Lector, este tema es importante, complejo y de consuelo para ti. Dios es el creador del mundo, él es quien tiene dominio sobre nuestras vidas y sabe qué es lo mejor para nosotros.
Al hablar sobre la voluntad de Dios en este plan, me referiré a dos conceptos. El primer concepto de la voultad de Dios al que quiero llevarte, es sobre lo que Dios quiere hacer con nosotros, nuestro destino.
Yo te prometo, porque tengo fe, que todo lo que Dios hace en nuestras vidas, aunque no lo podamos entender al inicio, es para nuestro bien. Lo podemos ver en Jeremías 29:11.
《Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.》
Lo que quiere decir que no importa como se desarrolle el trayecto, al final todo va a ser para nuestro bien.
Entonces, ¿por qué te digo esto? Porque hay veces en que nuestros deseos y nuestros planes no son los mismos que Dios tiene con nosotros. Puede ser duro, y tal vez al inicio no lo querramos aceptar, pero hay veces en que la respuesta de Dios a nuestra oración es "No".
Es difícil desprenderse de algo que anhelamos, pero como dije anteriormente, todo lo que Dios hace es para nuestro bien y su gloria. Además, aunque ahora creamos que nada puede ser mejor que lo que deseamos, lo que Dios tiene planeado, el propósito que Dios tiene con nosotros, es por mucho mejor que el nuestro. Eventualmente lo vamos a entender.
Pero lector, presta atención, no dejes de orar pensando que Dios no aprobará el deseo de tu corazón, no te desanimes. Recuerda las promesas de Dios en su palabra, él jamás incumple.
Ahora bien, tengo unas palabras de consuelo para ti. De seguro podrás pensar, si Dios ya tiene planes conmigo, ¿para qué voy a pedirle por algo cuya respuesta ya está establecida?
Pues verás, creo en que es posible hacer cambiar de opinión a Dios. Si has leído el Antiguo Testamento, la historia de Moisés, habrás visto que innumerables veces Dios quiso destruir al pueblo de Israel, pero Moisés y Aarón postraron rostro en tierra y le pidieron a Dios que cambiase de parecer. Esto es visible en Deuteronomio 9:19-20.
《Yo estaba asustado del enojo y furor que el Señor manifestó contra ustedes, hasta el punto de querer destruirlos; pero una vez más el Señor me escuchó. También estaba el Señor muy enojado contra Aarón, y quería destruirlo, pero yo intervine en favor de él.》
Como pueden ver, el Señor quiso destruir al pueblo de Israel y también lo quiso con Aaron, al punto de querer destruirlos. Por tanto, la voluntad de Dios en ese momento era destruirlos. Pero el texto también nos muestra que Moisés intervino en oración y Dios escuchó a Moisés y no los destruyó.
Esto quiere decir que, si oramos con fe, es posible cambiar los planes de Dios con nosotros, y estos de todas formas serán para nuestro bien.
Es importante aclarar que Dios siempre actuará y cumplirá nuestros deseos siempre y cuando estos no vayan en contra de su voluntad.
Es aquí donde esto te parecerá un poco contradictorio, pero al inicio de este capítulo te mencioné que hablaría sobre dos conceptos de la voluntad de Dios. El primero fue sobre lo que Dios quiere hacer con nosotros, nuestro destino, y el segundo concepto es sobre lo que Dios estipula en su palabra como bueno y correcto.
Como mencioné en el capítulo anterior, Dios nunca va a cumplir un deseo que vaya en contra de lo que nos enseña en su palabra, porque él no se contradice.
Entonces, hay otro punto importante que quiero decirte, para que no te desanimes. Puede que algunos piensen que así como es posible cambiar a través de la oración los planes que Dios tiene con nosotros, es posible que luego de que Dios nos confirme el deseo de nuestro corazón, éste cambie de parecer. Pero no lector, no es así. Cuando Dios confirma algo, nos lo está prometiendo, y cuando Dios promete jamás incumple. Por lo tanto, si Dios ya te aseguró que cumplirá lo que le has pedido, ni la muerte podrá evitar que eso se cumpla.
Quiero hacer la aclaración de cuando menciono que es posible hacer cambiar de parecer a Dios. No estoy diciendo que Dios se contradiga. Hay una diferencia entre las cosas que Dios dice en la Biblia y las que nos promete, las cuales nunca cambian, y por otro lado las que aún no han sido estipuladas.
Lo que Dios dice en la Biblia y lo que nos promete jamás cambiará, Dios nunca cambiará de parecer con respecto a lo que nos dice.
Y recuerda, ya sea que tengamos lo que hemos pedido, o que recibamos algo muy distinto de Dios, todo va tener el mismo resultado, nuestro bien y la gloria a Dios.
Lector, espero que hayas podido entender este tema, porque es de alivio para tu corazón. No te rindas, lucha por lo que quieres. Pídele a Dios que su voluntad y la tuya estén alineadas, y ya verás como al final todo va a estar bien.
Oración:
Mi Dios y Salvador, te suplico que mi voluntad y la tuya estén alineadas. Te suplico que tomes los deseos de mi corazón y los utilices para cumplir tu propósito en mí. Señor, solo tú sabes cuánto anhelo esto, pero por favor permíteme entender siempre que tu voluntad es mejor que la mía.
Es difícil persistir, pero dame fuerzas para luchar, para no rendirme. Dame fuerzas para utilizar el poder de la oración con determinación y fe. Jamás me sueltes, jamás dejes de escuchar mi oración, solo de ti dependo, ¡eres mi única esperanza! Consuela este corazón triste y afligido, temeroso de ti, nunca sueltes mi mano.
Reconozco que no soy merecedor de tu bondad, reconozco que soy un pecador, pero admito que mi corazón y mi espíritu desean agradarte en todo lo que haga. Es por eso, Señor, que te pido que tengas misericordia, que me mires con amor y, si es tu voluntad, que cumplas el deseo que mi corazón anhela.
En el nombre de Jesús, Amén.
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Aprendiendo a pedir
No FicciónConstantemente nos rendimos ante las dificultades del mundo e incluso ante nosotros mismos. Echamos a perder nuestros sueños y anehelos pensando que jamás tendremos lo que necesitanos o no somos aptos para el trabajo. Ya sea que pidas por la sanació...