En el capítulo anterior aprendimos que la fe es vital para pedirle algo a Dios. Ahora bien,
¿de qué forma ponemos nuestra fe en marcha? Luego de tener una fe firme en Dios, debemos de aprender a orar.La oración es la forma en la que nos comunicamos con Dios y desarrollamos nuestra relación con él. A través de la oración nosotros hablamos con Dios acerca de nuestras necesidades, inquietudes y deseos, además de darle gracias a Dios y adorarle por todo lo que hace en nuestras vidas.
Como sabemos, Dios conoce todo lo que queremos y necesitamos, y todo lo que vamos a pedirle en oración. Aún así el nos enseña que debemos de orar en todo momento, lo vemos en Efesios 6:18
《No dejen ustedes de orar: rueguen y pidan a Dios siempre, guiados por el Espíritu.-》
Al orar hay 7 puntos clave que debemos seguir:
1. La dirección del Espíritu
Como vimos en Efesios 6:18, Dios nos enseña que al orar lo hagamos guiados por el Espíritu Santo. Es decir que debemos de orar conforme a la palabra de Dios. Es más que evidente que Dios jamás va a cumplir una petición que contradiga lo que nos enseña en la palabra, porque Dios no se incumple a sí mismo.
2. Actitud de oración
Al orar debemos de tener una actitud correcta delante de Dios, poniendo toda nuestra atención en él y en lo que vamos a decir, debemos de estar consientes de que estamos hablando con nuestro creador y mostrar en nuestra oración el respeto que se merece.
3. Arrepentimiento de nuestros pecados
Antes de presentarle nuestros deseos a Dios es importante también habernos arrepentido de nuestros pecados. Siempre que lo hagamos de corazón Dios nos perdona, y al hacerlo borra por completo ese pecado de nosotros, como si jamás lo hubiésemos hecho. Por lo tanto, jamás debemos pensar que nuestros pecados y culpas son razón para que Dios no escuche o cumpla nuestros deseos, porque ya nos hemos arrepentido. Hebreos 8:12 dice:
《Yo les perdonaré sus maldades y no me acordaré más de sus pecados.》
Ahora bien, ya que tenemos una actitud de oración y nos hemos arrepentido de nuestros pecados, es hora de presentarle a Dios aquello que nos inquieta o anhelamos.
Este es un punto importante, porque aquí es donde abrimos nuestro corazón y le confiamos a Dios nuestros problemas y deseos. No debemos preocuparnos si no somos capaces de explicar correctamente aquello por lo que oramos, o si nuestras emociones se apoderan de nosotros.
Lo importante es que nos estamos humillando ante Dios, y lo hemos reconocido al pedirle, dejándole saber de este modo que él es en quien confiamos y refugiamos. No nos debemos preocupar por no ser suficientemente claros, ya que Dios nos enseña en Romanos 8:26 lo siguiente:
《De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras.》
Esto quiere decir que Dios sabe con exactitud lo que le hemos pedido, y no debemos preocuparnos porque él no nos haya entendido, pues conoce plenamente nuestra mente y corazón.
4. Adoración
Luego de haberle presentado nuestras inquietudes o anhelos a Dios, es también bueno que lo adoremos, dedicándole a Dios hermosas alabanzas dignas de él. De esta forma agradamos a Dios, además de demostrarle cuanta fe y devoción tenemos en él.
5. Agradecimiento
Otro punto importante de la oración es el agradecimiento. Del mismo modo en el que le pedimos a Dios, también debemos de darle gracias. Filipenses 4:6 nos enseña:
《No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también.》
Agradecerle a Dios es una forma de mostrar respeto y devoción. Así reconocemos delante de Dios que estamos consientes y agradecidos por lo que ya a hecho.
Además, al darle gracias, también hazlo por lo que aún no ha hecho en tu vida, porque todo lo que Dios hace es para nuestro bien y su gloria. Es también esto una hermosa muestra de fe.
6. El nombre de Jesucristo
Siempre que oremos hagamoslo en el nombre de Jesucristo, pues en Juan 14:13 nos dice:
《Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre.》
7. Constancia
No olvides, lector, que en tu oración debe de haber constancia. Es importante orar, si es posible hazlo todos los días. Tu fe es puesta a prueba a través de la oración. Lucha por aquello que deseas poniéndolo en oración todos los días, sin rendirte. En algún momento Dios responderá, pero debes de ser insistente,1 Tesalonicenses 5:17.
Lector, cuando pidas aquello que anhelas, también pídele a Dios que te de los frutos del Espíritu, Gálatas 5:22-23. Pídele que te fortalezca, que sane tu corazón y que te de paciencia y la determinación para esperar su respuesta. Al final todo va a estar bien, no te preocupes.
Oración:
Padre, si estoy aquí en oración es porque creo en tu poder y en tu misericordia. Creo en las promesas que me haz hecho en tu palabra, eres un Dios fiel. Por favor, toma el deseo de mi corazón y hazlo realidad, te suplico que tengas compasión de mí y mires con agrado a este siervo tuyo.
Reconozco que dependo de ti, que eres mi única esperanza. Te ruego que tengas compasión. Dios, no conozco los planes que tienes conmigo, pero fervientemente te pido que mi voluntad se alinie con la tuya. Dame fuerzas para esperar, dame fuerzas para no rendirme. Jesús, conoces mi corazón, y conoces cuanto anhelo esto, por favor cumple este deseo y permíteme dar testimonio de tu poder.
En el nombre de Jesús, Amén.
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Aprendiendo a pedir
Non-FictionConstantemente nos rendimos ante las dificultades del mundo e incluso ante nosotros mismos. Echamos a perder nuestros sueños y anehelos pensando que jamás tendremos lo que necesitanos o no somos aptos para el trabajo. Ya sea que pidas por la sanació...