Juan se despertó en su cama, mareado.
Se reincorporo para tomarse de la cabeza, lo primero que vio fue a un Auron preocupado en la punta de su cama.
Se dedicó a mirarle de arriba a abajo, nunca había visto a su amigo de mechón así.
- ¿Auron? -llamo la atención de su amigo.
Este le miró para luego sonreír y abrazarle con fuerza, había estado preocupado, pues su amigo se había desmayado y ni siquiera sabia si el hechizo había funcionado.
- ¿Estás bien, ha funcionado? -le miro alterado, ahogando al mago en sus feromonas.
- Sí, estoy bien y creo que ha funcionado, por eso me he desmayado -se recolocó las gafas- pero eso tendrías que ir a mirarlo tú, no sé, ves al pueblo, llévame, dime donde vive Rubi.
- Qué pesado que eres con la gata rompe hogares, seguro que se está liando con Vegetta o algo así -Juan le miró horrorizado.
- ¿Vegetta, quien es ese? -habló con pena el hechicero.
- Nadie, nadie, vamos al pueblo a ver si eres un mago de verdad o no anda -se levantó de la cama animado y arrastro a su amigo de gafas.
Ahora que el castaño sabía del amorío que tenía el oso con otra persona, ya no tenía tantas ganas de ir a ese pueblo.
Todos los integrantes de Karmaland despertaron a la vez en cuanto Juan cruzo el portal amarillo.
Fue el "final" del conjuro, ahora supuestamente todos comenzarían a recordar todo lo olvidado.
El pájaro y Luzu, recordando que antes de desmayarse estaban en la tienda, se levantaron rápidamente de la cama y fueron al centro del pueblo.
Uno volando y el otro corriendo, allí se reencontraron con Auron y el aún extraño para ellos Juan.
Auron solo se quedó mirando al actual alcalde, tenía tanto que decirle, pero le daba miedo.
Esta mirada fue notada por el de ojos rojos, el cual solo le miro entre extraño y enfadado, si antes ya le sonaba aquel olor y aquel extraño mechón.
- Y vosotros quienes sois? -dijo el hechicero dispuesto a usar alguno de sus hechizos, aunque estuviese demasiado cansado para hacerlo.
- Luzu y Fargan -dijo el pájaro inspeccionando a aquel beta- ¿Y tú? Porque a Auron ya lo conozco, pero tú eres totalmente nuevo.
- Me llamo Juan, soy el hechicero supremo, amo de las dimensiones -hablo orgulloso haciendo que uno o dos rayos cayesen.
Esto asombro al Búho, pero no era algo que Luzu no hubiese visto antes, algo que no hubiese hecho...
Aquellos rayos hicieron que un flashback recorriese su mente, había lava, todo era oscuro.
Sentía ira, demasiada ira, tenía el corazón roto, y aquel mechón paso por su mente como un rayo de luz, pero ya no era solo un mechón de ¿Lava, Miel? Quien sabe.
Si no que era un ser entero, de sudadera blanca, el cual le miraba devastado, con asco; pero no un asco hacia el contrario, sino un asco interno hacia si mimo.
El alcalde se tomó de la cabeza, aquel flashback había sido como mil apuñaladas en su cerebro.
- A joder... -murmuro, preocupando a Auron y Fargan.
- ¿Estás bien Luzu? -ni siquiera recordaba si se le habían presentado, pero no podía fingir no conocerle.
- Sí, solo... Me duele la cabeza, es todo -levanto la vista, conectando con aquellos ojos bicolor- Me suenas mucho, mucho más que antes, ¿de verdad no nos conocemos?
- Sí, totalmente seguro de que no te conoce de nada, ¿a que no Auron? -hablo nervioso el de gafas, tomando de los hombros al castaño.
Auron le miro suplicante, necesitaba poder decírselo, necesitaba descargar sus pensamientos, necesitaba descargar su alma y necesitaba contarle todo lo que por algún motivo no recordaba.
Necesitaba de nuevo a Luzu, a su niño, al chico de sudadera del cual se enamoró la primera semana que llego a aquel pueblo.
Necesitaba que todo volviese a estar como antes, que todo volviese a estar bien, pero Juan solo negó aún nervioso.
Sabía perfectamente que no podía forzar el hechizo, que ya suficiente había hecho su amigo, arriesgando el multiverso por él y su amor platónico.
Pero a pesar de sus súplicas, Juan siguió negando, sería muy peligroso forzar el hechizo, podría incluso matarlo y si uno moría, seguramente los demás a raíz de eso también.
Auron comprendió esto, así que dejo de mirar a su amigo de capa y miro al de capucha.
- Sí... Totalmente seguro -sonrió nervioso, si era verdad que empezaba a recordar a lo mejor lograba descifrar que estaba mintiendo.
- Bueno, algo en mi instinto me dice que mientes, pero por razones varias no lo puedo comprobar, así que me tocara creerte -separo la mirada del castaño.
El de ojos bicolor suspiro, estaba aliviado de que le "creyese", aunque fuese una milésima.
- Bueno... ¿Dónde está Rubi? -hablo Juan medianamente emocionado.
Se pensaba que a lo mejor podría hacer que el de mechón rubio recordase quien es y así podrían volver a estar juntos, ignorando totalmente la existencia de Vegetta.
- ¿Rubi? -pregunto el pájaro.
- Sí, es un oso, es castaño con un mechón rubio, va con una máscara...
- Ahhh... Rubius! Estará con Vegetta o con Quackity -dijo tranquilo.
- ¿Quién es Quackity? -preguntaron los de pueblo verde confusos.
Luzu, el cual tenía la memoria borrada, sonrió un poco, según le habían contado, era su esposo, aunque él no recordaba haberse casado y mucho menos haberlo marcado.
- Pues, según sapo peta y los demás... Es mi esposo.
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『 ¿𝐦𝐞 𝐡𝐚𝐬 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐢𝐝𝐨? 』[пѳпїзёп]
Fanfiction༶•┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈ᵀʳᵃᵐᵃ┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈•༶ Ser Omega era complicado en la sociedad de hoy en día, a no ser que tubieses un alfa o incluso un Beta estabas perdido. Una simple marca podria mejorar tú vida en todos los aspectos pero ¿Acaso podrias mentirle a la...