Café para uno || HEARTSTOPPER AU

☕ Capítulo 22 ☕

El sonido de los gritos de mamá me despierta; El golpe de la puerta al cerrarse hace que todo mi cuerpo tiemble. Me hundo más en la cama, haciendo mi cuerpo más pequeño. Tengo sueño.

Miro a través de la ventana y veo que las estrellas todavía brillan, así que aún puedo dormir un poco más. Una luz azul parpadea desde fuera, rodando una y otra vez sobre las paredes. Es como el mar; cierro los ojos, echo de menos a Charlie. Mamá y papá me han dicho que está en el médico, pero yo quiero verle. Tori también está rara, parece un fantasma y me sonríe, pero no me hace feliz, no como antes.

Tengo miedo de que Charlie no vuelva más, de que Tori no me abrace fuerte, de que papá y mamá esten tan tristes.

Mamá me dice que soy demasiado pequeño para mirar las cosas de los adultos, pero soy mayor, ya tengo seis años, soy el más mayor de mi clase.

Mañana escribiré una carta para Charlie y le diré cuánto le quiero, a Tori le dibujaré al señor Calcetines y recogeré mi cuarto para que mamá esté contenta, así todos serán felices otra vez.

La puerta de mi habitación se abre, pero no me muevo, me pesan los ojos como si dos elefantes se hubiesen colgado con telarañas desde mis pestañas y estuviese durmiendo más que yo.

Cierra la puerta y camina hasta mi cama; Su peso hunde el colchón y lanza su brazo por encima de mí. Son las manos de Tori. Me giro hacia ella sintiendo como sus manos caen por mi espalda, pero no abro los ojos, solo me dejo caer en su olor. ¿Está llorando?

Levanto los ojos para poder verla; Sus ojos están cerrados, pero las lágrimas caen como las silenciosas lluvias de verano. Vuelvo a bajar la cabeza y con cuidado la abrazo. No he visto nunca a Tori llorar por nada, es raro, pero ella siempre me abraza cuando lloro.

Siento que esos elefantes en mi cara se vuelven más pesados, tengo tanto sueño.

La luz que entra por la ventana me despierta. Me pongo boca abajo aplastado mi cara muy fuerte contra la almohada; Uno, dos, tres, cuatro segundos. ME AHOGO. Levanto la cabeza, tomando aire con toda la boca abierta. Miro a mi alrededor buscando a mi hermana, pero no está. Bajo de la cama y salgo al pasillo, la casa está en silencio.

Bajo las escaleras, sentado en el escalón, dejando que mi cuerpo rebote una y otra vez contra los escalones y en el último, salto para correr a la cocina. - Buenos días Oli - Parpadeo, el pelo amarillo de Nick brilla con la luz que entra desde fuera. Atrapo mis mangas, ¿y mis papás? - Ven, te he hecho el desayuno. - Dice enseñándome un plato con dos gofres. Sonrío, quiero gofres. Corro hacia él y le abrazo; Rodeo la mesa y me subo a la silla. La intento arrastrar para acercarme más a la mesa; Mamá siempre dice que tengo que comer bien cerca de ella y no mancharme. La mano de Nick empuja el borde de la silla, y a mi con ella, dejándome bien cerca de los gofres. - ¿Y mis papás? - Pensé que te alegrarías más de verme. - Me contesta. Le miro y su mano se enreda en mi pelo. Me hace reír. - Hoy te cuidaré yo hasta que todos vuelvan, ¿de acuerdo? - Me gusta Nick, es divertido; Pero quería un beso de mamá. - ¿Puedo comer todo esto? - Mamá, nunca me deja comer más de un gofre, y no quiero que se enfade conmigo o con Nick. - Le diré que el otro me lo comí yo. - Me sonríe, dándole un sorbo a su taza. Huele a café, me da mucho asco uuugh.

Atrapo los cubiertos, moviendo los brazos y el pecho para bailar, estoy contento porque Nick seguro me ayuda con todo lo que quiero hacer hoy y ¡tengo el doble de gofres!

Como en silencio mientras Nick mira su teléfono. Sonríe a la pantalla, tanto que puedo ver sus dientes. - ¿Qué quieres hacer hoy Oli? - Me pregunta por sorpresa. Trago el trozo de gofre que acabo de llevarme a la boca. - Quiero recoger mi habitación y ordena los zapatos de papá. - Respondo cortando otro trozo de gofre. - ¿No quieres jugar Mario Kart? - Me mira fijamente sonriendo. - Sí, sí quiedo. - Me llevo el pedazo a la boca y lo mastico deprisa. - ¡Pero también quiedo hacer eso! - Se ríe, llenando la cocina con el ruido. - Pues cuándo termines haremos lo que tú quieras. - Comenta bebiendo de nuevo de su taza.