ᴛᴇɴɢᴏ ᴜɴ ᴀᴄᴏꜱᴀᴅᴏʀ - ꜱᴀɪᴏᴜᴍᴀ ᴘʀᴇɢᴀᴍᴇ

Las flores mas lindas

Como en el inicio de cualquier anime de romance el día inicio con el aire soplado los pétalos de las flores de sakura. Se olía el suave aroma de la flor del amor floreciendo con agilidad en el frágil corazón de Ouma-kun.

Aquellos sentimiento tan dulces e inocentes eran lo que lo haría caer en descenso a su querido corazón, ¿Cómo era posible que no podía ver el peligro delante de sus ojos? Aun era cierto que a veces el amor te pone una venda en los ojos y no puedes ver las cosas mas obvias.

—Buenos días Maki-chan —Saludaba lleno de felicidad al ver a su tan querida amiga, esta era de las pocas personas que realmente se sentía orgullosa de conocer al de ojos amatistas y por eso mismo el la apreciaba mucho.

—Buenos días Kokichi-kun  —El cariño y aprecio de ambos era notorio, aun que ella lo quería de otra forma.

¿Por que el amor debe ser tan complicado? Tu corazón puede amar a alguien y dar el todo por el pero aun así nunca te van amar devuelta.

Ambos se sentaron y tuvieron una platica de lo mas corriente, una platica sin sentido pero tranquila estallando el sentimiento de tranquilidad que da cualquier amistad sana, mientras el salón se llenaba de todo lo contrario.

—Oye, ¿Qué te parece si hoy salimos a ver los arboles de sakura? —Invitaba con seguridad al hablar, sabia que ella era alguien a la cual su mejor amigo nunca le negaría algo.

—Claro, me parece bien —Aceptaba cómodamente, pues una de sus cosas favoritas era salir con la pelicafe, no importaba donde o con quien el estaría bien si ella venia con el.

—YA CÁSENSE MALDITA SEA —Gritaba la chica rubia, amaba molestar a sus compañeros de clases aun que sean de las formas mas comunes y un poco inocentes que encuentren.

—YA CÁLLATE RUBIA FALSA —Al parecer todos tenían algo que gritar por que ahora quien se encontraba haciéndolo era shuichi.

 —TU CÁLLATE PUTO EMO, POR ESO NADIE TE QUIERE SAPO HIJO DE PUTA —No paraba de insultar y gritar para el disguste de sus compañeros.

—¿TU QUE SABES? MALDITA INFELIZ —Los gritos eran lo único que se lograba escuchar en el salón haciendo que a mas de a uno le doliera la cabeza a mas no poder, una escena típica de saihara y kaede pues así era su amistad.

—ORDEN —Exigía furioso el profesor que apenas había llegado al lugar y no tenia ni menor idea del contexto y tampoco le importaba saberlo. Sin mucho que hacer o que decir el lugar se quedo en silencio solo esperando las ordenes del profesor.

Al escuchar el timbre de la campana indicando el fin sabían que era momento del caos y destrucción que era abundante en el corazón de todos los alumnos. Pero antes de salir el peliazul se dispuso a hablarle a Ouma.

—Ouma-kun ¿Quieres ir a ver mas tarde los arboles de sakura conmigo? —Cuestionaba a su gran amor, se sentía nervioso un sentimiento nuevo en su corazón.

—Voy a ir con Maki-chan, si quieres puedes venir con nosotros —Compartía feliz la invitación, aun que hubiera querido ir solo con Saihara nunca dejaría a su amiga.

—Mmm, lo siento Ouma-kun acabo de recordar que yo ya tenia planes —Cancelaba ir aun que ni siquiera era real que tenia planes pero al ver los ojos tan lastimados de su amigo brillar con Saihara creyó que hacia lo correcto.

—Entonces supongo que es una cita ouma-kun —Dijo intentando sonar lo mas confiado posible pero por dentro su corazón se ablanda y aun que quisiera quedarse mas tiempo tuvo que irse pues no quería que sus amigo se molestaran.

Las mejillas del Kokichi se ponían cada vez mas parecidas alas de un tomate, reía nervioso mientras su mirada se iluminaba mas aun que la de su compañera se obscurece.

—Ouma-kun ¿Por que no me esperas en el lugar de siempre? Yo tengo que hacer algo -Apresuraba su paso al ver que su amigo solo asentía con la cabeza, con un camino fijo se acerco con sigilo a Saihara.

—¿Saihara-kun acaso te gusta Ouma-kun? —Pregunto yendo directo al punto, sus ojos estaban a punto de romperse en llanto al ver la reacción incontrolable del emo, efectivamente se había sonrojado a mas no poder 

—Ya veo -Ya con su curiosidad llena y el corazón roto estaba dispuesta a marchare pero el peliazul la detuvo.

—¿Por que la pregunta Harukawa-san? -Hablo en el tono mas serio posible después de controlarse un poco, era obvio que ya lo habían descubierto pero no sabia realmente sus intenciones.

—Honestamente no lo se, supongo que por simple curiosidad —Sus ojos se ponían cada vez mas húmedos por las lagrimas que rogaban por salir —No te preocupes te ayudare con Ouma-kun -Encerraba sus sentimientos como si fueran un fantasma se tratase.

—Gracias Maki-san —Agradecía la propuesta de ayuda, no sabia mucho de la pelicafe pero algo dentro de el le decía que no debía preocuparse por ella al final solo seria otra pieza sin importancia para su juego.

Sus pasos se apresuraban como sus lagrimas para salir, pero a veces ni corriendo puedes escapar de la verdad, ella era cociente de que Ouma no la quería como ella lo hacia por el simplemente vivía su vida aferrándose a aquel sentimiento que la hacia sentirse vida.

Lamentaba dejar a Kokichi solo pero tampoco era de su agrado que la pudiera ver tan vulnerable, miles de cosas pasaban por su mente y sin mayor consuelo se encerró en uno de los baños del lugar dejando por fin sus lagrimas salir.

Sin remedio el tiempo paso y la campana sonó, las lagrimas no tomaban en cuenta el tiempo y aun que quería tomarse un respiro y detener las lagrimas, odiaba haber sido disparada por la pistola de cupido.

Tomo su mochila y se dispuso a ocultar lo mejor que pudo sus ojos hinchados por tanto llorar, ella era una buena chica y sabia el motivo por el cual se sentía tan mal amar a alguien que nunca la va a corresponder, sin tan solo el la pudiera amar como ella a el.

Caminaba con prisa de nuevo al salón deshaciéndose sus lagrimas con cada paso hasta que la situación por fin estaba controlada y pudo entrar se dio cuenta que esto seria un infierno tener que ver todos los días lo ojos brillar de Ouma.

—¿Estas bien? —Preguntaba algo ansioso el pelimorado al ver a su amiga en tal estado tan deplorable.