Perfecta

10

Se encontraba en un lugar elegante y amplio aunque no habían muchos invitados, los novios querían algo íntimo, solo familiares y amigos.
Algunos asientos adelante lo vio, moría de ganas por hablar con el, pero la ceremonia estaba a punto de comenzar.

Unos meses antes se celebró la despedida de soltero de Javier, fue en una playa de México invito a sus amigos más cercanos entre ellos Memo.
En una noche de fiesta las cosas se descontrolaron un poco.
—SHOT, SHOT, SHOT —todos gritaban para que Vela se terminará el caballito de tequila. Golpeó el vaso contra la mesa sin intención de romperlo y animaba a sus compañeros para que hicieran lo mismo.
—¿Quién sigue? —decía el delantero mientras rellenaba el vaso con tequila. El portero de la selección mexicana no tenía los mejores ánimos pero intentaba seguir el ambiente fiestero, la mayoría de invitados estaban en estado de ebriedad, eran pocos los conscientes.
Hernández era un de los pocos moderadamente "sobrio".

Ya era algo tarde, de alguna manera y con ayuda de Lozano lograron encontrar un taxi que los llevará al hotel.
Por fin consiguieron que se quedarán dormidos en sus habitaciones, Hernández seguía con Guillermo, para asegurarse que llegará a su cuarto, casi lo llevaba cargando.
—Se que estuve mal.
—¿De que estas hablando?
—Como le hable aquella vez, lo dije sin pensar. —seguía hablando mientras se recostaba —Necesito hablar con Lionel.—Javier se quedó pensando... ¿Lionel?
[...]

La ceremonia comenzó, los novios unieron sus manos con un lazo como simbolo de eternidad, un ritual muy emotivo y cargado de sentimentalismo ya qué esto representaba la unión de dos almas que se convertían en una, se tomaron de las manos y entrelazaron los lazos formando el símbolo del infinito. Los presentes celebraban la unión de la feliz pareja, por fin sintieron algo de paz después de todo el acoso que sufrieron meses atrás.
Los recién casados pasaron a la pista de baile, por un momento todo se detuvo la melodia sonaba solo para ellos dos, danzaban al compás de la música. Un momento único entre ambos que jamas olvidarían.

Durante la fiesta no le quitaba los ojos de encima a ese chico de cabello rizado, pensó en todas esas veces que intentó volver a tener contacto con el, pero esta ves sería diferente, dejó sus inseguridades y fue tras él. Vio como se levantaba de su asiento y decido seguirlo, llegaron a un lugar apartado de todos los invitados, el portero Mexicano no se dio cuenta que no se encontraba solo.

—¿Quieres compañía? —le sonrió y asintió para que se sentará a su lado, permanecieron callados por una rato, hasta que el silencio fue interrumpido. —Perdón por hacerte esperar, nunca debí alejarme.
—Por ti, esperaría por y para siempre.— Lo iba hacer, le preguntó con la esperanza de intentarlo de nuevo
—¿Podemos volver a empezar?— Guillermo no quería rechazarlo pero tampoco quería que existieran problemas en el futuro,decidió no dar le una respuesta inmediata.
—Creó que es mejor que me vaya, ya es tarde y...
—Entiendo, pero dejame acompañarte.
—No quiero precipitar las cosas.
—Solo quiero pasar más tiempo contigo.—accedió caminar a su lado, tal vez esto sea un nuevo comienzo.