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Una sonrisa salió en mi cara al ver de quien era la carta, era del centro deportivo de Barcelona. Yo estaba estudiando psicología y desde pequeña he querido llevar mi trabajo al ámbito deportivo, era mi sueño. Y como buena catalana que era desde mis doce años que me mudé de Sevilla a Barcelona, soy del Barça. Ahora mismo estaba buscando trabajo ya que había terminado la carrera, aunque al estar en la rama de medicina, tenía que estudiar algo nuevo cada día. Había enviado mi solicitud de trabajo al centro deportivo y me acababa de llegar la carta de aceptación, o bueno, de rechazamiento.

- Venga ábrela - me dice mi padre, mi ilusión y mis nervios ocupaban todo mi cuerpo, mordía mi labio inferior fuertemente y mis manos temblaban.

- Venga hombre que es para hoy - me dice mi hermana, ella sabe lo que me importa todo esto y está igual o aún más ilusionada que yo.

Suelto una pequeña carcajada al oírla y la abro, al temblar se me complica la cosa  pero consigo abrirla. Extiendo el papel y mi hermana y mis padres se acercan a mi para poder verla, yo voy leyendo en alto.

- Estimada señorita Sánchez,  el puesto promete ser un desafío, además de ser muy apasionante, dos aspectos que tenemos mucho en cuenta. - mis ojos me empiezan a arder y mis piernas se debilitan - Hemos tenido en cuenta tu oferta y tu informe en el que redacta que muestras unas notas impecables, por todo esto hemos decidido que nos gustaría que te unieras a nuestro centro de deportes como psicóloga del Barça, ya que eres un grato con valiosas aportaciones - mi voz temblaba al decirlo y se cortó sin dejar de terminar de leer la carta al leer que me habían aceptado como psicóloga del Barça, no me lo creía.

Siento un dolor en la tripa y comienzo a llorar de la alegría, me tapo la cara con la carta en la mano y mis padres me abrazan, mi hermana se une al abrazo y mi llanto aumenta, había conseguido mi sueño, lo había deseado desde pequeña. Todos se separan de mí para dejarme respirar y me limpio las lágrimas con mis manos aunque sigo llorando.

- Sabía que lo conseguirías cariño - me dice mi madre y lloro más, será un poco exagerado para otras personas, pero para mi no. Levaba tres años dejándome la piel estudiando, quedándome toda la noche en vela, aguantar las críticas de mis profesores, y un millón de cosas más que he soportado pero no cabrían en un solo libro. Mi madre me agarra la cara y me da un beso en la mejilla, yo la abrazo y me calmo.

Abrazo a mi padre y a mi hermana, los quiero demasiado a los tres, siempre han estado ahí apoyándome, no me imagino un futuro sin ellos.

- Te quiero Martina - me dice mi hermana cuando dejo de abrazarla, yo le sonrío.

- Yo te quiero más enana - le digo y me la como a besos mientras ella se ríe.

Mi hermana me hace muy feliz y el hecho de pensar que no tendré un futuro con ella, que no podré celebrar las navidades con ella cuando tuviéramos hijos me rompía por dentro. Siempre dicen que los hermanos se odian, que son lo peor. Para mi mi hermana Eva, con tan solo ocho años, ya me había salvado completamente y fue la única que sano mi corazón.


***


Salí de la ducha y me puse un chándal, era cuatro de Mayo y mañana empezaba a trabajar, mi mejor amigo, Lucas, me iba a acompañar al primer día ya que tenía que llevar algunas cosas para mi oficina. Días atrás tuve una reunión con Xavi, el entrenador del Barça, y me dijo que tendría una consulta para recibir a los pacientes. Todavía no había hablado de mi pequeña obsesión con el jugador con un ocho en su espalda, si, Pedri, Pedri González. A parte, me había independizado para estar más cerca de mi trabajo, creía que ya era hora, dentro de dos meses cumpliría veinte años y me gustaba tener mi propia casa. El caso es que en estos momentos había muchas dificultad para encontrar una casa asequible, y mis padres no es que tuvieran mucho dinero, ellos me iban a ayudar hasta que recibiera mi primer sueldo. Estuve buscando habitaciones de alquiler para compartir, así que el quince de Abril me mudé nada más ni nada menos que con los Buyer, si, los Xbuyer. Yo todavía no me lo creía, esos youtubers eran muy importantes para mi, habían conocido a cada uno de los jugadores del Barça, incluso al canario que le gustan más las manzanas que el plátano de su tierra. 

Bajé a desayunar, había un silencio enorme en la casa, eso era culpa mía. Al coger confianza con los hermanos, saben que me encanta dormir, es uno de mis hobbies favoritos y puedo dormir más de trece horas, así que ellos hacían silencio mientras yo dormía o estudiaba, sabían que si no habría consecuencias.

- Buenos días bella durmiente - le saco una sonrisa a el menor.''

- Buenos días Eric - este me pasa una tostada de aguacate y un café, cuando me hacía esto hacía que lo amara más, sabía cuanto me gustaba el café y esas tostadas.

- Aw, te amo enano - 

- Oye, que tenemos la misma edad, te recuerdo - yo me rio ante su comentario y le doy un bocado a la tostada.

Cuando subí a mi habitación hice mis necesidades y aproveché a hacerme una foto.

@Marti_sanchezz 

@Marti_sanchezz 

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Desc: Buenos días ☀


Si, esa era yo, a veces me odiaba, gracias a mi preciosa madre, Laura, tenía un culo más grande que el padre de Gumball, era un horror, simplemente el hecho de comprarme unos pantalones era un horror, nunca había de mi talla. Esa era una de las razones por la que caí en mi trastorno, cuando veía a las niñas de mi clase cuando era más pequeña la envidia me comía por dentro, ellas no habían desarrollado tanto como yo, era la única que tenía caderas y culo, por suerte mis pechos y mis muslos son normales. Castaña, desordenada, despistada, gafe, lo tenía todo, todo lo malo. Era una desordenada, prácticamente en mi cuarto no se podía entrar, siempre acababa perdiendo las cosas. Siempre se me olvidaba todo, cargar el móvil, las reuniones, fechas importantes, poner la alarma, mi madre se cabreaba mucho por ello y ahora aún más ya que me había independizado y no le cogía nunca el móvil, pero, no es mi culpa, no lo hacía aposta, nunca era mi intención, simplemente formaba parte de mí. Y, aunque mi familia me machaque negándolo, soy gafe, siempre me salen las cosas mal, siempre que rezo para que no me pase x cosa me acaba pasando, mi padre dice que es porque soy demasiado buena, sinceramente no entiendo bien ese razonamiento.

Empecé a guardar cosas en unas cajas de cartón, cosas que necesitaba para mi oficina, hojas, bolis, fotos, carpetas, plantas para decorar, y, por supuesto, ropa de cambio porque siempre me pasaba algo y no tenía ropa de cambio, eso me lo recordó Lucas. 

Mañana conocería a los chicos, incluido el canario. Aunque era muy fan del Barça, nunca había ido a un partido, pero hace unos días los chicos me dijeron que tenían entradas para ir a ver el partido de esta noche, sabían cuanta ilusión me hacía, esos pequeños detalles (más bien grandes para mí), hacían que se convirtieran en mis niños. Estaba demasiado nerviosa, nunca había tocado el Camp Nou y ahora iba a trabajar en el e iba a ver mi primer partido en el. Tenía toda mi habitación llena de cosas de Pedri, también tenía su camiseta, mis padres hicieron un esfuerzo para regalármela por mi cumpleaños. Tenía cojines de él, fotos por las paredes, mantas, colonias, etc. Cuando me mudé los chicos fliparon y desde ese entonces se ríen de mi por mi obsesión con él.

CONTIGO HASTA EL INFINITO - PEDRI GONZALEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora