Cap. 15.

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Una cantidad exagerada de sangre se le dio a la demonio, la cual empezó a  agonizar, su cuerpo empezó a deformarse.

Douma rio tras su abanico, el sabía que no sobreviviria.
—Que tristeza... — Dijo.

—Solo así decidiré si se lleva el puesto. —

Douma volteo a Muzan.
—Pensé que las lunas se recorrerian, Daki a quinto puesto, Gyokko a cuarto... —

—Quiero un reemplazo divertido. —
Dijo para continuar viendo como la demonio se deformaba aún más.
—Aparte, no crees que necesitamos ver algo divertido? Solo vela, su débil cuerpo está agonizando y deformando. — Dijo Muzan de la forma más sería posible.

De repente el cuerpo empezó a acomodarse.
—Supongo que al final la demonio tenía potencial. — Dijo Douma, dando una expresión de aburrimiento.
Muzan no le contestó.
—Señor Muzan, hay otra pregunta que ha estado en mi cabeza... ¿Cómo es que Akaza se libero de su control tan rápido? —

Muzan se detuvo con la demonio, sacando su dedo de su frente, este lleno de sangre.
La demonio cayo, mientras se seguía acomodando a una forma.

—Lo he pensado mucho también. No llego a encontrar respuesta alguna... Es el tercer demonio que se libera de mi control y no encuentro un por qué. —
Dijo de forma intimidante.

—¿Tal vez será su ridículo deseo de cambiar? Desperdician una oportunidad, una oportunidad de ser inmortales, de tener poderes increíbles... —
Dijo, mostrándose intimidante frente a Douma, sintió una gota de sudor frío caer de su frente. 
—Por eso necesito algo entretenido...— Miro a la demonio, que ya había empezado a tomar una forma de una bella mujer.

—"Ya lo dijo como mil veces..."— Pensó y se arrepintió al segundo.

—Y lo diré las veces que sean necesarias Douma.—

El silencio gobernó en el templo de Douma, Muzan dió un vistazo rápido de nuevo a Mei, viéndola mejor.

—Tengo una misión simple para ti, Douma.—
Este volteo y agacho un poco su cabeza, cómo muestra de respeto.
—Investiga que es lo que busca Akaza, si puedes... No... Si los ves, asesina a esa bola de idiotas que manipularon a la antigua tercer luna.—

—Si, mi señor.

Muzan dió una sonrisa perturbadora.
—Ahora si, dale la bienvenida a la nueva tercer luna demoníaca.—
Termino riendo.

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Akaza estaba perdiendo la cordura, pasar el día encerrado en un cuarto con otro demonio que le miraba con hostilidad era muy incómodo. Si no fuera por su deseo de cambiar ya la hubiera hecho pedazos, así que Akaza intento mostrarse intimidante, esto solo ocasionó que Nezuko se pusiera aún más agresiva.

—Ni siquiera puedes hablar, demonio inútil.— Bufó Akaza, con intención de ofenderla.
—Curioso cómo si te mantienen viva...—
Akaza se arrepentía de haberle salvado la vida.
Se levantó de la cama y azotó de forma suave su cabeza en la pared unas tres veces.

Y se quedó quieto... Miro hacia la puerta al escuchar unos pasos.

—"Rengoku?!"—
Se emociono al pensar en el, iba a poder iniciar una plática y no estar tan incómodo con la fría mirada de Nezuko, se paró en frente de la puerta y dió una sonrisa... Solo para escuchar los pasos pasar de largo. Su cara de aburrimiento regreso.

—Supongo que... Dormiré.— Dijo.
Lentamente se recostó en el colchón y miro el techo, de repente sus ojos pesaban y los cerro despacio.

...

¡¿Akaza quiere ser un cazador de demonios?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora