Todos los seres superiores a los humanos, se caracterizan por tener poderes mágicos, tanto los ángeles, como los demonios. Hay algunos que carecen de esta cualidad; pero son minoría. Si bien la cantidad de poderes es ilimitada, los seres normales (Ángeles y demonios que no sean dioses) suelen poseer entre tres y cinco de estos. Mientras que el promedio de cantidad de los Dioses, o familia de sangre es entre treinta y cincuenta. No se nace sabiendo el poder mágico propio, si no que uno va descubriendo a medida que va transcurriendo su vida.
─ ...¿Quién anda ahí?─
Preguntó el argentino mirando a su alrededor.
Mierda ¿No se había ido?
Los tres contrarios se pusieron en alerta inmediatamente y se acercaron a la pared haciendo el menor ruido posible.
Argentina no le dio mucha importancia y siguió con su camino. Y los ángeles suspiraron aliviados. Tanta fue la relajación de USA que se le cayó el frasco con la poción que traía en la mano. Este sonido llamó inmediatamente la atención del demonio, ahora convencido que no estaba solo.
─ ¿Eres tú Mercurio?─
Cuestionó refiriéndose a su mascota, el pequeño dragón. Al no recibir respuesta se acercó a la zona del sonido y lanzó unos cortes a su alrededor. Dañando así el ala de México.
─ ¡Agh, hijo de perra!─
México enojado contraatacó al demonio pateando su abdomen y haciéndolo alejarse unos metros, pero se paró rápidamente poniéndose en postura de ataque.
─ ¡Muéstrate, cobarde!─
Gritó con enojo el demonio. México miró a sus hermanos haciéndole señas de retirarse, este salió por una ventana a su lado saltando, cabe recalcar que estaba a varios metros del suelo y se apresuró a abrir un portal hacia los Campos Elíseos.
Los otros dos hermanos se habían asustado ya que una de sus alas estaba lastimada. Se acercaron a la ventana y suspiraron aliviados al ver lo planeado por el mayor. Canadá volteó a ver al demonio, y este se acercaba rápidamente a ellos dos, por esto, el pelirrojo empujó a su hermano menor, el cual estaba muy asustado por el salto.
─ ¡No, Canadá!─
El nombrado saltó también, y así, lograron escapar de Argentina quien lanzaba ataques hacia ellos.
Cuando los tres pasaron aquel portal, se cerró automáticamente. Y los ángeles cayeron así en la sala principal del castillo de los Campos Elíseos.
─ ¡Estúpido, no me empujes así!─
─ Te jodes por ser tan lento, cobarde─
Mientras los dos menores continuaban la discusión, México miraba su ala dañada y comprobaba si la podía mover, por suerte no tuvo problema, aunque dolía. Luego le pediría a la princesa Japón que lo cure.
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Lovers Sin [Mexarg A.U] (cancelado)
Fantasy¡𝕸𝖎 𝖈𝖔𝖗𝖆𝖟𝖔́𝖓 𝖆𝖗𝖉𝖊 𝖈𝖔𝖒𝖔 𝖊𝖑 𝖋𝖚𝖊𝖌𝖔 𝖉𝖊𝖑 𝖎𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔! ¿𝕾𝖊𝖗𝖆́ 𝖕𝖔𝖗𝖖𝖚𝖊 𝖘𝖔𝖞 𝖚𝖓 𝖕𝖊𝖈𝖆𝖉𝖔𝖗, 𝖔 𝖕𝖔𝖗𝖖𝖚𝖊 𝖒𝖊 𝖊𝖓𝖈𝖆𝖓𝖙𝖆𝖘? 🌙~•~•~•~•~🌙 ¡Advertencia! En este libro te vas a encontrar con: ✴️Este libr...