-Treinta y tres-

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Pronto aparecieron unas publicaciones anónimas, las cuales infundían rumores de que un famoso músico tailandés, había mantenido relaciones clandestinas con un menor de edad.

No hubo nombres pero  enseguida supo que se trataba de Gulf y de él y así se lo hizo saber a AA, quién rápidamente llamó a su novio para preguntarle.

El periodista obviamente le negó por activa y por pasiva, que hubiera sido él, que no tenía ni idea de que famoso se trataba y mucho menos, quién había sido el colega anónimo que había hecho tal cosa.

AA decidió confiar en él pues estaba realmente enamorado de este, sin embargo, la cosa no quedó ahí pues nuevos datos fueron dados a cuentagotas en los siguientes días, por lo que la burbuja fue haciéndose más grande, acabando por explotar.

Cuando eso ocurrió, tanto para Mew como para su amigo ya no hubo duda de lo que era evidente pues quién lo había hecho sabía a ciencia cierta que era el músico y el joven moreno y tan solo había podido ser Pete.

El representante muy molesto llegó ese día a su casa, la cual compartía con su novio desde unos meses atrás y le increpó para que este finalmente confesarse ser el responsable.

El periodista terminó por admitirlo y furioso, el representante le dio un puñetazo, tras escuchar que un periódico tenía el audio que había grabado y por el cual le habían en pagado muy bien.

El muy cínico le dijo también que siempre había sabido que el músico escondía algo turbio y que había sido paciente, aguantando su relación con AA para lograr averiguarlo.

Eso enloqueció al representante, quién no dudó en seguir golpeándolo hasta enzarzandose en una pelea.

Pete no fue quién de lograr lastimar fuertemente al representante, lejos de un golpe en la cabeza y unos arañazos, sin embargo él si terminó muy mal herido en el hospital.

El parte médico, junto con el testimonio del periodista, hicieron que los médicos terminasen por llamar a la policía y denunciar como: caso de malos tratos en el ámbito doméstico.

El representante fue detenido y esposado al día siguiente, mientras estaba en el estudio de grabación, frente a Mew y los demás empleados, quienes habían visto sus magulladuras pero este les había dicho que se había peleado con alguien en un bar la noche anterior.

Fue inevitable que la verdad saliera a la luz pues con Ta detenido y próximo a ser procesado judicialmente, el periodista ya no tuvo reparo en dar carta blanca al periódico y que publicase todo el material.

Aunque Mew lo negó todo por su bien y el de Gulf, nada pudo hacer cuando las grabaciones con su voz y la del representante salieron a la luz.

En Francia llegó la noticia pero como el joven moreno se había mantenido lejos de las redes sociales y noticias tailandesas pues no había querido ver más fotos del músico con Art, este se enteró de todo en la universidad.

Una mañana, este llegó y vio a sus compañeros más allegados cuchichear entre ellos, hasta que uno de ellos le preguntó si sabía quién era Mew y si era él el chico del que hablaban las noticias.

Rápidamente, este muy preocupado llamó a su mejor amigo Mild, quién había estado intentando localizarlo para preguntarle también desde el día anterior, ya que él estaba al tanto del enamoramiento del joven moreno pero no de la relación clandestina.

Tras tener la confirmación y enterarse también de que AA estaba detenido, que su estudio cerrado, que la agenda del músico se detuvo y Mew permanecía encerrado en su casa, decidió hacer una videollamada para ver cómo estaba.

El músico le contestó enseguida y aunque en su boca se esbozaba una leve sonrisa, que se veía más guapo si cabe con su cabello más largo, en su rostro se reflejaba toda la tristeza, el estrés y la preocupación, acarreados hasta el momento.

Este le contó que había alegado en la policía que no habían tenido relaciones sexuales y lo que había sucedido, no había traspasado los límites y que ya era pasado pues Barcode estaba en Europa y ya tenía diecinueve años.

El músico además aprovechó para asegurarle que nada había sucedido entre Art y él y que seguía amándolo solo a él y que lo había extrañado todo ese tiempo.

El joven moreno arrepentido de ser tan necio por los tontos celos y haber cortado la comunicación con Mew, haciéndolos sufrir a ambos, le pidió perdón y dijo que si llegaban a preguntarle, él también lo negaría pues era la verdad.

Mientras, los fandoms encendieron un fuego cruzado en las redes, ya que por un lado salieron los defensores del ship Mewgulf y por el otro los del mewart.

Todo el revuelo hizo que la noticia traspasará las fonteras, por lo que fue inevitable que May se enterase de todo y pusiera el grito en el cielo.

A poco menos de nueve meses para que el joven moreno cumpliera los veinte años, este se vio cuestionado por el mundo y por su propia madre, quién terminó por enfurecerse con él y quitarle todos los privilegios.

Días después, llegó un requerimiento desde Bangkok y madre e hijo no les quedó más remedio que regresar a Tailandia para declarar sobre el caso.

La mujer está muy molesta y a pesar de no soportar enterarse de los detalles y sentirse una tonta con el engaño de este, durante tanto tiempo, finalmente declaró estar al tanto de todo.

Está alegó que le constaba que el músico no se había aprovechado de su hijo pues quiso zanjar el asunto y no ver más involucrado a este de lo que ya estaba.

May hizo eso con la condición de que Gulf cortarse toda comunicación y relación con el músico, al menos hasta que tuviera los veinte años, cosa que el joven moreno aceptó pues no quería que le pasará nada a Mew.

Eso evitó que el músico fuese encarcelado e hiciera compañía a su representante en una celda por más de dos días, sin embargo no detuvo que numerosos contratos le fueran cancelados.

El músico salió finalmente, dejando a su amigo allí, quién tras un juicio rápido el cual se celebró dos días después, fue condenado a un año de prisión, a la cual fue trasladado con efecto inmediato.

El estudio inevitablemente echó el cierre y Mew se vio apartado del mundo musical, a pesar de haberse demostrado su inocencia.

Sin contratos, sin su público y sin poder ver, ni escuchar a Gulf, el músico cayó en una profunda depresión y terminó por ser ingresado en una clínica mental, un mes después.

En Francia, las cosas no estuvieron mejor pues May no cruzó palabra con su hijo durante semanas y este no pudo hacer otra cosa que resignarse.

Tan solo le quedaba tener fe y esperar pacientemente a que llegarán sus veinte, momento en el que tenía pensado viajar a Tailandia y estar al fin con Mew, sin ningún tipo de impedimento.

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28. Olvidé respirar - MewGulf - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora