Aquellos Sueños con Dientes de León

6. Ernesto

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Domingo 18 de septiembre de 2022

-¿¡Qué es lo que quieres!? ¿¡Qué buscas!? ¿¡Por qué yo!?

Elene miraba el atardecer, había algo diferente esta vez, ella se veía sana, no había marca en su cuello, su piel tenía un tono normal. Podía ver a la Elene que había sido antes de su muerte en aquel árbol.

Los ojos marrones de Elene la miraron y pudo notar un deje de tristeza en ellos, antes de que fueran llenados de odio.

-Tú lo sabes. Ella debe de pagar por todo lo que me hizo en la vida y tú también. Yo perdí a Charlie, y con su muerte, yo también morí. Era el amor de mi vida.

Es su voz, se escuchaba la agonía.

-Odio a esa mujer, te odio... quiero sangre -lloraba con fuerza.

Cuando se iba a acercar, algo ataco su cabeza.

Un dolor fuerte.

Cayó de rodillas.

Había una risa entre los árboles. Una sonrisa blanca. Un sentimiento hermoso y luego sangre, mucha sangre. Por todos lados.

-¡Emilia! -alguien grito con puro dolor. Un hombre sosteniendo un cuerpo.

Charlie sonriendo a Elene mientras miraban las estrellas en una noche de escapada.

Besos en la oscuridad.

-¡Benjamín! No pensarás dejar a tu madre sin hijo, ¿Verdad? -la voz de una mujer acongojada y con puro dolor que la hizo temblar.

Charlie y Elene amándose en lugares secretos, riendo en medio de las tardes, miradas llenas de sentimientos y secretos.

-Voy a acabar con tu hija, con Lucas, Victoria y tú al último.

Imágenes de su hija en el hospital, con moretones, dolores, llorando, dejando lo que le gusta para caer en la depresión.

-¡No, no, NO!

-¡No! -despertó, se tapó hasta la cabeza, llorando en silencio, sintiendo su corazón doler, moriría si a su pequeña le pasara algo.

Universo, no, por favor.

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Alicia había sido internada nuevamente, esta vez había sido un desmayo. Pero el doctor, le dijo que debía de quedarse unos días, algo pasaba.

Eso asusto y Andrea sintió que le faltaba el aire, tuvo que tomar varias respiraciones para calmar el ataque de pánico.

Una noche soñaba con su hija llena de moretones y llorando.

En otra soñaba con la nueva muerte de Lucas.

Donde este se encontraba en medio de una avenida, ensangrentado, ya que una camioneta lo atropella a toda velocidad.

Se habían acabado las pesadillas, ya no soñaba con Elene, pero si soñaba con muerte, siempre muerte.

A veces, dormía bien, solo sueños bonitos.

Andrea despertó descansada y sintiéndose muy asustada de la próxima movida de Elene.

Se lo contó a las jóvenes, no se lo quería contar a su hija, pero esta le insistió que la tuviera informada. Alicia comprendió que lo que le pasaba era por Elene, eso hizo asustar y enojar muchísimo a su hija.