mirrorball/hyunmin

19

Maybe I just wanna be yours.
I wanna be yours.

I wanna be yours- Arctic monkeys

Se impulsó a caminar entre la gente tratando de evitar a los más que podía, estaría un rato con sus padres, marcaría presencia y luego se iría sigilosamente, no esperaba  la hora en que finalmente llegara a casa.

Más bien a la casa de Seungmin a interrumpir su sueño para adorarlo en sus brazos. ¿A quién engañaba? Quería estar dentro de Seungmin, hacerlo gemir debajo suyo, pero también quería que verlo sonreír, existir en tranquilidad a su lado.

—Hyunjin, ven—la mano de su padre se hizo presente en cuello, arrastrándolo a una conversación.

Saludó cortésmente sin decir una palabra, su cabeza aún no terminaba de procesar lo que había ocurrido hace unas horas, confesándose. Dios, ni siquiera se había confesado como tal, pero valía como una si tomaba en cuenta que nunca antes lo había hecho por alguien.

—...ella es Seo-Bi, te comenté de ella la semana pasada—Hyunjin regresó a la conversación cuando los ojos de los involucrados se posaron en él. Claro, la pretendiente que mi padre quería que conociera.

—Hola, mucho gusto—dijo educado bajando la cabeza, le echó una rápida mirada de pies a cabeza y concluyó que era una mujer hermosa y de sonrisa amable, ella le habría servido en otra circunstancia.

Observó indiferente la diminuta cintura cubierta por su ajustado vestido verde, las caderas y sus hombros descubiertos, el cabello caía como olas por su pecho, rozando la pálida piel. Era su tipo.

—Me dijeron que están renovando el centro deportivo, ¿Cómo va eso?—ella preguntó con interés, acercándose y rodeando una copa con sus finos dedos.

—Bien, va bien—respondió sereno, realmente no tenía mucho de qué contar de eso.

Su padre tosió, llenando el incómodo silenció con una de sus conversaciones sobre los planes a futuro de la estructura. Hyunjin suspiró para sí mismo, aún evaluaba a la mujer repitiéndose que había llevado a la cama a decenas como ellas antes, en la misma rutina y mismo final. Las mujeres que su padre le presentaba no duraban más que una noche para él,  a algunas simplemente les decía que no estaba interesado en algún tipo de relación y a unas cuantas le era sincero y se acostaba con ellas sabiendo que a la mañana se irían de su vida para no volver más. Una jodida y listo, Hyunjin no era un hombre de relaciones.

Ella habría sido perfecta para eso, sin embargo, Hyunjin no tenía ganas, de hecho, no quería nada. No quería nada con nadie que no fuese Seungmin, y el pensamiento le asustaba.

Dirigió la mirada al resto de las personas en la fiesta, la fijó en un sujeto en la esquina, era grande y sonreía con sus perfectos dientes, sus músculos se marcaban por encima de su traje. Parecía ser atractivo, porque muchas mujeres estaban a su alrededor charlando, incluso unas revelaban parte de sus piernas para llamar su atención.
Hyunjin no sintió algo parecido a lo que sintió cuando vio a Seungmin por primera vez corriendo en sus cortos pantalones de deportes, ni la más mínima sacudida.

Quizá debo buscar a alguien parecido. Encontró a un chico más allá, era de mediana estatura y delgado, pero se mantenía en forma por el tamaño de sus muslos. Tenía el cabello de un suave castaño, su sonrisa era dulce y parecía disfrutar hacerlo, no tenía una cintura tan pequeña como la mujer, pero era bonita y se balanceaba de lado a lado en la conversación. Lo imaginó (a su propia vergüenza) en cortos pantalones, sudado y con las mejillas sonrojadas por el ejercicio, sin embargo, nada pasó.