Capítulo 7

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El chirrido molesto de su teléfono móvil sacudió a Xiumin, despertándolo. Años de formación hicieron que estuviera inmediatamente alerta y saltara de la cama buscando su pantalón. Al encontrarlo, sacó el móvil del bolsillo delantero y miró el identificador de llamadas. Frunció el ceño cuando vio el flash de la pantalla con el nombre que había escrito tan meticulosamente cuando agregó el contacto, Giggles .

Entró a la otra habitación para no molestar a Luhan antes de responder: —Oye, Risitas. Has desaparecido y eso me molesta. Es muy perjudicial para tu salud. Pregúntale a la última Hiena que me jodió. Aunque no puede hablar porque le corté su mentirosa lengua, escuché que es un genio escribiendo mensajes.

La Hiena en el otro extremo del teléfono dejó escapar un gemido aterrado. —Lo siento, Xiumin. Me hizo hacerlo.

—Necesito un nombre y una ubicación, Risitas. Esa es la única cosa que puede hacer que deje todas las partes de tu cuerpo intactas.

—Oh, Dios, no.

Un sonido agudo sonaba en sus oídos, por lo que Xiumin hizo una mueca de dolor. Malditas sean las Hienas. Los sonidos que hacían cuando tenían miedo estaban al principio de la lista de Xiumin de cosas molestas. Esa había sido una de las razones por las que le había sacado al último la lengua. Para ser justos, le había pedido a ese tipo varias veces que se callara y Xiumin le había dado más de un par de oportunidades, pero la Hiena sólo se negó a tomar ventaja de ellas.

—Cállate —ordenó Xiumin en su tono más frío. Sólo cuando la Hiena obedeció continuó—. Me tendiste una trampa y casi pierdo la cabeza. Llámalo mal humor, pero esas cosas realmente me cabrean. Así que ahora, vas a decirme cuál es el nombre de la Cobra antes de que te haga una visita personal.

—Tú no sabes dónde vivo —replicó la Hiena con voz temblorosa.

—Y tú sabes que eso es algo que no me detendrá. Lo que mejor hago es rastrear y eliminar a las ratas como tú. ¿Cuál es la razón por la que estás llamándome? No juguemos al tímido, si las Serpientes me hubieran matado, no habrías perdido un segundo de sueño por esto.

—Si te lo digo, me matará.

—Si no me lo dices, voy a torturarte y luego te mataré. Confía en mí cuando digo que soy mucho mejor en causar dolor de lo que lo es él.

Eso no fue una afirmación falsa tampoco. Mientras que a otros niños se les enseñaba matemáticas y ciencias, Edward había obligado a Xiumin a estudiar las diversas técnicas de tortura utilizadas por algunos de los peores gobiernos que existen. Xiumin había sido un excelente estudiante en esa área, también.

La Hiena dejó escapar un gemido antes de decir: — Su nombre es Orion.

—¿En serio? —La voz de Xiumin sonó con una fuerte mordida de incredulidad.

—Sí, ¿qué tiene de malo?

—Nada, si eres una constelación.

—¿Una qué?

Xiumin suspiró. Dios, sálvame de tontos como las Hienas de mierda. Mientras que los asnos sarnosos podían ser buenos para sacar la suciedad de los demás, ninguno de ellos poseía una pizca de sentido común. Xiumin tenía la sospecha furtiva de que si realmente quería matar al imbécil, todo lo que tendría que hacer era tirar un billete de cincuenta en el borde de un acantilado y decir: ¡Recógelo!

—No importa. Ahora suelta todo lo que sabes acerca del Cobra.

—Los rumores de las calles son que se ha convertido en una especie de héroe para todos los cambiaformas Serpiente.

Serie de los CP 09 - El Toque de un AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora