━━━━━━✧♛✧━━━━━━
Los mejores momentos quedan en el alma para siempre.
-Voy a los juegos -anuncio Alicia corriendo hacia el juego, sube y baja, tirando a Victoria con ella.
-¿No están muy grandes para eso? -pregunto Ness mirándolas con genuina diversión.
Andrea lo noto y toco su hombro empujándolo despacio.
-Ve, diviértete, nadie de aquí te conoce y debería de importarles poco lo que haces. Tú puedes divertirte como quieras.
Ernesto miró a Andrea dándole toda la razón, se levantó corriendo.
Estas personas eran fáciles de convencer.
Lo vio llegar hacia las mujeres. Se sentó en otro y mientras jugaba con ella se veía que hablaban. Al rato escucho las risas de los tres.
-¿Y tú?, ¿no iras a divertirte con ellas? -Lucas negó sacando su cuaderno y un lápiz.
-Yo soy más de lo que dibujan el paisaje bajo la sombra de un árbol - observo el gran tilo que los protegía del sol.
-Oh, entonces no molestaré, estaré leyendo por aquí sola y me quedaré callada.
Lucas la miro de costado mientras garabateaba en su cuaderno.
-Puedes hablarme, no me molesta, aunque entiendo que el libro merece atención, pero para que sepas me encanta cuando hablamos de cosas al azar. Me calma.
Sorbió de su botella de agua, el libro quedo a un lado, ni su novela favorita de su adolescencia iba a impedirle hablar con el hombre en frente de ella.
El viento llegó y abrió el libro con fuerza, justo en una página manchada.
El recuerdo vino de la nada.
-Vamos Andrea -tiro de ella su amiga Carmen-, no hay que llegar tarde a la fiesta.
-Pero quiero seguir leyendo el libro, quede en la mejor parte, maldita.
Carmen la soltó haciendo, por consiguiente, el libro salió volando.
-Ups -Carmen lo recogió rápido-, se manchó con algo que estaba en el suelo. Limpia tu cuarto, inmundicia -protesto, mirando la mugre.
-Es mi cuarto y yo aquí mando.
Carmen insistió.
-Vamos, puedes leerlo más tarde, por ahora debes de ver a tu enamorado.
Andrea detuvo su mano que trataba de quitar la mancha del libro.
-¿Alejandro estará ahí?
Carmen asintió eufórica mientras saltaba cuando vio la ilusión en la cara de su amiga.
-Vamos, Andrea, debes de irle con todo. Sabes que lo tienes loco.
Y sin esperar más fueron corriendo por las calles hasta llegar al gran salón en donde solían hacer fiestas para jóvenes. Andrea solo tenía dieciséis años, pero se sentía totalmente grande.
Al ingresar sus ojos buscaron con rapidez a Alejando, cuando lo encontró sentado en uno de los grandes sillones, camino sin miedo hasta sentarse a su lado.
Vio la sonrisa grande en el rostro hermoso de Alejando, noto que ella también llevaba pegada una gran sonrisa y tomo a Alejando de la mano llevándolo a un lugar más privado.
ESTÁS LEYENDO
Aquellos Sueños con Dientes de León
FantasíaAndrea tiene cincuenta y siete años, según ella, en sus últimos días de vida. Sueños extraños y pesadillas engloban su vida últimamente, sucesos tanto paranormales como perturbadores y no solo eso, si no que esos sueños están protagonizados por na...