Bebé abordo ✩ᴄʜᴀɴʟɪx

━✧✧CAPÍTULO 5✧✧━

Donita

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—¿Te diviertes haciendo sufrir a tu papá? — Felix miro con una falsa molestia su vientre— Pensé que estabas de mi lado, traidor.

—Lee, deja de hablarle así a nuestro hijo— Regaño Chan, acomodando las almohadas.

"Nuestro". Felix odiaba que Chan no fuera consciente de lo que esa palabra provocaba en él. Suspiro dándose por vencido.

Reprocharle a su donita no serviría de nada.

Rio ante sus pensamientos. Lo cierto era, que su hijo era tan o más adicto a las donas que él. Estos días, lo que más quería comer, eran donas, muchas donas. Glaseadas, de chocolate, de azúcar, rellenas, de todo. Felix, como era de esperar, comenzó a llamar a su cachorro "pequeña donita".

—Bien, todo está listo— Chan señaló las almohadas en medio de la cama— ¿Ya estas cómodo?

Felix rodo los ojos. Por supuesto que no estaba cómodo.

—Donita traidora— Susurró de nuevo.

Felix había entrado al tercer mes. Había sido rápido si se lo preguntaban. Los mareos seguían, las náuseas también, su apetito creció y sus antojos ni se digan, además, se sentía más agotado de lo normal.

Felix podía soportar todo eso (mucho influía que Chan estuviera atento a sus necesidades. Resultaba que Chan era un grandioso padre), pero conforme avanzaban los días, hubo algo que lo sacó de balance en su mundo perfecto. Últimamente, sentía una extraña ansiedad sino estaba cerca del Alfa.

Podía calmarla con relativa rapidez. Sólo era cuestión de ver al rubio cerca del perímetro, y el malestar disminuía; sin embargo, pronto la ansiedad lo visitaba por las noches.

El médico que llevaba el control de su embarazo, le dijo que la falta de sueño podría ser un problema para su bebé y para él. Habían entrado a uno de los meses más peligrosos. Felix tenía que cuidarse sino quería sufrir un aborto espontáneo.

—Más te vale no invadir mi lugar— Amenazó el castaño mientras se cubría con las sábanas.

Chan rodó los ojos.

Felix podía ser orgulloso, desinteresado y terco, pero no perdería a su donita. Y si tenía que dormir con el alfa para que su bebé estuviera bien la haría.

Ambos, ya en la cama, miraban el techo como si este tuviera la respuesta a todas sus dudas.

Chan de repente, empezó a reír.

—¿De qué te ries? — Preguntó mal humorado Felix.

—Jamás me imagine en una cama contigo— Respondió sincero el soldado.

Felix sonrió burlón. Habían tenido sexo, pero jamás se imaginó durmiendo con él. A veces Chan era muy raro.

—¿Lo llamas donita? — Preguntó Chan dejando que la conversación no muriera.

—Suena bien— Contestó simplemente Felix.

—Me gusta— Chan tenía una sonrisa imborrable.

A Lee le gustaba la sonrisa de Bang.

—...Realmente te estas preparando para ser un buen padre— Dijo estaba vez Felix.

—Quiero serlo— Chan soltó un suspiro lleno de emoción— Cuando estaba en el ejército, sonaba con tener una gran familia. Siempre me gustaba imaginar a un pequeño cachorro gritando y comendo de aquí para allá, llamándome papá.

Felix rio con Chan. No pudo evitar imaginar a una pequeña donita corriendo de un lado a otro llamando papá al soldado.

Dios, ya estaba pensando tonterías.

—...Yo también quiero serlo— Felix se acarició el vientre con ambas manos. Al principio, estaba recio a la idea. No me imaginaba como un buen candidato para papá.

Chan miro al castaño, escuchando atentamente lo que decía.

—Estaba asustado, y por primera vez en mi vida, no sabía qué hacer— Recordó Felix— Pensaba en mil cosas, pero al instante se borraban de mi cabeza.

—Puedo entenderlo— Susurró el rubio.

—Sin embargo, ahora puedo decir que tome la decisión correcta— El omega dijo firme. Quiero tener al bebé, quiero ser un buen padre y darle todo lo que yo no tuve.

Amor. Felix quería darle todo el amor que él nunca recibió de su padre.

Chan miro las manos entrelazadas del omega en el vientre— Seremos buenos padres— Bang, inconscientemente, puso su mano izquierda en las del genio— Juntos.

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～♡～♡ Disculpen si por ahí se me escapo algún error.