crush 𝘗𝘦𝘥𝘳𝘪 𝘎𝘰𝘯𝘻𝘢𝘭𝘦𝘻

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❝ CAPÍTULO TRES ❞

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chloe's point of view

—¡Max podrías dejar de comer un segundo y centrarte en el partido! —me miró confuso con la boca llena y yo le quité el regaliz que tenía en la mano para darle un mordisco, estaba tan nerviosa, tan ansiosa que podría dar como cinco vueltas al campo y seguir histérica.

Estábamos en el palco, en un sitio bastante cerca del campo que reservaban para las entradas de conocidos y familiares, llevaba la camiseta de mi tío cuando jugaba de mediocampista en el barça, una chaqueta encima de ésta para soportar el frío, las mejillas pintadas de los colores del equipo.

De vez en cuando veía a mi tío gritar y señalar casi igual de alterado que yo, pero mi mirada no se despegaba del número 8, en mi opinión, para nada influenciada por mis sentimientos hacía él, era el mejor del equipo, por lo menos en esta temporada.

No tardó en demostrarlo cuando metió el primer gol del partido.

Puse mis manos en los hombros de Max y empecé a dar saltos y a chillar descontroladamente, vi su mítica celebración mientras sonreía.

—Sabes, ayer me dijo que su gol va dedicado a mí, me estará buscando entre la gente. —escuché que decía una de las chicas que estaban cerca de nosotros, que inevitablemente habían llamado mi atención desde el principio, bueno, la mía y la del todo el mundo.

Eran muy, pero que muy bonitas, altas, bien vestidas, con un maquillaje intacto, y una postura segura e imponente, reconocía a algunas de ellas porque siempre acompañaban a algunos jugadores, a otras no las había visto nunca, como la embustera que fardaba de que mi Pedri le había dedicado un gol.

Ya te gustaría.

Me senté en mi sitio, para estar más cerca de ellas.

—Pedri dedica todos los goles a su padre, hace ese gesto por sus gafas, no creo que te esté buscando.

A la que dije tres palabras casi todas ellas ya estaban giradas hacía mí, fue como sí estuvieran programadas para moverse igual, porque todas me escanearon de pies a cabeza.

—¿Qué has dicho, niñita? —dijo una de ellas acercándose con una sonrisa cínica mientras las otras soltaban risas.

—Pues eso. —si pensaban que iban a intimidarme con sus aires de superioridad, lo llevaban claro.

—Corazón, se te ha corrido la pintura. —me señaló con el dedo para luego llevarlo a su mejilla y hacer un pucherito burlándose de mi.

Será arpía...

—¿Quieres que le pida un autógrafo a Pedri? —preguntó la morena que menciono lo de la dedicatoria del gol, yo negué con la cabeza y la agaché por inercia. —Entonces cierra la boca y sigue con lo tuyo.

Me volví a poner de pie y paré de nuevo al lado de Max, quien seguía con la mirada clavada en las chicas, de las cuales todavía se escuchaban risas y burlas, mi atención volvió a ser captada por Pedri, que efectivamente las miraba a ellas.

De repente hicimos contacto visual, sonreí por un segundo, pero me sentía tan humillada que no fui capaz de sostenerle la mirada, agaché la cabeza y comencé a frotar mis mejillas limpiando la pintura que llevaba puesta.

Cuando el partido terminó, aproveché para escabullirme antes de que mi tío volviera a preguntarme por mi supuesta amiga o viera a Max y me metiera en un lío.

—A que no sabes dónde vamos a ir esta noche tu y yo... —dijo mientras se tiraba en la cama al llegar a la habitación.

No le preste mucha atención, fui al baño a coger algodones y desmaquillante para limpiarme de toda la pintura roja y azul que tenía corrida por prácticamente toda la cara.

—¡Chloe! —salí del baño y le eché una mirada seria y amenazante. —No me mires así, te va a gustar.

—Suéltalo ya.

—Se donde van a ir a celebrar la victoria, resulta que Eric García tiene un duplex cerca del hotel.

—¿Y sí mi tío está ahí?

—Nah no creo, ni siquiera va todo el equipo, tu tío esta mayor para esas cosas.

—No me convence mucho, espera, antes tengo algo que hacer, te veo ahora —dije antes de salir y cerrar.

Caminé hasta la habitación de Pedri, le di un par de toques a la puerta y esperé que alguien abriera, supuse que habría pasado el tiempo suficiente para que llegaran ya de los vestuarios.

Estaba a punto de marcharme cuando esta se medio abrió, dejándome ver a un Pedri de pie, con el pelo todavía algo mojado de la ducha.

—¿Pasa algo? —preguntó después de estar varios segundos en silencio.

—Eh, no, solo quería felicitarte por el partido. —soltó una sonrisa cerrada y asintió —¿Estás solo? —dije asomándome tratando de ver algo sí había alguien más en la habitación, pero cerró más la puerta y dio un paso hacia delante sin dejarme ver nada.

—No creo que sea asunto tuyo.

Un "Pedri ¿quién es?" se escuchó desde dentro de la habitación, la voz era la misma que la arpía que fardaba de que supuestamente él le dedicaba goles.

—Oye, yo no voy a dormir con nadie en la habitación, en serio, si hace falta te prometo que mando a Max a la bañera.

Mencioné con la esperanza de que no se hubiera enfadado al ver a Max y no pensara que tengo algo con él.

—Chloe, sí te he advertido es porque tampoco tienes edad para hacerlo, y a tú tío no le haría ninguna gracia.

—¿Pero tú cuántos años crees que tengo?

—No sé, ¿quince? —subió y bajó los hombros desinteresadamente —tampoco me importa.

Auch

—¿Pero cómo qué quince? Pedri en dos semanas cumplo diecisiete.

—Mira Chloe —se acercó unos centímetros más y sus manos se posaron entre mi cuello y mis mejillas —no quiero hacerte daño, pero es que no me interesas ni con dieciséis ni con diecisiete. Ni ahora ni dentro de unos años.

¿El "no quiero hacerte daño" estaba para rellenar o algo?

—Pues a ver cuanto te dura. —Agarré sus muñecas y quité sus manos bruscamente de mí cara. —Y que le aproveche el polvo a la arpía esa.

Volví a mi habitación y vi a Max en la misma postura mirando al movil, se giro hacia mi cuando entré.

—Max, vamos a esa fiesta.

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hola! cuánto tiempo :(
¿que tal? como estáis?
espero que os haya gustado el capítulo, un besazo
selly <3