[🦋] 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐨𝐜𝐞

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Maldita sea, Kim

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Maldita sea, Kim.

Mi corazón desaceleró los latidos, mi respiración empezó a entre cortarse y sentía que todo a mi alrededor se volvía lejano, la música y las personas.

No creí lo que estaba viendo, o bueno, si lo creí sólo que me hacía la incrédula.

Una castaña con algunas mechas doradas que vestía un hermoso vestido blanco pegado al cuerpo y con tacones altos, se encontraba abrazada al cuello de Namjoon, mientras lo besaba. Y el moreno era suceptible ante los besos de ella.

Bajé las escaleras rápidamente en dirección de la salida. Estaba totalmente decidida a irme de aquella fiesta sola, pero fue cuestión del frío y de que no conocía esas calles para devolverme y empezar a buscar a los mellizos.

Mis ojos se cristalizaron, pero apenas una lágrima traicionera escapó, la limpié. Un nudo molesto le había formado en mi garganta, y el ardor de mi nariz se había vuelto un martirio.

Maldito, Kim.

La música volvió a retumbar por toda la casa con sonidos de electrónica, la gente se movía de forma extraña; nunca entenderé el como se baila la electrónica, y creo que no quiero saberlo, luego de ver a un chico como si se estuviera electrocutando.

Los chicos bailaban felices y contentos, mientras yo luchaba con mi vida para pasar entre ellos. Me sentía como una pulga en el montón de pelaje de un perro.

¿Cómo se me ocurre?

Había avanzado gran parte de la pista y a unos cuantos pasos más noté al mellizo de mi mejor amiga. Seguí caminando entre la multitud hasta que logré llegar al chico.

─¡Jimin! ─grité al estar cerca de los parlantes para que él me escuchara, también toque su hombro.

Grande fue mi sorpresa cuando la persona a la cual llamé no era Jimin. Era alguien más, un desconocido.

─¿Qué pasa muñeca?

Era notable que estaba ebrio, su aliento con olor a alcohol lo delataba fuertemente; aquello me generó repugnancia.

─Yo... Disculpe, lo confundí ─respondí con rapidez, debía alejarme de ese grupito. Me di la vuelta para alejarme y seguir buscando, pero en cuanto me giré fui retenida por el agarre de aquel desconocido sobre una de mis muñecas.

Me giré bruscamente, aplicando lo que Hye y Jimin me habían enseñado en reiteradas ocasiones por si sucedía algo así, con mi mano libre hecha un puño le dí un golpe fuerte directamente en medio del rostro. Golpeando su nariz, haciendo que está sangrase, luego de que él cayera como peso muerto en el piso, mientras se quejaba por el dolor.

Lo sorprende no fue el como lo había derribado, sino el como nadie se había percatado de ese suceso.

El tipo se levantó del piso, limpió su nariz notando la sangre y me miró con furia; sentía su enojo, él estaba demasiado molesto conmigo.

𝐍𝐔́𝐌𝐄𝐑𝐎 𝐄𝐐𝐔𝐈𝐕𝐎𝐂𝐀𝐃𝐎 | 𝐉𝐉𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora