-Treinta y cinco-

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Mew desde muy temprano, con una de sus guitarras a la espalda, sus partituras y sus CDs en un bolso colgado en su pecho, se dispuso a caminar por las calles, hasta la primera de las discográficas que aparecía en la lista que había hecho con ayuda de Google.

No le fue difícil encontrarla, sin embargo si lo fue escuchar que no buscaban nuevos talentos de su género.

En la siguiente le hicieron una prueba pero no pintaba bien, sin embargo dejó sus datos allí.

En la tercera, cuarta y quinta, ni siquiera le dejaron abrir la boca pues le conocían y también a todo el escándalo de meses atrás.

Bastante molesto, sediento y cansado, este se detuvo en un bar para tomarse algo y descansar, por lo que se dirigió a una mesa, dejó sus cosas en la silla de enfrente y luego se sentó.

Enseguida un camarero se le acercó para tomarle nota, entonces este se pidió una cerveza y un bocadillo.

Mientras echaba un vistazo al local, un tanto sombrío, este reparó en que disponía de un pequeño palco y un micrófono.

Cuando el camarero regresó con su pedido minutos después, el músico decidió preguntar usando su francés un tanto oxidado.

...-Ahí...¿eso es para cantar?

-Oh, si. En las noches de suele haber actuaciones.

El músico señaló sus cosas.

-¿Crees que yo podría....

El camarero se encogió de hombros y a continuación le señaló al hombre de mediana edad de detrás de la barra.

-Hable con el dueño.

El músico asintió y acto seguido se levantó y caminó hasta allí.

-Buenas señor, me preguntaba si podría cantar en su local, soy músico.

El hombre con semblante serio miró a este de arriba abajo.

-Ya tengo músicos que actúan en las noches, no necesito más, lo siento.

-Bueno veo que por el día no tiene mucha clientela, quizás si tuviera a alguien que animarse esas horas.

El dueño frunció el ceño volvió a negar.

-Lo siento, muchacho. Mi negocio no da para pagar a otro músico.

Mew sonrió.

-¿Qué le parece si canto gratis durante una semana y si su clientela aumenta entonces me contrata?

El hombre lo pensó por unos segundos.

-¿Por qué quieres cantar gratis?, ¿Acaso eres tonto, hijo?, ¿Por qué no buscas una discográfica o cantas en la calle por dinero?

El músico negó.

-Estoy cansado de andar y todavía dispongo de dinero suficiente para vivir. La música me mantiene vivo y ocupado y no no voy a una discográfica porque ya les mostré mi trabajos.

-En el metro seguro habrá lugar para ti.

El mayor resopló con resignación.

28. Olvidé respirar - MewGulf - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora