capitulo 7

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Agnes

La profesora Smith nos comento de la dichosa fiesta, que por suerte estábamos enterados pero no asistimos. La verdad no me llamaban la atención ese tipo de fiestas, vivían mucho, se drogaban, hacías sus cositas en cualquier lugar, hasta resultaban prendas íntimas en cualquier lugar. Pero no contaba con lo siguiente.

-Murieron dos estudiantes allí - nos dijo con una expresión sería y de preocupación -. Al principio pensamos que eran por las drogas pero cuando la directora vio los cuerpos no fueron por drogas ni por alcohol.

Me temblaban las manos, Mat me pasó un brazo por la espalda para intentar calmarme aunque él estaba igual, la verdad no tenía muy buenos recuerdos con aquellos asuntos, del pasado.

-¿Cómo murieron profe? - pregunto Mat.

Ella suspiro.

-Les cortaron el cuello - lo soltó de una.

Mierda...

-¿Qué? - dijimos al mismo tiempo.

No...esto no es posible, ¡¿pero quién es el maldito psicópata?!, Dios mío, me puse una mano en mi cuello por la manera en la que lo dijo sentí como si me hubiera pasado a mi misma. Se me aguaron los ojos, de tan solo imaginar cómo habría Sido me dan ganas de vomitar. La maestra se me acercó y me sostuvo las manos.

-Se que esto es grave, demasiado - dijo -. Pero ahora necesito que tengan la mente abierta y atentos a cualquier cosa.

-¿fue...fue un estudiante de aquí? -pregunto Mat de nuevo.

-Segun las cámaras de seguridad, esas personas no se podían ver en sí, tenían el rostro tapado.

Oh mierda, me estaba empezando empezando a hiperventilar. No...no no no! Otra vez no!. Mi vista se estaba poniendo borrosa, mi respiración irregular y las lágrimas recorriendo mi cara. De pronto, vino esa imagen a mi cabeza, ahí estaba...mi perrita, Lulú, tirada en el suelo con el cuello todo ensangrentado y con un pequeño corte en su cuello, pero aún así salía demasiada sangré.

Entonces grité.

-¡¡Ahhhhhh!! - la maestra se asusto tanto que intento calmarme, estaba inquieta movía mucho las manos, incluso me caí de la silla, Mat se asustó tanto que se fue a buscar a mi hermano, la señora Smith trato de calmarme diciéndome que no estaba sola, me abrazo tan fuerte como pudo pero yo seguía gritando, nombrando su nombré.

-¡¡¡Lulú!!! - seguí y seguí hasta que escuche una voz, era mi hermano.

-Nes, tranquila por favor - su mirada era de verdadera preocupación, no era la primera vez que me pasaba.

Me dió indicaciones para que me calmará. Respirar ondo, retenerlo un momento y luego soltarlo. Lo repetí varias veces, poco a poco me iba calmando. Al rato llegaron Lau, Micha y Liam, quien fue el primero en acercarse a mí y abrázame.

Mi hermano le pidió a la maestra que nos dejara solos y con gusto lo hizo.

-¿Qué tienes, amor? - me mira a los ojos y me pasa una mano por la mejilla.

-Aparte de la hipotermia, sufre de ansiedad - mi hermano fue contando un poco de mi problemas -. Hace años ella tenía una perrita llamada Lulú, la quería más que a nada, después de 4 años de tenerla ella se perdió y mi hermana se puso histérica, la busco y la busco pero nada hasta el medio día que Nes y yo escuchamos que tocaron la puerta de la casa, al abrirla nos encontramos lo peor. Era Lulú, con un corte en su cuello.

Suspiro para volver a seguir contando.

-Mi hermana se puso a llorar y gritar su nombre, nuestros padres llegaron en ese preciso momento del trabajo y al ver la escena mi mamá se llevo a Agnes a su habitación, mientras tanto que papá solamente se quedaba sin palabras, me preguntó que había pasado y yo le dije todo, la verdad, fue un choque muy grande en la vida de mi hermana. Tuvo que ir a terapia después de eso, duro dos años y logro superarlo pero cada vez que ve sangre le dan ataques de ansiedad. - termino de contar -. La verdad, nos enteramos que fue alguien porque vimos las cámaras de seguridad y fue un niño.

Nuestro Último Aliento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora