Screech

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Izuku se alegró de que, cuando se despertó por la mañana, el leve zumbido que había estado atormentando sus oídos desde la alarma del día anterior había desaparecido. Se arrastró hacia la cocina y fue recibido por la vista de Hizashi y Shouta apoyados el uno contra el otro, bebiendo café.

"Hola, Zu, ¿duermes bien?" preguntó Hizashi.

"Sí. El timbre también se ha ido finalmente". Cogió una taza y empezó a servirse una taza de café.

"Eso es bueno. Estoy a punto de hacer el desayuno, ¿quieres huevos o pescado?" Hizashi terminó su café y encendió la máquina para una segunda cafetera.

"Mm, tampoco, creo que solo tomaré unas tostadas, por favor".

Izuku se sentó a la mesa mientras Hizashi comenzaba a cocinar, no queriendo estar en su camino, y Shouta se unió a él momentos después. A Izuku le encantaba ver a Hizashi en la cocina, ese hombre era una fuerza a tener en cuenta. Era tan talentoso en todo lo que hacía, desde su trabajo de héroe hasta la enseñanza, el asesoramiento peculiar, su programa de radio y ahora ¡cocinar!

Esta vida aquí es demasiado buena para ser verdad. Esto no durará.

Izuku cerró los ojos y respiró hondo. Ahora no, ¿por qué esos pensamientos siempre tienen que aparecer cuando está feliz?

Sintió un ligero toque en su mano y abrió los ojos para ver que Shouta lo había tocado y lo miraba con preocupación en lo profundo de sus ojos. "¿Estás bien, Zu?"

Izuku sonrió una pequeña sonrisa. "Sí, estoy bien. Gracias."

Shouta acarició suavemente su mano y se retiró a su lado de la mesa y terminó su café, e Izuku escuchó a Hitoshi tropezar por el pasillo, todavía medio dormido.

Izuku resopló cuando Hitoshi casi se tropieza con sus propios pies al doblar la esquina, solo se le impidió caer de bruces gracias a los rápidos reflejos de Hizashi, quien lo atrapó justo cuando comenzaba a volcarse.

Hizashi presionó un beso rápido en la frente de Hitoshi y dejó escapar un zumbido dulce y musical que Izuku pudo sentir hasta el fondo de su alma. El sonido era casi como la canción de despertador personal de Hizashi, la frecuencia y el tono se combinaron perfectamente y resonaron con los cuerpos de quien lo escuchó y pudo ayudarlos a ponerse en estado de alerta.

No duró demasiado, pero definitivamente fue suficiente para que Hitoshi presionara una taza de café en las manos y la dirigiera a la mesa. "Gracias, papá".

"Cuando quieras, chico. ¿Pescado o huevos?" preguntó Hizashi.

"Sí."

"Ambos lo son," estuvo de acuerdo Hizashi con una risa. "Zuku, ¿estás seguro de que solo quieres tostadas?"

"¿Supongo que puedo comer un poco? ¿Huevos, supongo?"

Hizashi le sonrió. "¡Genia! ¡Sé que tienes un gran día por delante!"

Shouta les había hecho saber a los chicos la noche anterior que hoy se irían de viaje durante la clase de heroicidad, y ambos estaban emocionados. Izuku sabía que era bueno peleando y recopilando información, pero en realidad nunca había tenido la oportunidad de practicar el rescate. Y aunque su carrera profesional preferida no tendría mucho rescate, siempre existía la posibilidad de que pudiera necesitar entrenamiento de rescate.

Hitoshi era muy parecido. Sabía que tendría que aprender rescate en caso de incendio, y tal vez rescate en edificios derrumbados, pero el resto sería bueno saberlo para un 'qué pasaría si' al azar en la rara ocasión en que decidieran irse de vacaciones a quién sabe dónde.