𝑲𝑰𝑳𝑰𝑮 (yumark)

ocho

Yuta estaba subiendo por las escaleras lentamente cuando Minghao comenzó a bajarlas, llevando en brazos a un dormido Jaemin junto con un bolso donde echó ropa junto con algunos juguetes que lo mantuvieran entretenido esos dias en los que se quedaría con él.

- ¿Fuíste a ver a Mark? - le preguntó Yuta con la voz ansiosa.

Minghao suspiró, negando con la cabeza.

- Prefiero no acercarme, sus feromonas son algo fuertes - dijo el beta intranquilo para luego seguir bajando-. Yuta, no te preocupes por Jaemin, yo me encargaré de todo. Tú sólo.... disfruten estos días, ¿está bien?

El alfa asíntió con expresión ausente, sin voltearse para ver a Minghao salir de la casa con paso presuroso. Si hubiera tenido un oído normal, sólo habría escuchado el silencio, pero al ser alfa, pudo percibir los jadeos bajos
viniendo de su habitación.

Terminó de subir la escalera, caminando lentamente hacia el cuarto, y antes de entrar inhaló profundamente.

Un dulce, atrapante y agradable olor lo envolvió por completo.

Un perfume que conocía muy bien, porque era el olor que solía emanar Mark cuando se acurrucaba a su lado para ser mimado, sólo que ahora era mucho más fuerte, más atrayente y más intenso.

Abrió la puerta de golpe, encontrándose con una agradable vista que lo excita enseguida.

Mark acurrucado, abrazando su almohada, murmurando el nombre de Yuta en voz baja, vistiendo... ¿acaso era su camisa? Debía serla, porque le quedaba un poco grande y holgada, pero se le veía hermosa a más no poder.

Al escuchar la puerta abrirse, Mark se volteo, su rostro ruborizado por completo.

- A... Alfa.. -susurró Mark con la voz llena de esperanza.

Yuta dio unos pasos, y el omega, de forma automática, soltó la almohada, poniéndose en cuatro de forma torpe, dejando a la vista su pequeño y apretado ano lubricado.

La polla del alfa dio un respingo ante la visión tan excitante que tenía.

Sin embargo, como en un sueño, recordó las palabras de Jaehyun: Haz que su parte racional conecte con su parte omega, así de simple.

Yuta no quería sólo llegar y follarlo. No quería que todo se redujera a un plan netamente sexual, donde Mark sólo estuviera disfrutándolo porque estaba en su celo mientras su parte racional estaba desconectado de ello. Yuta quería que Mark también lo disfrutara, lo guiara, le dijera si le gustaba o no.

Con lentitud, llevó un dedo a la espalda de Mark, delineando su espina dorsal hacia abajo, sintiéndolo temblar bajo su toque.

- Alfa... Alfa, por favor... -sollozó Mark moviendo sus caderas.

Yuta se inclinó, subiéndose a la cama, llevando sus labios hacia el cuello del omega, comenzando a dar pequeños y cortos besos sobre su piel. Mark gimoteó, confundido, levantando la vista, y Yuta lo aprovechó para darle un beso en los labios, profundo, sincero, lleno de cariño y ternura.