𝐍𝐔́𝐌𝐄𝐑𝐎 𝐄𝐐𝐔𝐈𝐕𝐎𝐂𝐀𝐃𝐎 | 𝐉𝐉𝐊

[🦋] 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨

Ni en mis sueños hubiera imaginado que mi primer encuentro con Namjoon sería de esta manera. ¿Un choque? Muy... Dramático. Esperaba algo más, no sé, ¿normal? Como coincidir en la cafetería y que surja una charla con diferentes temas para dialogar. Pero a estas alturas ¿Qué era normal? En mi día a día no había nada normal.

Tragué saliva. La cercanía entre nuestros rostros era demasiada, ni hablar de nuestros cuerpos, y yo no podía controlar el calor corporal que había empezado a desprender. Ni siquiera podía moverme por dos motivos: el primero, porque mi cuerpo no reaccionaba y el segundo, porque tampoco quería hacerlo. Además sumándole a mi estado tieso, estaba en un estado de shock.

─¿Segura qué estás bien? ─volvió a preguntarme, su ceño se frunció levemente─. Tus mejillas están rojas.

Mierda. Mierda. Y más mierda.

No contesté. No dije nada. No podía. Simplemente las palabras no salían, como si me hubiera olvidado la manera de formar oraciones coherentes. Me sentía estúpida. ¿Por qué me comportaba de esta forma tan infantil?. Él estaba siendo demasiado amable conmigo, aún cuando fui yo quien lo chocó, y no podía responderle correctamente.

Reacciona, Dahyun, reacciona.

Abrí mis labios en un intento para hablar pero antes de que pudiera decir siquiera algún monosílabo alguien me tomó de la cintura apartándome de Namjoon. Un pequeño grito de susto logró escapar de mi boca cuando me sentí en el aire para luego sentir el frío piso con el pie al cual le faltaba una pantufla. Miré con indignación y molestia a la persona culpable de haberme alejado de aquel chico tan bonito y amable. El rubio a mi lado tenía sus cejas fruncidas y su rostro demostraba demasiada seriedad.

─Hyung, la próxima vez fíjate por donde vas ─lo reprendió mientras lo ayudaba a levantarse del suelo─. Pudiste lastimarla.

Un momento... ¿Hyung?

─Lo siento mucho ─se disculpo una vez estuvo de pie e hizo una reverencia─. La próxima vez tendré más cuidado ─me dió una sonrisa cálida. Sus hoyuelos hicieron aparición inmediatamente.

Mi corazón se estrujó para luego derretirse ante tanta ternura. Namjoon se veía amable y educado, al menos así se lo veía cuando lo observabas en algún lugar de la universidad o escuchabas experiencias ajenas con él. No, no he llegado al nivel de ser acosadora tampoco es algo que haría, más bien he escuchado las experiencias mediante conversaciones que tenían algunas de mis compañeras que se sentaba cerca de mi mesa, acnedotas de chicas de otras áreas que contaban en los pasillos o la cafetería u algunos rumores; personas a las cuales consideré privilegiadas en su momento. Hoy yo, tuve el privilegio de comprobar que, en efecto, él es amable y educado, hasta puedo afirmar que es comprensivo y con una paciencia que a mí me hace falta.

Tenía muchas ganas de apretar sus cachetes y decirle que él no hizo nada malo, porque de hecho no lo hizo.

Dahyun, controlate.