Aprendiendo a pedir

Fe

¿Cómo te sentirías si te dijera que aún es posible cumplir tus deseos y anhelos?

¿Si te dijera que es posible hacer realidad aquello que deseas aunque ya parezca tarde o imposible?

Seguramente no lo creerías, y ese es tu primer error.

Todo esto es posible mediante un Dios todopoderoso. Tú, lector, debes entender que el primer paso para que Dios cumpla los deseos de tu corazón es creer que él tiene el poder y se compadece de tí. Debes tener fe en Dios, tener una fe firme en él. La palabra de Dios dice en Judas 1:20

《Pero ustedes, queridos hermanos, manténganse firmes en su santísima fe.-》

Dios tiene absoluto poder, pero nosotros limitamos su poder al no creer que es capaz. Incluso podemos llegar a creer que Dios tiene el poder, pero no creemos que lo vaya a utilizar en nosotros. Es importante saber con exactitud lo que la fe es, y esto lo podemos ver en Hebreos 11:1

《Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos.》

Claramente vemos en este texto que si no tenemos fe, entonces no tenemos la seguridad de recibir lo que esperamos y tampoco estamos convencidos, es decir, no creemos en las cosas que no hemos visto. Y dice Juan 20:29

《-¡Dichosos los que creen sin haber visto!》

Por lo tanto, si no tenemos fe tampoco recibiremos lo que pidamos porque en la fe está la clave. La palabra dice en Mateo 21:22

《Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo recibirán.》

Lector, Dios tiene absoluto poder y control sobre tu situación y conoce los deseos y anhelos más profundos que tienes. Debes creer en la verdad de su palabra y en su poder supremo para que así Dios pueda manifestarse en tu vida. No todo está perdido, aún puedes creer que todo estará bien, aún puedes tener esperanza, pero tienes que creer, tienes que tener fe.

Oración:

Dios, tú conoces mi situación y mis anhelos, conoces mi corazón. En este día te pido que me ayudes a tener fe en tu Palabra, en tu poder y en tu misericordia. Ayúdame a aumentar mi fe y a que esta crezca dentro de mí. Te pido que desbordes mi corazón de tu presencia, y que mi mente y mi corazón reconozcan de lo que eres capaz. Abre mis ojos a tu verdad, permíteme creer plenamente en ti y sin ataduras. Ayúdame Señor.

En el nombre de Jesús, Amén.