Agnes
Ya solo faltaba un día para empezar las clases, Daniel y yo estábamos en un parque cerca de nuestra casa montando a los columpios viendo el amanecer.
—Oye Nes
—Dime
—¿Crees que aremos amigos en la universidad? — pregunto.
—La verdad no lo sé, pero tampoco me importa ya es costumbre que estemos siempre solo los dos — respondí aburrida.
—Se que pasaste por situaciones horribles antes mana pero deberías darle la oportunidad a nuevas personas de ingresar en tu vida, se que tu confianza no es cualquiera al igual que tú pero... — lo interrumpí.
—Las personas no cambian Daniel, nos trataron como basura, se aprovecharon de nosotros, casi me violan, nos mienten, nos traicionan, nos ilusionan. Cada vez que decido conocer a una nueva persona me hace algo peor, es verdad yo no doy mi confianza a cualquiera solo a quien la merece y para ello la tengo que conocer pero eso trata de un tiempo - fruncí el seño.
Mi hermano no dijo nada porque sabía que tenía razón, él también había pasado por lo mismo y aún así quería darles una oportunidad. Dicen que hay personas buenas y otras malas, pero yo no he conocido a alguien que sea buena persona.
—Lo se... — la tristeza invadió su rostro — solo que no todos son iguales, tal vez conozcamos a alguien de buen corazón.
Me dedico una sonrisa y yo se la devolví, ya estábamos regresando cuando escuché un chillido.
—¿Escuchas eso? — mire para todas partes.
—Si, parece de un perrito.
Mediante iba escuchando me iba acercando hasta que di a parar en un basurero tenía un olor desagradable pero cuando ví que una bolsa amarrada se movía, Daniel la cogió y la rompió. Vimos un cachorrito huski, miramos bien y era macho, pero que belleza y ternura su carita, era de color café y blanco con un ojo azul y el otro negro, muy peludo.
—Hola, cosita hermosa — dije.
—Un mundo de mierda a lo bien, como tratan a los animales y más a esta preciosura.
—¿Nos lo podemos quedar? — pregunté ansiosa.
—Mmmm — miro al cachorrito — si, porque no.
—Siiii — dije dónde le besos al perrito — pero primero necesitas un baño, hueles horrible.
Comenzamos a caminar y pensando un nombre para la bola de pelos.
—Jolie, ese será tu nombre cosita.
—Un nombre francés ¿no? — dijo metiendo las llaves en la cerradura de la puerta.
—Exacto, significa bonito — lo deje en el suelo.
Cuando entramos encendimos las luces y Jolie estaba empezando a reconocer su nuevo hogar olía cosas y luego se subió al sofá, se sentó, nos miro, Dani soltó una risa chiquita para luego sentarse a su lado. Mientras tanto le calenté un poco de leche tampoco tan caliente ni tan fría para después dársela a mi perrito, quien se la tomó gustoso.
—¿Y la mía? — pregunto Daniel haciendo un puchero.
—Bien pueda, ahí está la cocina perezoso — bufé divertida.
—Que mala eres hermana.
Cuando ambos terminaron de tomarse la leche se quedaron dormidos, Jolie encima de mi hermano, se veían tan tiernos.
Por el ventanal se reflejaron los rayos del sol, se estaba ocultando y se estaba formando un hermoso atardecer, sus colores naranja y morado, con nubes alrededor del sol, los árboles cambiaban de su color natural a uno negro, era un paisaje. Recorde una frase que me dijo mi abuela una vez: "Los atardeceres pueden ser unos de los mejores momentos donde puedes encontrar a una pareja, o aún mejor al amor de tu vida".
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Nuestro Último Aliento
RomanceUn último suspiro...un último latido...un último parpadeo...una última palabra...un último aliento.