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No puedo estar quieta, llevan operando a mi hermana dos horas y todavía no nos han comunicado nada. En la habitación estamos Pedri y yo, mis padres están en una sala de espera más cerca del quirófano ya que son los padres. Camino de un lado a otro en la habitación mordiendo mi uña, ¿y si le ha pasado algo?, ¿y si se encuentra mal y se h despertado en mitad de la operación? Esas preguntas y otras mucho peores invaden mi cabeza y no puedo estar tranquila.

- Martina relájate, tu hermana está bien - está sentado en el sofá de la habitación, no le hago caso continuo pensando, Pedri se levanta y en una de las vueltas me lo encuentro a centímetros de mi, me coge de las muñecas - relájate - suspiro.

- ¿Y si le ha pasado algo? -

- Martina está bien -

- ¿Y si se ha despertado en mitad de la operación? -

- Que  no tranquila -

- ¿Y si se...-

- No - me corta y hace una pausa - Eva está bien, la están operando y cuando salga volverá contigo, ¿vale? - vuelvo a suspirar y me apoyo en su pecho, oigo su corazón latir y al sentir sus brazos apretarme me tranquilizo.

- Gracias por aguantarme - digo cuando me separo, el me saca una pequeña sonrisa y me besa.

- Tu no me cansas - me dice con las frentes apoyadas y una sonrisa sale de mí, lo vuelvo a besar, sus labios me hacen sentir bien.

Pedri y yo pasamos una hora más en esa habitación viendo una serie en su móvil, mi cabeza no se podía parar de hacer las mismas preguntas pero intentaba pensar que todo iba a salir bien. Mis padres se habían entendido bien con Pedri, eso me alegraba, aunque no fuéramos nada que se fueran conociendo no estaba nada mal. Mis padres entran en la habitación y yo me levanto del sofá, mi madre se acerca a mi y me abraza.

- Cariño tranquila, todo ha salido bien - me dice al oído y empiezo a llorar, no me lo creía.

Mi madre me abraza más fuerte y yo lloro más, cuando me separo abrazo a mi padre y este me levanta del suelo. Cuando me separo de él me seco las lágrimas sonriendo y me dirijo al canario, el me mira con una gran sonrisa, me abraza y yo lo agarro fuerte.

- Te lo dije enana - me dice al oído y me rio medio llorando.

Esperamos en la habitación a que traigan a mi hermana, Pedri y yo seguimos viendo la serie, está vez puedo concentrarme en ella ya que estoy más tranquila por la noticia. Mis madre está con el móvil y mi padre ha salido a comer algo, mi cabeza está apoyada en el hombro de Pedri y su mano en mi muslo, todo comenzó como algo casual con momentos eróticos.

Al cabo de media hora entra mi hermana entra por la puerta en camilla acompañada por unos médicos, yo me levanto y voy corriendo hacía mi hermana, ella está medio moribunda pero me da igual y la abrazo. Mis padres van a hablar con el médico de cabecera y Pedri y yo atendemos a mi hermana.

- He estado en en en la la play-playa - ambos reímos, Eva esta sedada y no sabe lo que dice.

- ¿A si? - pregunta Pedri y lo miro sonriendo.

- Si, he visto ranas con mamuts y cabezas de pollo - se expresa con sus manos y reímos, lo que decía, tiene una imaginación increíble. - Oh, espera, ¿es tu novio? - abro los ojos y me pongo roja, miro a Pedri y este me sonríe. - Por fin tienes novio hija mía, llevaba dos meses viniendo aquí todos los días, me tenías sofocada - mi hermana puede ser un poco tonta a veces, sobre todo si la sedas. Pedri se ríe pero yo no, yo estoy completamente roja y avergonzada gracias a mi hermana pequeña.

- Bueno bueno bueno, ¿como está la pequeñaja? - interrumpe mi padre y lo agradezco.

Hablamos con ella hasta que se vuelve a dormir, está conectada a muchos cables y tiene la cabeza vendada, eso me hace sentir agujas en el estómago. Decido quedarme yo a dormir, mis padres habían estado todos estos días y necesitaban dormir en otra cosa que no fuera un sillón, por el bien de su salud. Mis padres se van a las ocho de la noche y Pedri se queda conmigo.

- Deberías irte, tienes que descansar - le digo, estoy agarrando la mano de mi hermana que sigue dormida.

- ¿Estarás bien? - asiento.

- Si, tranquilo, además mañana tenéis partido - le digo

- Mañana vengo a veros por la mañana - asiento y me levanto.

Me coge de la cadera y me acerca a él, junta sus labios con los míos, por fin puedo besarme con él, en parte lo necesitaba. Se desata la misma pela de siempre, y, obviamente, él agana. Nuestros besos son inigualables, creo que no los podría tener igual con otra persona, con él siento que vuelo y eso me hace sentir muy bien. Subo mis manos a su nuca y tiro de su pelo, el gruñe y yo me acerco más a él, tanto que siento su corazón.

- Mañana vengo - me dice cuando nos separamos y me da un pico antes de desaparecer por la puerta.

Me tumbo en el sillón y agarro la mano de mi hermana.

- Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, me has ayudado un montón, no sabes cuanto. Eres mi lugar de paz, y eres la mejor hermana que se puede tener. Solo te tienes que esforzar un poco más, tienes que luchar, estoy segura que juntas superaremos el cáncer - se que no puede escucharme pero me da igual, le digo esas palabras mientras lágrimas salen de mi.

Le doy un beso en la frente y me tumbo en el sofá, a los pocos minutos me quedo dormida, había sido un día intenso, pero al menos mi hermana estaba bien.


CONTIGO HASTA EL INFINITO - PEDRI GONZALEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora