Capítulo 4

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-Por desgracia los ilus son de una persona, por poder ir podría pero no sería la forma más cómoda.

-Probemos igualmente, no me gustaría acabar cayendome otra vez.- Lo dijo seria, pero me apostaría tres perlas a que al romper el contacto visual, se rió.

-Llamaré a mi ilu, es más grande, tal vez así sea mejor.-

Ella bajó del suyo y volví a ayudarla a subir en el mío, no me lo pidió pero tampoco la vi molesta a la hora de agarrar sus caderas, así que simplemente lo volví a hacer.

-Los ilus no son animales agresivos ni de cambios bruscos, pero nadan a una velocidad medianamente rápida, te aconsejaría agarrarte.- Le aconsejé una pose para ir sentadas, sería más cómodo así.

-¿Lista?- La miré de reojo mientras ella me asentía. Empecé a notar unos brazos delgados rodeándome por la cintura, ella se agarró a mí para no caerse. Disminuí la velocidad para poder ir enseñándole el paisaje, aun así ella sólo aflojó el agarre, en ningún momento se soltó.

Pasamos horas de un lado a otro en ilu. Nos reíamos, tuvimos que huir de unas pirañas incluso, lo pasé muy bien realmente con Kiri. Llegué a conocer facetas de su carácter que a simple vista no lo parecen. Parece misteriosa pero si consigue tener confianza contigo se acaba abriendo, es maja, graciosa y tiene un humor realmente parecido al mío, solamente que yo soy ligeramente más pícara que ella.

-Dios, ¡Kiri mira la hora que es! Yo no tendré problema en explicarle nada a Nung, pero ¿Y tus padres? Seguramente Neteyam, Lo'ak y Tuk ya hayan regresado.-

No quería cortar el rollo así la verdad, estábamos compartiendo un momento muy tranquilo mirando el atardecer desde la arena.

-Regresemos, les diremos que nos pasamos ligeramente de la hora y ya.- Y entonces sentí como si Kiri se hubiese cerrado en banda de nuevo, fue una respuesta un tanto fría.

Kiri intentó subirse en mi ilu pero con el impulso de sus brazos sola no pudo llegar, tuve que cogerla un poco más abajo de las caderas para poder ayudarla.

Sus orejas bajaron y el rubor rosa volvió, esta vez incorporando la punta de estas, se notaba más ya que era de noche.

Me monté rápidamente y dirigí al ilu a bastante velocidad, ella había pegado su cabeza y torso a mi espalda. Su cuerpo emergia calor y el mío también empezó a hacerlo cuando pasó sus manos por mi cadera.

Kiri, vas a matarme.

La dejé en su cabaña lo antes que pude y regresé a la mía. Estaban mis padres y Tsireya. Faltaba el más indicado; Ao'nung.

-¿Dónde estabas Lyn? Me preguntó Tsireya por lo bajo.

-Te contaré cuando vuelva Ao'nung, también quiero hablar con él.- Le contesté. -Subamos a la habitación.-

-Vosotros dos tenéis que contarme muchas cosas, os habéis perdido por ahí con vuestros novatos y he tenido que cubriros. Papá no tendría problema pero ya sabes que a mamá no le gusta la noche, y por desgracia tampoco se fía de la familia de los Sully.-

-Gracias Tsy, de verdad, te lo agradezco mucho.-

Hice una pausa porque Tsireya me estaba mirando de forma en la que podía ver como una pequeña sonrisa nacía en su cara.

Ao'nung apareció por fin.

-¡Nung!- Gritamos Tsireya y yo.

-SHH! Vamos, yo supuestamente ya estaba aquí.- Dijo mirando a Tsireya. - Gracias por cubrirme hermanita.-

-De nada, ahora darme una buena historia digna de película para que no baje ahí y os delate. ¡Yo sí tuve que venir aquí antes del atardecer y no pude verlo con Lo'ak!- Dijo Tsireya.

-¿Cómo? ¡Yo te asigné a Tuk!- Le gritó Ao'nung.

-Rotxo me dijo que a él no le importaría entrenar a Tuk, vamos Nung, tú escogiste a Neteyam por casualidad entonces, ¿verdad?- Le respondió Tsireya.

Ao'nung era gay, solo lo sabíamos nosotras y Rotxo ya que éramos los más cercanos, entre nosotros no había problema pero al ser Ao'nung el próximo rey del clan, tendría que tener un primogénito.

Tonowari no tendría problema pero Ronal es ligeramente más tradicional por así decirlo.

-¡Baja la voz! Agh está bien, no, ninguna elección ha sido al azar.- Dijo Ao'nung.
-Bueno, entonces contadme por qué os habeis retrasado tanto en la hora de llegar a casa, enseñar a montar en ilu no lleva tanto tiempo, ¿verdad Nung? Empieza tú.- Dijo Tsireya.

-Todo fue normal con Neteyam, creó el vínculo con su ilu fácilmente y luego llamé al mío para que los dos pudiéramos salir a dar una vuelta. Acabamos al borde del arrecife, en los corales, mientras mirábamos el mar y reíamos. Realmente es un chico muy dulce solo que va de duro porque es el hermano mayor y Lo'ak es un descuidado.- Dijo Ao'nung.

-¿Estás sonriendo Nung, o es que un labio se te levanta solo?- Dije intentando molestarle.

-Callate! Habría que escucharte a ti hablando de Kiri. Cuando vinieron te le quedaste mirando, se podría decir que la escaneaste con la mirada.- Me contestó Ao'nung.

-Y esta mañana, cuando fuimos a su cabaña mientras Rotxo y Nung iban a por los ilus, te quedaste sin habla. Estabas tan normal hablando mientras nos presentabamos pero en cuanto viste a Kiri, se te olvidó hablar.- Tsireya terminó de exponerme.

-Amm, bueno si, osea no es normal? En plan...- Intenté contestar.

Sabía que había estado siendo obvia pero no me gustaba reconocerlo.

-Menos excusas, más contar.- Me cortó Ao'nung.

-Kiri creó su vínculo también fácilmente con el ilu, solo que al intentar montarse y no estar acostumbrada, cayó encima mía.-

-Uuuuh, que suerte tienen algunas, ¿no hermanita?- Dijo Tsireya dándome un codazo.

-Venga pero sigue contando skawng .- Añadió Ao'nung.

-Bueno, después de eso la ayudé a subirse y sin más lo consiguió. Más tarde me dijo que quería dar una vuelta en ilu conmigo, pero que fuésemos en el mismo por si ella se volvía a caer.- Me sonrojé.

-¡OH POR EYWA PERO ESTO QUÉ ES! Pero si Kiri era la misteriosa, calmadita y bastante seca.- Exclamó Ao'nung.

-Cállate skawng y déjala terminar de una vez!- Dijo regañandole Tsireya.

-Jsjsjs, realmente no pasó mucho después, llamé a mi ilu y nos fuimos las dos a explorar por ahí, como no había donde agarrarse, tuvo que hacerlo en mis caderas...-

Ao'nung iba a añadir un comentario pero Tsireya le metió un puñetazo antes de que él comenzase a hablar.

-Después de ver el atardecer tumbadas en la arena, nos dimos cuenta de la hora que era y tuve que ir a gran velocidad en mi ilu, así que tuvo que pegarse mucho más a mí para no caerse.- Terminé de contar por fin.

Observé la cara de Tsireya, esa sonrisa que me confirmaba que ella sabía lo que me estaba pasando en esos momentos por dentro.

Me sonrojé, traté de taparme la cara y caí en el regazo de Tsireya muerta de vergüenza.

-Entonces...?- Empezó a decir Tsireya.

-Sí Tsy, me gusta, y mucho, pero no sé si yo a ella también y no quiero ilusionarme.-

-Dale su tiempo, sigue con ella tal y como estás ahora, si algo le hubiera molestado creo que te lo habría dicho.- Dijo Ao'nung.
-Gracias por el consejo Nung.- Le respondí agradecida.

-Tsy, ahora te toca a tí contarnos.- Dije.

-Lo'ak me explicó de la forma en la que ellos crean el vínculo con los ikrans y que con el ilu le había resultado bastante fácil, a la hora de dirigirlo le costó un poco pero después de unas caídas, lo consiguió. Más tarde decidí llevarlo a la cala de los tulkuns, allí pasamos el rato y le hice un collar que se llevó puesto, me prometió que no lo perdería ni lo rompería.- Terminó de contar Tsireya contenta.

-Bastante charla por hoy, apagad el fuego y a dormir, mañana tenéis cosas que enseñarles a los Sully.- Dijo Tonowari subiendo por las escaleras.

-Buenas noches.- Dijimos todos al unísono.

Oh my Eywa! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora