Espera el tiempo de Dios

2 1 0
                                    

En este último capítulo hablaremos sobre el valor de la espera y sobre cómo mantenernos firmes ante ella. Antes de empezar me gustaría compartir contigo una canción que me ha ayudado a mantenerme firme: https://youtu.be/bidKZmIGptg

Dando inicio a este tema, en lo personal, reconozco que es difícil esperar, pero algo que me anima a esperar es saber que si aún no se cumple en mi vida lo que tanto espero, es porque Dios está perfeccionando y trabajando con ello para que sea lo que siempre he soñado.

Quiero darles el siguiente ejemplo:

Cuando horneamos un postre debemos esperar hasta que esté completamente listo, sino no sabrá bien. Aunque lo saquemos antes no podremos saborearlo y disfrutarlo. Si por el contrario esperamos a que éste esté listo, al comerlo lo disfrutaremos porque esperamos a que fuese el tiempo perfecto para sacarlo del horno.

Esto pasa tanto con nosotros durante las pruebas y cuando esperamos por el cumplimiento de la promesa de Dios.

Es difícil saber los planes exactos que Dios tiene en nuestras vidas. Lo único que sabemos con exactitud es que todo obra para bien. Por tanto, mientras esperamos en el tiempo de Dios, confiemos en que él está uniendo todas las piezas del rompecabezas.

Mientras esperamos Dios nos moldea para desarrollar la fe, la paciencia y la confianza en él. De esta forma, cuando al fin estemos listos, Dios actuará. 2 Corintios 4:16-17 dice:

《Por eso no nos desanimamos. Pues aunque por fuera nos vamos deteriorando, por dentro nos renovamos día a día. Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera, que pronto pasa; pero nos trae como resultado una gloria eterna mucho más grande y abundante.》

Lo que Dios ha prometido nunca llega tarde, sino que llega en el mejor momento. Lo que debemos de hacer mientras esperamos, es desarrollar nuestra relación con Dios. No dejemos de orar por eso que hemos pedido, y tampoco dejemos que el diablo ponga en nuestra mente pensamientos erróneos. Números 23:19 nos enseña:

《Dios no es como los mortales: no miente ni cambia de opinión. Cuando él dice una cosa, la realiza. Cuando hace una promesa, la cumple.》

Por tanto, no permitas que el diablo te haga creer que Dios se ha olvidado de ti, que se le hace tarde o que jamás llegará eso que le has pedido. Todo eso es mentira.

Tengo unas afirmaciones que puedes repetir en tu mente o en voz alta cuando sientas que la espera es angustiante.

1. Dios está perfeccionando mi sueño.
2. Dios obra en el momento perfecto.
3. Recibiré lo que Dios me prometió.
4. Dios no incumple lo que ha prometido.
5. Dios jamás llega tarde.
6. Dios no me defrauda.
7. Dios da más de lo que puedo imaginar.

Las siete cosas que menciono en esta lista son ciertas, pero depende de ti crearlas o no.

La oración es la mejor medicina para quitar el estrés y la ansiedad, la tristeza y la desesperación. La oración da esperanza y nos forja cada día para ser las personas que Dios quiere que seamos para recibir aquello que anhelamos.

Cada día que pase estas más cerca que antes, cada día Dios nos adentra más y más por el camino que nos lleva a recibir eso que deseamos.

No nos desviemos del camino al meter ideas erróneas a nuestra cabeza. Mantengámonos firmes en la fe, sin dudar.

Lector, hoy estas más cerca que ayer ¡alégrate en la esperanza! Ya no tienes de qué preocuparte, descansa en los brazos de Dios confiando en que él tiene todo bajo su control. La promesa de Dios sigue vigente, y nada impedirá que se cumpla. Descansa, cierra los ojos y respira, Dios se encargará.

Cuando la promesa de Dios se cumpla sabrás que todo lo que pasaste y esperaste valió la pena. Alégrate, porque sabes como termina toda esta angustia, conoces el final de tu situación y es un final feliz. Si los personajes de los libros con finales felices supieran cómo termina su historia, estarían más tranquilos durante la batalla. Tú sabes cómo termina, alégrate y vive. Dios romperá los esquemas de tu imaginación. Yo confío en él, ¿y tú?

Oración:

Santo Padre, te entrego por completo mi vida y mi destino. Moldea el camino por el que cruzo, dirígeme por el sendero que haz creado para mí. Ayúdame a mantenerme firme, quita de mi mente todo pensamiento que me haga dudar.

Por favor Dios, dame paciencia para esperar en el tiempo perfecto. Permíteme entender que tú tienes todo bajo control. Quiero descansar en ti, te entrego mis cargas y mis preocupaciones, libérame de estas ataduras.

Confío en tu poder, confío en que actuarás. Perfecciona mi vida para llegar a estar listo y recibir con alegría mi esperanza. Toma mi mano y guíame hasta el final de la meta, toma mi mano y transformarme para recibir tu promesa.

En el nombre de Jesús, Amén.

Aprendiendo a pedirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora