donde ella aún seguía tocando, le daba ideas de que era, pero ninguna quería formularse en su cabeza. Prefería pensar en otra cosa. Tal vez ella . . . no eso era peor. No. No. No. 

- estoy embarazada. 

Las palabras que vinieron de su propia boca acompañada de ella mirándolo, lo desarmaron por completo. 

¿Embarazada?

Pero era una niña. 

Aún recuerda cuando se vestía de Robin. 

La capa.

Su actitud tan arisca con los demás. 

El cómo trabajar con alguien era un castigo y no traía nada bueno la confianza. 

Sus berrinches. 

Las peleas con sus hermanos. 

Su estatura. !Su estatura! 

Su hija apenas le llegaba a la cintura y su voz infantil...

Y luego estaba Jonathan. 

Miró hacía al porqué se habían detenido cuando Daniela habló. Se concentró en Jonathan. 

Recordó cuando los juntó como equipo. 

Como él se quejaba de ella. 

Los problemas en la que ambos se metían. 

Las peleas. 

Los gritos de odio que se lanzaban. 

¿Cómo era posible?

No. 

Espera. 

Recuerda a Jon estar más seguido en la mansión. 

Las salidas al parque.

Como Daniela empezó ausentarse en la mansión y pasaba con él en la granja del chico. 

Los abrazos entre ellos. 

Cuando se tomaban de la mano. 

Cuando dijeron que salían como pareja. 

Oh no. No, no, no. 

Las veces que fingió no ver o ignorar cuando los veía besándose en los pasillos. En la cocina. 

Y esa otra vez cuando ambos estaban el uno sobre el otro en el sillón y cuando ambos se separaban excusándose con cualquier cosa. 

Espera. 

Aquellas ocasiones en las que encontró el cuarto de su hija cerrada y luego a la mañana siguiente a un Jon saliendo por la ventana.

Su enojo se hizo presente y se levantó airado del sillón alzando la voz.

- !¿Cómo, que estás en...

- !¡Llegué!¡- Tim abría con esfuerzo la puerta orgulloso aún en el suelo, arrastrándose. - estaba golpeando la puerta, pero creo que no escucha...

- !A ver si con esto escarmientas kriptoniano!

Un Jason saltando lejos de ellos había lanzado un proyectil con una carga verde juntada a un punto rojo que parpadeaba. 

Todos ignorando a Tim observaron el ruido que se había provocado y la estela de humo blanco que dejó al disparar. 

- qué demonios

Jon se apartó volando, pero el proyectil dobló en su curso redirigiéndose de nuevo a él. 

Tenían rastreador que tenían que llegar solo a él. 

- ¿!Es en serio!?

Jon volvió a apartarse volando y huyendo de esa piedra a la que congeló y esta, terminó cayendo al suelo. Pero no descansó al ver a 5 proyectiles más perseguirlo. Todos siendo manejados con un control que Jason le había tirado a Dick y qué contento se puso a maniobrarlos. 


























Cosa de padres (Jondami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora