dieciseis

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Jaemin no lo había soltado por dos horas completas, ni siquiera para ponerse a dormir a pesar de que sus ojitos se estuvieran cerrando por el sueño

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Jaemin no lo había soltado por dos horas completas, ni siquiera para ponerse a dormir a pesar de que sus ojitos se estuvieran cerrando por el sueño.

Pero se sentía tan feliz de estar en los brazos de su mami que no podía evitarlo, y temía cerrar los ojos para luego despertar y no encontrarlo.

Mark le acarició el cabello, sonriendo a pesar de todo, tratando de no pensar en el hecho de que Yuta estaba frente a él con una mirada calculadora.

-Te amo, te amo, te amo... -canturreo Jaemin sin dejar de aferrarse a su cuello, frotando sus cabellos contra el cuello de Mark.

El omega le dio varios besos en la frente, pero antes de poder hablar, Yuta se le adelantó:

-Huyamos - le dijo en voz baja, llamando su atención.

Mark le miró bruscamente, poniendo una expresión de sorpresa en su rostro-. Vámonos, Makku, podemos irnos a otro lado y...

-¿Podemos? -preguntó con tono helado -. Ya no hay un nosotros, Yuta. Nunca más habrá un nosotros.

Jaemin se quedó en silencio, sin voltearse, sólo abrazándolo por el cuello, y Mark se puso de pie, mirando por la ventana, observando el auto de Daniel estacionado fuera, todavía esperándolo, y algo se crispó en su interior.

- Mark...

- Me engañaste -su voz se quebró, pero se obligó a permanecer firme a pesar del dolor lacerante en su interior-. Te acostaste con mi hermana y la dejaste embarazada. Me mentiste. Pensaste que no iba a darme cuenta y lo ocultaste... -se giró, mirándolo, notando los ojos llorosos de Yuta-. Pero lo peor de todo es que rompiste tu promesa, Yuta. No protegiste a Jaemin. Te lo... te entregué mi confianza, te di todo lo que tenía, y no pudiste protegernos a los dos - dio un paso, titubeante-. Por favor, por favor, marca a Sihyeon y devuélveme a Jaemin.

Yuta sacudió la cabeza, tratando de contenerse para no abrazar a Mark y decirle lo mucho que lo amaba, lo mucho que lo necesitaba, porque sabia que eso sólo empeoraría las cosas.

Una parte suya, esa parte racional, quería asentir y obedecer, prometerle marcar esa misma noche a Sihyeon, pero su alfa interno se volvía loco con la imagen de enterrar sus dientes en el cuello de otra persona que no fuera Mark.

Yuta no se veía capaz de marcar a otro omega, sin embargo..

Sin embargo, ¿no consideraba también que engañar a Mark era algo que no podía hacer? Pero lo había hecho, se acostó con otra omega y provocó todo ese desastre.

-¿Eso es lo que quieres? -pregunto con la voz llena de sufrimiento.

Mark soltó un sollozo bajo, sintiendo su marca arder con el pensamiento de que Yuta rompiera el enlace, sin embargo, ¿qué otra cosa podía hacer? Sihyeon lo tenía entre la espada y la pared.

-Márcala y dame a Jaemin -pidió desviando la vista para no romper a llorar.

Yuta quiso hablar, pero antes de poder hacerlo, se escuchó una risa baja viniendo de la entrada del comedor.

𝑲𝑰𝑳𝑰𝑮 (yumark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora