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CHAPTER EIGHTEEN ❝no sabía❞ wednesday season one | act. one
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JAMES YA no sentía su cuerpo.
Lo único que sentía era el dolor de sus muñecas al chocar con las cadenas y su pecho doliendo como el mismísimo infierno.
Estaba seguro de que se iba a desmayar en cualquier momento, todavía respiraba entrecortadamente y temblaba como si estuviera en el polo norte solo con una camiseta y shorts.
—¿Para qué los usaba Kinbott, mejor dicho, Laurel Gates?
—Merlina, por favor —dijo Tyler en un susurro.
—¿Para qué quería las partes del cuerpo que estaban en la mansión Gates? —le preguntó ahora a James.
—No lo sé —dijo sintiendo sus ojos picar de nuevo.
—¿Por qué haces esto? —gritó Tyler.
Merlina tomó un martillo y empezó a jugar con el.
—Problemos sus reflejos.
—¡Merlina no!
Cuando estaba a punto de golpear a Tyler, el sheriff entró apuntando con su pistola y gritando:
—¡Aléjate de ellos! Suéltalos.
James jamás se había sentido más aliviado en toda su vida.
—Suéltalo —repitió y la chica dejó caer el martillo al suelo.
(•••)
James estaba sentado en la comisaría con una manta rodeándolo. La directora Weems había estado a su lado hablándole pero para ser sinceros el solo escuchaba murmullos.
Ya había dado su declaración. Había tratado de decirles a los policías que todo esto era su culpa, pero no le creyeron.
¿Por qué le creerían? El chico estaba en shock. Lo habían torturado por quien sabe cuando tiempo y no parecía poder quedarse quieto, mirando hacía todos lados con temor.
