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—¿Por qué le dijiste eso? —su amigo se quedó en silencio, pues sabía que no tenía motivos, sólo actuó por impulso.
—La terminal está cerca, tienes que hablar con él.
—Hay muchas personas, será imposible llegar.
—Yo me encargo. —el Dibu fue con el conductor, le pidió que los llevará lo más cerca posible del aeropuerto, ahora el reto era irse sin ser percibido, buscaron la entrada más vacía, bajo del vehículo pero un gran grupo de personas estorbaban su paso, los policías intentaban abrirle camino, con una gran dificultad llegó a las oficinas de la aerolínea, pidió un boleto para el próximo vuelo con destino a México, casi tres días desde la última vez que lo vio y lo único que podía pensar era en el.
Después de un largo vuelo de once horas sin escala llegó a la Ciudad de México. Tomó su celular y lo buscó entre sus contactos.
"Te extraño"
"Acabo de llegar a México"
"Quiero hablar contigo"

Guillermo tardó un rato en contestar, cuando recibió el mensaje un cúmulo de emociones lo invadió, sin dudarlo aceptó a hablar con él, le envío su ubicación.
Al recibir la respuesta tomó un taxi que lo llevaría directo a la casa de Ochoa, estaba desesperado por llegar.
Cuando llegó a su destino, pagó por el servicio y bajó del taxi, estaba a pocos metros de la puerta, la golpeteo un par de veces y casi enseguida la puerta se abrió. Lo vio enfrente de él y creyó que era un sueño.
—Quiero explicarte todo, yo no estoy con nadie, quiero estar contigo –la distancia entre sus cuerpos se iba acortando, hasta que desapareció cuando sus labios hicieron contacto.
—¿Puedo besarte de nuevo? —lo tomo por la cintura para acercarlo más a él, los besos fueron subiendo de tono. Memo lo alejó poniendo sus manos sobre su pecho empujando lo suavemente.
—Espera —lo guió hasta su habitación para poder continuar. Cayeron en la cama uno sobre el otro, la ropa comenzaba a ser algo estorbosa, se deshicieron de ella poco a poco, el roce de sus cuerpos elevaba la temperatura. La boca de Lionel comenzó a descender por el cuello del mexicano, con cuidado mordió algunas zonas, provocando suspiros, seguía bajando hasta los hombros para poder besarlos.
Uso los dedos para frotar sus pezones y así provocar algunos gemidos de parte del omega, seguía bajando hasta su abdomen.

Lo sostuvo de las caderas y se posicionó entre ellas, con delicadeza comenzó a introducir su miembro.
—Ah ah mmm. —Se estremecía con cada toque, su entrada se contraía Las embestidas eran lentas mientras que los besos y caricias continuaban, sus respiraciones estaban agitadas, aceleraban su ritmo, hubo un punto donde la excitacion predominaba hasta llegar al orgasmo. Después de correrse, la sensación de calidez ocasionó que se quedarán dormidos en los brazos del otro. Al despertar vio que sus dedos estaban entrelazados con los de Messi, estaba a su lado y allí quería permanecer por mucho tiempo.
Durante Diciembre celebraron las fiestas juntos pero el mes casi terminaba y tenían que volver a sus vidas de antes. Cada uno tenía un acuerdo con equipos de Europa y tenían que cumplir con el contrato.
—Vamos a estar bien, Francia e Italia no están tan lejos —abrazó por última vez a su novio para poder ir juntos rumbo al aeropuerto.

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Perdón por tardar en escribir el capítulo, ya no tengo tiempo libre como antes, pero intentaré actualizar.
Muchas gracias a las personitas que leen, votan y agregan en sus listas de lectura les agradezco mucho. Realmente le tomé mucho cariño a esta historia, espero que les haya gustado el capitulo :3

Perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora