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"Todavía no entiendo por qué sentiste la necesidad de sentarte conmigo", dijo Iida, mirando entre Hitoshi e Izuku, quienes estaban sentados a ambos lados de él en el tren a Hosu.

"Simple," dijo Hitoshi encogiéndose de hombros. "No tenía ganas de sentarme con mi papá".

Izuku dejó escapar un suave pitido. Shouta no me dejaba tener el asiento junto a la ventana. Izuku había reclamado el asiento de la ventana y estaba mirando pasar el paisaje, mientras que Shouta estaba unas filas por delante de ellos, durmiendo contra su ventana.

"Sea como fuere, había muchas otras filas que podrías haber elegido. ¿Por qué sentarse conmigo?"

"¿Por qué no?" Hitoshi respondió a la molestia de Iida.

"Iida", dijo Izuku en voz baja, sin dejar de ver pasar el paisaje. "Cuando lleguemos a Hosu, por favor no seas idiota".

"¿Perdóneme?" preguntó, bastante ofendido de que Izuku sugiriera que haría cualquier cosa para justificar tal advertencia.

Izuku se giró y miró a Iida directamente a los ojos. "No. Seas. Un. Estúpido." Izuku se volvió hacia la ventana.

Hitoshi rió disimuladamente ante la mirada estupefacta de Iida. "Izu no se anda con rodeos, así que si eres un idiota y él se entera, ¡prepárate!"

Iida balbuceó y preguntó: "¿Qué les hace pensar a alguno de ustedes que voy a hacer algo idiota?"

Ni Hitoshi ni Izuku le respondieron, y pasaron el resto del viaje en tren a Hosu en silencio.


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Iida se había ido con Manual una vez que el tren llegó a Hosu, y Shouta llevó a sus dos demonios al hotel en el que se hospedarían. Como Shouta era un héroe independiente, no tenía una agencia con una base de operaciones conveniente en ninguna ciudad. Los tres se quedarían en una habitación con dos camas y un sofá. Los tres tenían problemas para dormir, por lo que habían decidido que quien lograra conciliar el sueño primero podría tomar una cama. Shouta e Izuku estaban mucho más acostumbrados a los rigores de las patrullas, por lo que estaban seguros de que el sofá pertenecería a uno de ellos.

A menos que Izuku decidiera abrazarlo, lo cual era un escenario más que probable, sinceramente.

Hitoshi e Izuku se pusieron sus disfraces de héroes y se encontraron con Shouta en la azotea del hotel después de cenar. "Entonces, lo primero que debe saber sobre las patrullas es que nunca tendrá, o más bien debería , tener una ruta establecida. Los héroes de Limelight necesitarán una ruta establecida para que sus fanáticos puedan encontrarlos y verlos, pero un héroe clandestino nunca quiere ser predecible".

Izuku asentía junto con lo que decía Shouta. "Cuando eres predecible, los villanos más débiles saben cuándo y dónde no deberían estar, y los más fuertes pueden preparar una emboscada. Pero cuando tu ruta cambia con tu estado de ánimo, los villanos nunca saben dónde estarás ni cuándo", agregó Izuku. "Realmente nunca necesité preocuparme por una ruta, solo volé sobre los edificios y mantuve mis ojos y oídos abiertos".

"Ese es un beneficio que proviene de tener el poder de volar. Para aquellos de nosotros atrapados en el suelo, tenemos que alterar nuestra ruta de patrulla todas las noches". Shouta se volvió hacia Izuku. "Tienes tu auricular, ¿verdad?" Izuku asintió. "Está bien, ya conoces tu papel para la semana. Manténgase en contacto, y si alguien trata de darle una mierda por volar, hágamelo saber. Tienes permiso para patrullar los cielos. No participes sin mi consentimiento directo".

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