Seis🍂

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- Hola, Luzu, ¿Cómo estás?

Luzu le sonrió a Quackity como si nada, sentándose frente a él con Oli en sus brazos, el niño sorbiendo su nariz llena de mocos, mirándolo con ojos llorosos.

- Oli no ha mejorado mucho desde la última ves que nos vimos - dijo Luzu con pena en su voz - ya me está poniendo nervioso, ¿y si empeora, Quackity?

- oye, tranquilo, Luzu -  trató de consolarle Quackity mientras se ponía de pie - Vamos, Oli, ¿confías en el tío Quacks?

- sí - lloriqueó Oli, dejando que Quackity lo tomara en brazos.

Silenciosamente, Quackity comenzó a revisar al niño con el ceño fruncido en  concentración, preguntándole dónde era que le dolía más y consultándole también a Luzu ciertas cosas. Luego de diez minutos examinando al menor, Quackity suspiró y le dijo a Luzu que, al parecer, la amigdalitis de Oli había derivado a una pequeña sinusitis bacteriana aguda.

- Tendrá que tomar, antibióticos por una semana y media - le dijo a Luzu, anotando los nombres de los remedios en la receta - Luego, lo volveré a evaluar. Ya te vas a poner mejor, Oli, y podras corretear en el parque.

Quackity hizo amago de caminar hacia la puerta para abrirla, sin embargo, antes de poder hacerlo, Luzu tomó su brazo, deteniéndolo en el acto. Lo miró, con una ceja enarcada por la intriga, para luego sentir su garganta seca al notar los ojos suplicantes de Luzu.

- Quacks, uhm... - comenzó a decir Luzu con timidez - Yo... te quería preguntar sobre lo que ocurrió con tu ex-esposo. Sé que no debo meterme, pero...

- Oh... - Quackity se removió, incómodo, mordiendo su labio inferior - Bueno, Rubius y yo... Nos estamos dando una nueva oportunidad...

La mirada de Luzu pareció apagarse ante las palabras de Quackity y él, sin saber por qué, se sintió algo culpable.

No quería que Luzu se hiciera ilusiones con él, no quería que lo esperará, pero tampoco se sentía capaz de intervenir en su corazón de esa forma porque, por mucho que quisiera que Luzu no lo mirara de esa forma, él no podía decidir por él.

- ¿Estás seguro? - levantó la vista ante el tono serio de Luzu - Tú dijiste que Rubius ya no te amaba. Entonces, ¿Estás seguro de que vale la pena darle una oportunidad a alguien que dejó de amarte?

Sabía que Luzu no lo hacía con mala intención, que debía estar preocupado por él, que no quería verlo pasándola mal.

Eran, después de todo, las mismas palabras que Staxx y Willy le dijeron dos días atrás, pero eso no lo hacía más fácil.

Todo el mundo creía que Rubius no lo merecía, y puede que tuvieran razón, pero el mundo no se trataba de darle oportunidades a personas que realmente lo merecían y quitárselas a quienes no valían la pena.

No, Rubius no merecía que estuviera haciendo esto por él, pero Quackity lo amaba con tanta fuerza, con tanta desesperación, sentía un amor tan inmenso por él.

Tenía un apego tan enorme por ese hombre, que sentía que debía hacerlo.

Por él.

Por Rubius.

Por esos ocho años que estuvieron juntos, como novios, casados, compartiendo días, semanas, meses; compartiendo sueños y anhelos; compartiendo risas, gritos y llantos.

Y Rubius estaba poniendo de su parte, eso lo podía jurar por su vida, porque su marido lo estaba yendo a buscar todos los días, le preguntaba cómo le había ido, desayunaban y cenaban juntos, conversaban y no permitían que el silencio entre ellos se instalara.

★彡『 Aᴘᴇɢᴏ - ʀᴜʙᴄᴋɪᴛʏ 』彡★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora