Agradecimiento

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En el capítulo de la oración hablé que el agradecimiento era muy importante al orar, y que esto también demostraba a Dios la fe que poseemos en él. Hoy me gustaría entrar un poco más en este tema.

Cuando le damos gracias a una persona reconocemos lo que ha hecho por nosotros y cuanto nos ha importado. Lo mismo pasa con Dios.

Nuestra oración no se puede basar en nada más que en aquello que deseamos, también debemos reconocer y agradecer por lo que Dios ha hecho, ¡y siempre tenemos razones para dar gracias!

La vida, la salud, la felicidad, la familia, los amigos, la casa, el trabajo, el alimento, la protección y muchas otras cosas con las que muchos estamos acostumbrados a vivir son razones por las que dar gracias y reconocer a Dios a través de ellas.

Imagina que hay una persona que hace cosas buenas por ti, pero nunca le agradeces por ello, al contrario, le pides y le pides pero nunca le agradeces. ¿Crees que seguirá haciendo por ti? No lo hará porque no reconoces su bondad, porque lo estás tratando como tu empleado personal en vez de reconocer su generosidad contigo y el amor por ti que lo mueve a hacerte el bien.

Lo mismo pasa con Dios, debemos de aprender a ser agradecidos con las cosas que tenemos. Y claro que podemos pedir, pero sin menospreciar lo que Dios ya nos ha dado. 1 Crónicas 16:34 dice:

Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno.》

Por tanto, siempre que ores también da gracias. Inclusive, dale gracias a Dios por lo que aún no ha hecho en tu vida, porque como sabes, todo lo que Dios hace es para nuestro bien y su gloria. Al hacer esto no solo lo reconoces, sino que también le muestras a Dios que crees en su amor y en su bondad, y en que él tiene control de tu vida.

Lector, quizás ahora la situación por la que estás pasando nuble tu vista de las cosas buenas que tienes o has recibido. Pero créeme que no solo agradecerás ahora, sino que lo harás más adelante, cuando al fin comprendas el plan perfecto de Dios formado en tu vida. El dolor no es eterno, tu sufrimiento no es eterno, tal vez ahora no veas la hora en que todo por lo que estás pasando culmine, pero de eso se trata la fe en Dios, en creer que el dolor tiene un final y que su bondad siempre se hará presente.

Tan solo buscar de Dios en este momento de dificultad es muestra del amor de Dios y es motivo para dar gracias. Aún hay esperanza, mientras Dios exista hay esperanza. ¿Comprendes lo que digo? La esperanza no es lo último que se pierde porque Dios es esperanza y Dios vive por siempre y para siempre.

Oración:

Creador del cielo y de la tierra, reconozco que mi vida y quien soy es gracias a ti. Reconozco y te doy gracias por la bendición de conocerte. Gracias por permitirme refugiarme en ti, por darme esperanza y consuelo.

Gracias por no abandonarme, por sostenerme y ser la base de mi vida. Gracias por amarme sin importar las veces en las que fallé, por amarme incondicionalmente sin demora ni restricciones. Gracias por tu Hijo Jesucristo, por perdonar mis pecados y permitirme algún día morar en tu presencia.

Gracias por escuchar cada oración, cada llanto, gracias por preocuparte por el bienestar de mi corazón. Gracias porque confío en ti y en ti guardo mi esperanza. Mi Dios, tu presencia es lo más hermoso que haya podido experimentar. Gracias por todo lo que haces en mi vida y por lo que harás, porque sé que tienes el control y que no importa el valle de fuego que cruce, tú estás, tú estuviste, y tú estarás siempre.

En el nombre de Jesús, Amén.

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