1|Ryoutei

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Cassius Kiryuin era un vampiro antiguo, perteneciente a la guardia real del rey Karlheinz y uno de los pocos que sabía del secuestro de Yui Komori, por lo que se enorgullecia de ser uno de los más cercanos a su Majestad el Rey. Pero no se imaginó esto.

La cabeza cercenada de Carmilla Millage atravesó el ventanal de su mansión y aterrizó en su mesa, rebotando tres veces hasta llegar frente a él. A la pobre mujer le habían arrancado los dientes y ya no tenía ojos, sus labios estaban partidos por los golpes y estaba arrugada como una pasa. Una figura entró por el ventanal roto, casi tan alta cómo el mismo, con el cabello largo y blanco hasta los tobillos y los ojos dorados de un vampiro fundador.

"¡Su majestad!, ¡Su majestad le aseguro que yo no se nada de lo que Carmilla planeaba!, ¡lo juro!"

La figura se acercó a él, y Cassius pudo dislumbrar la identidad del susodicho por fin. 

"Ninguno de tus nueve compañeros sabía nada, incluso si los torturé hasta la muerte, ninguno soltó una palabra sobre el paradero de mi Madre, Yui Komori. ¡Oh! Pero que desagradable de mi parte, por favor, dejame presentarme. Mi nombre es Kairos Komori, ahora, ¿Te importaría responder un par de preguntas?"

[Academia Ryoutei]

Un camaro color dorado condujo a toda velocidad hasta llegar a su destino. Ryoutei era una academia de Élite, la mayoría de los hijos de nobles vampiros, demonios y hombres lobo iban a completar su escolaridad allí, incluso la Realeza vampírica. Una vez estacionó a su bebé en el estacionamiento, bajo y entró por la puerta principal, las jovenes gritaban y preguntaban por su nombre, antes de distraerse con dos limusinas que llegaron, sólo para darle paso a catorce individuos, entre ellos su madre.

Bingo.

Fingió no prestarles atención y caminó hacia la entrada de la academia, atandose su cabello ahora rubio con la corbata de la academia en una coleta alta, llegandole al trasero en lugar de los tobillos estando atado tan arriba. Sus ojos rosa-magenta estaban enmarcados por dos mechones rubios que se desvanecían a un purpura casi negro junto con su coleta y tenía un par de anteojos rectangulares de montura metalica negra sin aumento, sus rasgos ahora, eran una mezcla perfecta entre su madre y el segundo hermano Sakamaki. El uniforme abrazaba sus musculos de forma algo apretada, lo que hacía que fuera ligeramente incómodo, por lo que sus pectorales se veían completamente gracias a la camisa abierta, sus pezones rosados estaban erectos ante el aire frío y había cambiando los pantalones de la escuela por unos suyos casi identicos, el jersey sin embargo, fue elegido para ser oversized.

"Dio, mira a ese tipo de ahí"

"Está tan bueno, quiero que me pegue, me embaraze y me abandone."

Dijo un demonio mientras no apartaba los ojos del pecho de Kairos. El vampiro purasangre le guiñó un ojo y se dirigió a la dirección, dejando un pobre demonio inconsciente tras la perdida de sangre.  Tocó dos veces la puerta de la dirección y una anciana abrió, alazando su cabeza hasta que pudo ver al joven. 

"Buenas noches señor."

"Buenas noches, directora. Soy Komori Kairos, hablé con usted personalmente hace unos días."

La mujer lobo reconoció al muchacho rapidamente.

"¡Pues claro!, Joven Kairos, sigame."

El joven vampiro inició una conversación amable con la dama anciana, mientras se dirigían al aula.

"Ryoutei no acepta alumnos a mitad de año, Joven Kairos, pero accedimos debido a su familia."

Dijo la señora parandose a unos metros del salón.

"¿mi familia?"

Preguntó el joven arqueando una ceja rubia platinada. La anciana le sonrió.

"Aunque use el apellido de su madre, reconocería los rasgos del joven Reiji a un kilómetro de distancia, soy anciana pero no estúpida, señor Sakamaki."

Kairos arrugó su nariz perfecta y pristina.

"Le recomiendo que se dirija a mi por mi apellido señora, yo no tengo relación con ninguno de esos seis mugrosos, tampoco con los Mukami, ni Tsukinami."

La mujer hizo una mueca y abrió el salón de clases, entrando con un paso elegante, Kairos la siguió.

"Clase, porfavor, permitanle presentarles a un nuevo compañero que se unió este semestre a último momento. Dejenme presentarles a Kairos Sa- Kairos Komori, un vampiro Primera Sangre, se unirá a nosotros por el resto del año escolar."

Dijo la mujer intentando no sudar por la intensidad de los ojos rosas. Pero se relajó cuando el joven dió un paso adelante y se inclinó, dando un "Buenas noches, es un gusto" con su voz tan profunda como los avismos del Makai. 

"Me retiro, dejaré que continúen con su clase."

"Por supuesto"

Respondió la profesora. 

"Joven Komori soy su maestra de física, Anya Borgia y soy un vampiro, comunmente le diria que se sentase junto al joven Sakamaki Reiji, en la tercera fila, pero debido a su altura le pediré que se siente en la parte de atrás, Honda, porfavor pasese adelante."

El joven buscó entre los estudiantes de la tercera fila y lo encontró, mirandolo con un rostro serio y pálido. Kairos lo miro a los ojos y pasó por su lado mientras se dirigía a la parte trasera del salón, antes de recostarseen el asiento, mirando con aburrimiento el pizarrón y anotando todo en su libreta. 

[...]

El timbre sonó y Kairos guardó sus cosas, antes de acercarse al Sakamaki, agarrando una silla cercana y sentandose frente a él, chupando un lollipop.

"Komori Kairos"

Dijo extendiendo su mano más grande. El otro la sostuvo.

"Sakamaki Reiji-"

El pelirubio arrastró al pelipurpura sobre la mesa hasta que sus rostros casi chocan en un beso, pero los ojos ahora dorados eran menos que amables.

"Tu familia y tú metieron sus narices donde no debían, más les vale estar preparados, Pavos Reales."

Dijo antes de soltarlo y volver a meter el lollipop a su boca y salir por la puerta. Reiji se le quedó mirando, casi en shock. El joven inció su busqueda, pero lo único que hizo fue encontrar a los vampiros indeseables. No fue hasta el último recreo que pudo encontrarla. 

"Mami."

Le susurró en su oreja mientras la abrazaba, Yui lo reconoció enseguida y lo abrazó mienteas temblaba, estaban en la enfermería. 

"Kairos, Dios, que bueno que estas bien."

El joven escondió su rostro bello en el cuello de la mujer humana, todo bajo la atenta mirada del rey de los vampiros.

Sangre Real |Diabolik Lovers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora