los Onis, seres del inframundo, la mano derecha de las figuras mas importantes de aquél lugar. Seres temidos que poseen mucho poder y que no durarían en volarle la cabeza a quien se le cruce en el camino. O bueno, al menos eso dicen.
luego de un largo entrenamiento, llegó el momento de probar sus habilidades.
─ Bien chicos... ahora me mostrarán lo aprendido, quiero ver como hacen un portal hacia los Campos Elíseos─
Canadá se apuró a empezar logrando abrir un portal pero hacia la casa de unos desafortunados campesinos, que lo único que hicieron fue pegar un grito de espanto, pero se apresuró a cerrar aquél portal.
─ Muévete idiota, así se hace...─
Ordenó USA con completa confianza para empezar a hacer los mismos movimientos que su hermano Canadá. Al inicio de la técnica se logró ver una leve luz que emitía de las manos del menor indicando que iba bien, pero todo terminó en una gran explosión.
Zeus, tan precavido, se protegió al segundo del fallo. Sin embargo, los dos restantes estaban tapados por una montaña de arena, aunque se libraron de esto aleteando rápidamente.
─ ¡Pedazo de idiota, mira lo que hiciste!─
Gritó en de rizos rojos.
─ Ya cállense, es mi turno─
El mexicano se alejó de los demás unos pocos metros, realizó los movimientos necesarios abriendo un portal hacia el lugar pedido por el Rey.
─ Impresionante, México... por otro lado, Canadá... debes concentrarte más en dónde quieres ir─
El de la hoja de maple asintió y siguió practicando.
─ Y tu Usa, Debes contener por más tiempo tu energía y al soltarla alzar los brazos en línea recta─
Usa también siguió con la práctica.
México aprovechó para leer aquellos libros que Zeus le había dado. Afortunadamente su lectura era mucho más rápida que la de cualquier mortal y no tardó más de una hora en leer esos gordos y pesados libros.
Pasados unos días, los hermanos del mexicano habían aparecido en en castillo dónde él descansaba
─ Por fin vuelven─
─ Es culpa de USA, nada le sale─
Reprochó Canadá.
─ ¡Cállate, tus portales se abrían en todas partes, menos en e castillo!─
─ Al menos mis portales si se abrían, tarado─
─ Cierren el hocico, acérquense así les paso lo que dicen los libros─
los contrarios hicieron caso, y México puso sus manos en la cabeza de cada uno, pasandole mental mente lo que había leído en aquellos libros, ya que ese era uno de sus poderes, todo lo que referido a la mente.
─¡Increíble!─
gritó emocionado Canadá.
─ Bueno, ya que los tres estamos listos, vamos con el rey Zeus─
los demás asintieron, tomaron sus cosas importantes, y así fueron con el susodicho.
─Señor Zeus, estamos listos para emprender nuestra misión─
Aquél dios asintió y sin apresurarse abrió un portal hacia el Inframundo, bastante alejados del castillo donde estaban Hades y demás seres importantes, un fuerte calor salía de allí.
─ Tomen la poción de invisibilidad y recuerden ocultar su energía─
los jóvenes hacen lo pedido y entran a aquél portal para luego dirigirse al gran castillo.
Al llegar entraron por una ventana y miraron a su alrededor. Era un lugar aterrador, aún así recorrieron el lugar en su totalidad.
En cierto momento, cuando recorrían, escucharon una voz proveniente de una habitación con una gran puerta. Los chicos se acercaron a esta y la abrieron lentamente para no llamar la atención de quien estaba en esa habitación. Los tres asomaron la cabeza para ver adentro y lograron ver a un demonio que estaba acostado boca abajo mientras dibujaba. A su lado dormía un pequeño dragón.
México aprovechó para meterse en su mente y escuchar lo que pensaba aquél demonio.
[¿Qué color le quedará mejor al señor Asmodeus? Quizá el gris... Se le ve elegante, aunque en realidad a él le queda todo muy bien]
El demonio se veía bastante entretenido y feliz. Parecía un niño. Pasados unos minutos saltó de la cama y quedó suspendido en el aire ya que agitaba sus alas rápidamente.
Los ángeles que miraban la situación sonrieron divertidos ¿Cómo podía ser ese niño un demonio de alto rango?
El joven demonio que ya volaba erguido, salía de la habitación y mientras tarareaba una canción se dirigía a algún lugar por esos pasillos. Claramente no fue solo, detrás suyo estaban los intrusos, los cuales notaron que el del frente media aproximadamente un metro, setenta. Casi lo mismo que USA.
─ ¡Señor Asmodeus!─
Gritó emocionado el demonio al entrar a una gran sala donde estaba un ser bastante alto, a diferencia del contrario, y su aspecto era mucho más temible.
El nombrado, el cual estaba sentado hablando con alguien más miró a su Oni.
─ ¿Qué necesitas, Argentina?─
─ ¿Escucharon? El demonio enano se llama Argentina─
Mencionó susurrando el mexicano a sus hermanos.
─ Le hice un dibujo, amo─
Anunció deslumbrante y emocionado.
─ Oh... que lindo─
Respondió Asmodeus con una leve expresión de desagrado disimulada. El pequeño, por esto, abrazó fuertemente a su "amo", pero fue alejado inmediatamente.
─ Ya, ya... sigue con lo que hacías─
Argentina salió más feliz de lo que estaba.
─ Ese niño es bastante tonto─
Mencionó el menor de los ángeles.
─ Parece enamorado─
Agregó Canadá.
─ Por lo que ví en su mente, él adora al viejo feo de la sala─
Aclaró México.
─ No es necesario leerle la mente, es obvio─
Comentó divertido el canadiense y los tres terminaron riendo.
─...¿Quien anda ahí?─
Preguntó el argentino mirando a su alrededor.
Mierda ¿No se había ido?
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Lovers Sin [Mexarg A.U] (cancelado)
Fantasy¡𝕸𝖎 𝖈𝖔𝖗𝖆𝖟𝖔́𝖓 𝖆𝖗𝖉𝖊 𝖈𝖔𝖒𝖔 𝖊𝖑 𝖋𝖚𝖊𝖌𝖔 𝖉𝖊𝖑 𝖎𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔! ¿𝕾𝖊𝖗𝖆́ 𝖕𝖔𝖗𝖖𝖚𝖊 𝖘𝖔𝖞 𝖚𝖓 𝖕𝖊𝖈𝖆𝖉𝖔𝖗, 𝖔 𝖕𝖔𝖗𝖖𝖚𝖊 𝖒𝖊 𝖊𝖓𝖈𝖆𝖓𝖙𝖆𝖘? 🌙~•~•~•~•~🌙 ¡Advertencia! En este libro te vas a encontrar con: ✴️Este libr...