Cap. 14

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—¡Aoi, esta comida está muy buena! — Sonrió Rengoku.

De repente vio cómo Akaza se iba de espaldas.

—"Cierto... El sol." —
Iba a levantarse para asistir a Akaza pero Aoi le llevó más comida, se le haría descortés no comérselo y levantarse de la mesa.

—G-gracias Aoi... — Dijo más desanimado.

—¿Ya no querías? Me hubieras dicho. —

—Yo jamás dije eso. — Sonrió.

Se preparo y justo cuando iba a dar un bocado se escucho un grito muy muy agudo.

Las tres pequeñas niñas se asustaron, Rengoku y Aoi reaccionaron de inmediato.
Kyojuro fue el primero en lanzarse a buscar a  Akaza. Finalmente lo encontró, tirado en el suelo, evitando las uñas de la joven Kamado.

—¡KYOJURO, NO ME HABLASTE DE QUE ELLA ESTARÍA AQUI! —
Aoi miró a Rengoku confusa.

—¿No le hablaste de ella? —

Sudo frío.
—Por qué le hablaría de uno de los invitados...? — Sonrió.

Se acercó y quitaron a Nezuko de encima, sin embargo esta no se calmaba.

—¡Va a matarlo! ¡Se lo va a comer! —
Un escándalo empezó, su bambú había caído al suelo y se notaba saliva cayendo de su boca.

Kyojuro sostenía a Nezoku, Aoi iba a llevar a Akaza a un lugar, pero donde estaba era el único lugar sin sol.

—"Maldita sea, me voy a morir por el sol." —

Shinobu escucho el alboroto y se acerco a la escena, encontrar a un paciente en estado de shock (o eso pretendía Akaza) y una demonio que sacaba saliva por la boca.
Sin dudarlo levantó su espada.

—Sabía que mantener a un demonio vivo iba a ser un desastre. —

Levantó su arma y le dio un corte, justo cuando el joven Kamado llegó a la escena.

—¡S-SHINOBU! —
Se acercó corriendo a la escena y se arrodilló para ver a su hermana, le puso el bambú en su boca y le empezó a susurrar cosas mientras el veneno lentamente le hacía efecto, haciéndola caer.

—M-maldita sea. —
Dijo Akaza en voz baja.

—¡Váyanse, no quiero ver a nadie! — Dijo Tanjiro con una cara de furia, incluso su tono de voz hizo que los demás sintieran un escalofrío en su espalda.

Aoi, Rengoku y Shinobu iban saliendio, sin antes esta dar una mirada fugaz a la demonio quien parecía que estaba muriendo.

—No, no... —
Akaza estaba atrás, viendo la escena mientras Tanjiro temblaba de las manos.

—¿P-por qué sigues aquí? — Dijo Tanjiro, con el tono de voz bajo.

—Si salgo, moriré. —

Tanjiro frunció el ceño.
—El veneno de Shinobu es fuerte... No resistirá. — Dijo Akaza. Bajo la mirada, apenas había llegado y ya había causado un desastre, se sentía terrible por eso, se acercó a Tanjiro lentamente.

—¿Qué... Que haces...? —

Con su uña se dio un corte.
—Tal vez si le doy un poco de mi sangre... No muera. —
El joven le miró con desconfianza, pero no tenía otra opción, le quito el bambú de la boca y la sangre cayó en su boca.
—Es lo único que pensé, no se si vaya a funcionar. —
No cayó mucha sangre por la rápida curación de la luna, así que se daba más y más cortes hasta lograr que ingiera una cantidad considerable.

¡¿Akaza quiere ser un cazador de demonios?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora