Capitulo 3

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¡QUE ALGUIEN CALLE ESO!  Me quejé mentalmente. El tono de mi despertador era una tortura y solo lograba que me despertara de mal humor. 

Había tenido una larga noche. Después de cenar pizza encerrada en mi habitación, me quede escribiendo. Amaba escribir poesías, a las cuales guardaba en las notas de mi celular, a el cuál nadie se atrevía a tocar así que era buena manera de que nunca las leyeran. 

Escribir era una de las tantas cosas que nadie sabía de mi y que nadie se imaginaba que hacía.

-buen día hija. ¿Ya estás lista? baja a desayunar. –dijo Clara entrando en mi habitación. Aún seguía en cama.

-buen día, ya bajo. –dije para luego levantarme, realizar mis aseos matinales e ir a desayunar.

-¿puedes llevarme al colegio hoy? –pregunté a mi papá. 

Normalmente, todos los días iba caminando. El colegio se encontraba a unas pocas cuadras de mi casa, pero este día me había despertado sin ganas de mover los pies.

-claro, te dejaré camino al trabajo. –me dijo. 

Mi papá trabajaba en una gran empresa, y pasaba la mayor parte del día allí, motivo por el cual muy pocas veces desayunábamos juntos. El único momento que compartíamos. A veces también la hora de la cena. Si es que me siento de ánimos de comer en familia, claro y dejando de lado los fin de semanas. 

Luego de desayunar, alisté mis cosas y mi padre me acercó al colegio.

-Lauren, ¿nunca vas a aprenderte los horarios del día cierto? –preguntó Normani, luego de que le dijera que me recordara las materias que el día hoy tenía. 

Era costumbre de todos los días: Al llegar al colegio, saludaba a mis amigas y Normani me actualizaba las actividades del día, ya que yo no estaba muy interesada en aprenderme los horarios. 

-primero Inglés, luego clase de educación física. –dijo mientras miraba su hoja de horarios -y después del almuerzo, historia y química.

-genial, otro viernes muy aburrido. –le dije para luego saludar a Ally, quien se acercaba a nosotras con una gran sonrisa. 

Esa clase de sonrisa que iluminan. Que hacen tu día mejor. 

-todos los viernes son aburridos según tu parecer, Lauren. –dijo abrazándome como saludo. 

Otra cualidad de Ally, ella era un ángel que repartía cariño. 

-en realidad, todos los días. –agregó Normani. Revoleé mis ojos para luego reír.

-las veo en el almuerzo, chicas. –dijo Ally mientras caminaba hacia su salón y nosotras hacia el nuestro. Como ella era mayor que nosotras y tenía otras clases. Las tres juntas solo compartíamos francés.

 -nos vemos –le respondimos con Normani, al mismo tiempo.

La primer clase del día por suerte pasó rápida, inglés era demasiado fácil.

-más rápido, Jauregui. –me gritó la profesora de educación física. 

La realidad era que odiaba correr... hacer deportes. Cuando era más chica, recuerdo que solía insistir a mi madre con que me llevara a practicar béisbol, pero nunca lo hizo. Ese era el único deporte que me hubiera gustado aprender y esta era sin duda, la peor de las materias del colegio.

-vamos Lauren, falta poco. –gritó Normani, quien iba corriendo unos metros mas adelante y me llevaba una vuelta de ventaja, pero claro, era obvio, ella tenía un físico espectacular. Sus piernas estaban muy bien tonificadas y cualquier que viera sus abdominales, quedaría encantado. 

18VE - 1ra temporada. (Camren) TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora