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Llegó al aeropuerto, faltaba alrededor de una hora para que su avión despegara, sabía que no era correcto irse sin decir nada pero se sentían tan abatido por sus emociones que decidió no enfrentarlo, tomó su maleta y se fue de Catar.
Esa mañana Lionel fue a la habitación de Ochoa, tocó varias veces la puerta pero la respuesta fue la misma que el día anterior. Espero un tiempo afuera, en caso de que hubiera salido, pero no llegaba. La sensación de preocupación lo invadió. Salió a buscarlo, pero las calles estaban inundadas de aficionados, era imposible pasar entre la multitud. Le dejó varios mensajes y llamadas pero tampoco eran contestadas, con el paso del tiempo su desesperación aumentaba, no encontraba otra solución más que hablar con los recepcionistas del hotel. Preguntó por el huésped que se alojaba en la habitación 67 y aunque los trabajadores no podían brindarle ningun tipo de información de sus hospedados, sólo le dijeron que la habitación había sido desocupada desde esta mañana.

Se cuestionaba el por qué se fue sin decir nada, revisaba los mensajes que aún no eran entregados una y otra vez,
tenía que despejar su mente, ahora lo único que importaba era ganar el partido.
Empezaba el juego entre Argentina y Francia, en el estadio de Lusail a las 18:00 hrs. El juego fue dominado durante 78 minutos por La Scaloneta, quienes se adelantaron 2-0 con gol de Messi, gracias a un penal polémico y de Ángel Di María, en un contragolpe letal. Con dos goles de Mbappé se consiguió el empate. En el tiempo extra Messi, volvió a adelantarse con un gol en el minuto 110; pero otra vez Kylian con un penal empató el encuentro con 3-3, luego de una mano clara de Montiel al minuto 117. Al 123', Kolo Muani tuvo la victoria para Francia, pero una atajada descomunal de Emiliano Martínez mandó todo a tanda de penales, otra vez Martínez fue la figura Argentina, el arquero le atajó el penal a Koman y luego Tchouameni falló el suyó.
La Albiceleste consiguió su tercera Copa Mundial, la elegante ceremonia comenzó, los Argentinos fueron galardonados. Se había hecho realidad, cumplió su sueño de ser el mejor jugador del mundo.

Memo hizo una escala en Madrid, la noticia de que Argentina era campeón estaba por todos lados. Tomó su celular y revisó los múltiples mensajes que Lionel le había enviado, no puedo evitar sonreír. Realmente se sentía arrepentido de haberse ido sin decir nada, no puedo hacer otra cosa que enviar un mensaje.
"Felicidades, realmente lo merecías"
En los vestidores del equipo albiceleste todos festejaban bailaban y cantaban.
—Lio, deja el celular ven a festejar con nosotros. —Kun buscaba llamar la atención de su mejor amigo.
—Enseguida voy.
—¿Quién te tiene tan ocupado—cuestionaba De Paúl.
—Es Anto.
—Después seguirás hablando con ella, chico enamorado —interrumpió Otamendi.
—De nuevo estás sonriendo ¿es otro mensaje? —Di María preguntaba
—No es nada. Tienen razón es momento de celebrar.

Llegaron a Argentina, un gran grupo de personas los estaban esperando, entre ellos reporteros o aficionados.
Les aguardaba un gran desfile que recorrería la avenida principal del país,todo era alegría, las personas salían de sus casas, gritaban y celebraban al ver a los jugadores.
Entre la multitud un seguidor los perseguía, llevaba un típico sombrero charro, intentaba acercarlos al equipo.
—¡Dáselo a Ochoa, bobo! —Lionel quedó sorprendido con el comentario.
—¿Y eso a que viene?
—No es nada personal, pero ese tipo te seguía a todos lados, era algo raro.
—Yo quería que estuviera allí.
—¿Qué?
—Le pedí que se quedará conmigo. —el arquero quedó sorprendido por la confesión de su amigo.
—No, no sabía. Creí que tu y Anto estaban juntos y yo le dije que...
—¿Qué le dijiste?
—Le dije que tu ya tenías a alguien.

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