Bebé abordo ✩ᴄʜᴀɴʟɪx

━✧✧CAPÍTULO 16✧✧━

Bebé

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El bebé que antes parecía ser sólo una masita rosa, ahora mantenía un rostro más definido. Felix sabía que su cachorro sería precioso, todo un galán en su niñez, juventud, adultez y vejez.

Todo lo relacionado con Jeongin era de vital importancia. Sana amaba cargarlo, a Hyunjin le encantaba hacerle muecas, Minho no dejaba de velar por el cuidado del niño y Changbin se encargaba de administrarle la leche a una temperatura ideal.

No había grandes inconvenientes en el día. El verdadero problema era en las noches. Jeongin era un niño sumamente tranquilo, pero cuando tenía hambre, no había poder humano que lo callara. Y precisamente, parecía ser presa de un hambre descomunal a altas horas de la noche.

Chan, como todo buen papá, se levantaba para prepararle su biberón y dormirlo entre movimientos suaves y amorosos. Felix muy pocas veces se encargó de eso.

Cuando paso el tiempo recomendado, Felix quiso volver a la acción. Chan y él hablaron con seriedad y llegaron a una estupenda solución.

Una vez iría Chan, la siguiente sería Felix.

Ninguno de los dos descuidaba a donita y le partían el trasero a los malos. Magnifico acuerdo.

O eso creyó Felix hasta que fue su turno de cuidar de Jeongin.

—Tiene que dormirse a las 9 — Chan los miraba a ambos con ojos grandes. Si fuera un perro, seguramente tendría las grandes orejas abajo— Sí duerme antes, no dormirá en la noche.

—Lo sé, Chanie— Felix se encogió de hombros y sonrió— También soy su papá, ¿recuerdas?

Chan suspiró y asintió con una sonrisa. Tenía razón.

—Trataré de llegar antes— El alfa beso la frente de ambos— Los voy a extrañar.

Felix pidió un beso en los labios al soldado. Este, risueño, se lo concedió.

—Cuídate.

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Felix observaba a su bebé. Suspiró enamorado de sus grandes ojos cafés. No había cabello que no se le pareciera a Chan, excepto, tal vez, sus grandes pestañas, la forma de sus ojos, la nariz y la frente. Esas eran Idénticas a las suyas.

—Bien... — Felix miro al niño— ¿ahora qué hacemos?

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Felix se sentía extraño con tanto silencio en el aire. Normalmente él era de música a todo volumen bailando de aquí para allá, mientras soldaba sus propulsores

Ahora, no había música, no había taller, no había nada. Sólo él y su cachorro

No podía pedirle a Jarvis que pusiera su lista de reproducción sin temor a dañar los oídos de su hijo. Aún era pequeño y no sabía que tanto le podía afectar el volumen de la música.

Tampoco podía ir al taller y dejarlo sólo. Llevarlo consigo no era una opción, era muy peligroso.

—No queda otra— Felix tomó al bebé de la cama y se fue a su habitación— Vamos a esperar a que duermas.

El niño sólo lo miraba con ojos curiosos mientras olisqueaba el aroma de su papá Omega.

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3 horas y Jeongin parecía más despierto que nunca. Felix suspiró cansado.

—Eres difícil de roer— Felix sonrió orgulloso— Eso lo sacaste de mí.

Contento, siguió jugando con las manitas de su cachorro, sus piecitos y sus cabellos que cada día tomaban una tonalidad más clara.

Aburrido, decidió que ir a la sala no tendría que ser un problema después de todo. Tomaría sus precauciones, se encargaría de no hacer nada que requiera de toda su atención y en cuanto menos lo pensara, tendría a su hijo durmiendo sin daño alguno.

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Tardo varios minutos en darse cuenta que Jeongin lloraba a todo pulmón. Estaba tan inmerso en su mundo que no escuchó los primeros gimoteos.

— ¡Oh, no, no! — Felix se levantó rápido de su lugar y corrió hacia el bebé enrollado en una manta y puesto en una cuna lo suficiente grande para un recién nacido— Donita, ¿qué pasa?

Sé sintió un tonto por pensar que su cachorro le respondería.

Miró hacia varios lados, no sabía qué hacer para calmar el llanto.

—¿Jarvis?

—"Son varias cosas las que puede exigir un recién nacido, señor." —La I.A parecía disfrutar de ver al genio en pánico— Hambre, sueño, disgusto...

Felix rodó los ojos. ¿Cómo se supone que lo sabría?

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Cuando Chan llegó de la misión, encontró al castaño con grandes ojeras, despeinado y con el bebé llorando en brazos

—¿Felix? — El alfa rápidamente dejó su escudo en el piso para cargar al bebé de los brazos de su omega— ¿Por qué?

—Ya lo arrullé, ya lo cambié, ya le di de comer...— Felix le enseño su pecho. Sus pezones se veían irritados— y nada funciona.

El rubio miró como el bebé tenía la nariz y mejillas rojas de tanto llorar.

—No sé qué estoy haciendo mal— Felix lo miró con desesperación— Soy un pésimo padre.

Chan negó sonriendo. Con cuidado, jalo de la mano del omega y lo sentó para después ponerle el bebé en brazos.

—Mécelo con suavidad— Chan beso el cabello de Felix— Tienes que calmarte, amor. El bebé puede oler tu desesperación.

Felix tardo en volver en sus sentidos. Conforme se iba calmando, el llanto de Jeongin cesaba.

Su pequeña nariz reconoció el aroma de Felix. Uno dulce, calmo, penetrante. Era de su padre Omega.

—Todo está bien— Bang se sentó a un lado del Omega, paso sus brazos detrás del genio dejando que fueran un sostén para los de su pareja— Estoy en casa.

El castaño estaba por caer dormido.

—Bienvenido a casa, beloved.

Chan sonrió con cariño al ver como sus dos grandes amores dormían.

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～♡～♡ Disculpen si por ahí se me escapo algún error.